Índice
La seguridad de los alimentos es una preocupación primordial tanto para la industria de alimentos como para la salud pública. En este contexto, la gestión de alérgenos alimentarios juega un papel fundamental.
Cada vez existen más normativas que buscan proteger la salud de los/as consumidores/as. Por esto, es indispensable que quienes producen alimentos conozcan las normativas vigentes y los protocolos rigurosos para una buena gestión de los alérgenos. Asimismo, es preciso que exista una consciencia social sobre la importancia del tema.
En este artículo, exploraremos los aspectos esenciales de la gestión de alérgenos en la producción de alimentos, con un enfoque en la identificación de alérgenos comunes, el etiquetado preciso de productos y las buenas prácticas de comunicación.
La gestión de alérgenos alimentarios es de suma importancia debido a su impacto directo en la seguridad del consumidor. Las alergias alimentarias pueden desencadenar reacciones graves, e incluso mortales, en las personas alérgicas, incluidos niños.
Por esta razón, las personas alérgicas deben seguir dietas especiales. Y deben confiar en que restaurantes y proveedores de alimentos cumplan con garantías para su salud.
Asimismo, hay quienes, aunque no sean alérgicos, son intolerantes o tienen enfermedades autoinmunes relacionadas con ciertos alimentos. Por ejemplo, las personas celiacas no pueden consumir gluten, presente en el trigo y otros cereales, pues su cuerpo desencadena una reacción autoinmune.
Por lo tanto, garantizar que los alimentos estén libres de alérgenos y que el etiquetado sea preciso es esencial para prevenir la exposición accidental a estos alérgenos y proteger la salud de los consumidores. No cumplir con estas prácticas puede tener consecuencias legales significativas para las empresas de la industria alimentaria, así como un efecto perjudicial en su reputación y credibilidad en el mercado.
Además de la responsabilidad legal y ética, la gestión adecuada de alérgenos es fundamental para el cumplimiento de las regulaciones de seguridad alimentaria. Los organismos reguladores exigen que las empresas de alimentos tomen medidas para prevenir la contaminación cruzada y proporcionen información precisa sobre la presencia de alérgenos en sus productos. Algunos ejemplos de estas normativas a nivel internacional son:
Cumplir con estas regulaciones es esencial para operar legalmente en la industria alimentaria y evitar sanciones severas. En última instancia, la gestión de alérgenos alimentarios es un componente clave de la responsabilidad social corporativa y la protección de la salud pública.
En la gestión de alérgenos alimentarios, el primer paso crucial es la identificación de alérgenos comunes que pueden estar presentes en los ingredientes utilizados en la producción de alimentos. Existen 9 grupos de alérgenos comunes (que suelen incluir las regulaciones):
Además de identificar los posibles alérgenos, y otras sustancias que es obligatorio declarar de acuerdo a la legislación, es necesario tomar medidas preventivas para evitar la contaminación cruzada.
Un etiquetado preciso es una parte fundamental de la gestión de alérgenos alimentarios. Los fabricantes de alimentos deben ser transparentes y claros en la información proporcionada en el envase.
Esto incluye la lista completa de ingredientes, destacando cualquier alérgeno presente en el producto. El etiquetado debe ser legible y comprensible para que los consumidores puedan tomar decisiones informadas sobre sus compras y evitar alimentos que puedan causarles problemas de salud.
No obstante, existen muchas regulaciones que establecen cómo se debe hacer dicha etiqueta.
Te recomendamos leer: Conoce los alérgenos de declaración obligatoria
Plan de control de Alérgenos
Un plan de control de alérgenos es la piedra angular de la gestión de alérgenos en la industria alimentaria. Debe implementarlo una persona experta en seguridad alimentaria y alérgenos. Este plan debe ser meticulosamente diseñado para prevenir la contaminación cruzada.
En este sentido, debe capacitarse al personal y garantizar una excelente limpieza. En caso de que no se pueda prevenir la contaminación cruzada, el producto debe alertar la posible presencia del alérgeno. Por ejemplo: "este producto puede contener trazas de sésamo y frutos secos".
La información sobre alérgenos debe fluir sin obstáculos para garantizar que los cambios en ingredientes, procesos o etiquetados se comuniquen adecuadamente a todas las partes involucradas en la cadena de suministro y a los consumidores finales.
Gestión de alérgenos alimentarios: un compromiso con la sociedad
En conclusión, la gestión de alérgenos alimentarios es un componente esencial de la seguridad alimentaria en la industria. Identificar alérgenos, etiquetar productos de manera precisa y mantener una comunicación efectiva son prácticas clave para proteger a los consumidores con intolerancias alimentarias.
Un sólido plan de control de alérgenos es la clave para garantizar la calidad y seguridad de los alimentos que llegan a la mesa de las familias.
Sin embargo, la gestión de alérgenos alimentarios y la seguridad alimentaria no es un tema sencillo. Implica un proceso riguroso y un profundo conocimiento tanto de los alimentos y su producción, como de las normativas. Incluso, es preciso conocer cómo actúan las reacciones alérgicas, las intolerancias y la autoinmunidad desde un enfoque de salud.
Por fortuna, en Euroinnova contamos con diversos programas formativos relacionados con la seguridad alimentaria, el etiquetado nutricional y de alérgenos, y la gestión de alérgenos. Visita nuestra oferta y fórmate en lo que mejor responda a tus necesidades.
Nuestra Formación
Nuestro porfolio se compone de cursos online, cursos homologados, baremables en oposiciones y formación superior de posgrado y máster.
Ver oferta formativa¡Muchas gracias!
Hemos recibido correctamente tus datos. En breve nos pondremos en contacto contigo.