INAK0209 Obtención de Aceites de Semillas y Grasas (Certificado de Profesionalidad Completo)
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Estamos acostumbrados a acudir a los supermercados y comprar bebidas embotelladas listas para consumir, ahora bien, para lograr ese resultado final, existe detrás todo un proceso que las hace posibles. El lugar donde se lleva a cabo es la planta embotelladora que es donde se desarrolla todo el proceso de embotellar estos productos. A lo largo de este proceso son muchos los profesionales que intervienen, para que, estos líquidos puedan consumirse en condiciones de salubridad y además puedan conservarse por más tiempo.
¿Te gustaría participar del proceso de embotellamiento para la industria alimentaria? Son muchas las oportunidades profesionales que este proceso tan complejo aporta a quienes se formen de manera especializada. Ahora podrás conseguir un puesto dentro del sector siempre y cuando te formes adecuadamente. En este sentido, queremos ofrecerte el certificado de profesionalidad en obtención de aceites de semillas y grasas donde aprenderás todo lo que necesitas saber sobre este proceso desde la extracción de la materia prima, la elaboración, el envasado o el embalaje de estos líquidos. Una formación completa para los profesionales más ambiciosos.
La planta embotelladora es el centro neurálgico en el que se produce la cadena de llenado de bebidas. En estos centros, se dan cita toda la tecnología, el material y los recursos necesarios para poder almacenar líquidos en sus correspondientes envases.
De forma escalonada, este proceso de embotellado se realizar para cualquier tipo de líquidos: aceites, agua mineral, refrescos, zumos, bebidas alcohólicas, y un sinfín de productos que se envasan en botellas. En este sentido, las fases que se desarrollan en la planta embotelladora serán las que se describan a continuación.
Es fundamental en la industria alimentaria mantener la higiene y la desinfección en cualquiera de sus productos. Del mismo modo sucede con las bebidas, que una vez recepcionados los envases, ya sean de vidrio o plástico, pasan por un exhaustivo lavado y esterilización. Se consigue así, evitar que los líquidos sufran ningún tipo de alteración para los consumidores finales.
En el lavado de estos envases es fundamental la tecnología y la automatización que están implementadas en las empresa. Así, participarán de esta fase máquinas como desionizadoras, sopladoras o máquinas de lavado. Todas estas lograrán una limpieza eficiente mediante la aplicación de aire estéril, agua ozonizada, bactericidas u otros sistemas.
Finalizada la fase de limpieza, las botellas se dirigen por medio de la banda transportadora al eje central de la producción de la planta embotelladora. Por medio de estas bandas, se transportan las botellas hacia el interior de la planta ahorrando coste y tiempo. La funcionalidad de estas bandas es más que notable, ya que, están desde el inicio hasta el final de la cadena de la planta embotelladora, de manera que, debe hacerse un mantenimiento constante de ella.
A través de la cinta transportadora las botellas llegan a una estrella que logra sujetarlas del cuello, las eleva y las coloca hasta el grifo de llenado donde se sitúa la bebida. Existen diferentes técnicas de llenado y dosificación en base al líquido que contengan, de esta forma existen llenadoras isobáricas, al vacío, por peso, de presión, monoblock, de pistón, syncorblock y un largo etcétera.
El llenado en cambio se lleva a cabo por dos sistemas: por volumen siendo esta la medida por la que se llena la botella y que se emplea en líquidos como agua, leche o detergentes; y por gravedad a nivel, para líquidos más fluidos como el vino o el aceite.
Los cierres de botellas podrán realizarse de muchas formas distintas: por cierre a presión, rosca, corcho, con gotero, sellado en foil y un largo etcétera. Ahora bien, dependerá del líquido se empleará una u otra, por ejemplo, el corcho es empleado en botellas de vino, mientras que los refrescos se hará por cierre de rosca.
Aunque existan muchas alternativas, los más comunes son a presión con alimentadores de tapones de plástico o corchos; y a rosca que emplea la estrella de salida y requiere de una sincronización con el resto de maquinaria de la planta embotelladora.
Las etiquetas de los productos llevará toda la información referente al producto, junto con las características que marque la ley. Para realizarlo se emplea sistemas de pegado que pueden ser en frío, caliente, por etiquetas autoadhesivas, bobinas u otros sistemas.
Los túneles de pasteurización que existe en cualquier planta embotelladora tiene como finalidad lograr que los productos mantengan las propiedades originales que tienen. Por ello, en esta fase es habitual someter al producto a cambios de temperatura y a los túneles de pasteurización a estrictos sistemas de inspección.
Finalizado el sistema de control al que se someten las botellas, éstas son introducidas en cajas o palés para su posterior distribución en camiones. Es en esta fase donde la acción del personal de la planta embotelladora es más importante, ya que, a pesar de la automatización, serán los encargados de supervisar y detectar los errores de esta maquinaria.
Interesante ¿Verdad? Son muchos los profesionales que intervienen en la cadena de producción de cualquier planta embotelladora, así que, no pierdas la oportunidad de formar parte de ella y alcanzar las oportunidades profesionales que el sector alimentario te ofrece. Para ello, no pierdas la ocasión de formarte y cualificar tu perfil profesional con los cursos de industrias alimentarias que Euroinnova pone a tu disposición para conseguir las competencias profesionales que el sector demanda.
Cristina Polo Calvo
COPYWRITER
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