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Aunque aún no hayas leído este post y no sepas exactamente cómo se desarrolla una subasta de pescado en una lonja, seguro que tienes la imagen romántica de la antigua y bulliciosa lonja repleta de pescadores y compradores a horas intempestivas. Lo cierto es que los mecanismos de subasta han cambiado mucho con el tiempo. Ahora todo se ha informatizado y agilizado mucho, pero gracias a las lonjas y a sus trabajadores, podemos consumir pescado fresco de calidad y cercanía.
¿Te gustaría saber cómo se realiza una subasta de pescado? ¡Descúbrelo con nosotros!
Las lonjas son uno de los tipos de establecimientos para la venta de productos del mar más antiguos del mundo. Aunque se han actualizado mucho, aún les queda esa esencia de antaño. Ven a conocerlas con nosotros.
El sistema de subasta de pescado es una de las actividades más importantes que se desarrollan en una lonja. ¿Sabes cómo funciona?
La subasta de pescado es el momento en el que se vende al por mayor el pescado fresco capturado la noche anterior.
En primer lugar, los operarios encargados de disponer el espacio para realizar la subasta pondrán la información correcta en cada una de las cajas de pescado: qué especie es, barco que lo ha recogido, fecha, kilos…
Las pujas que se hacen en una subasta de pescado y van a la baja, es decir, el precio empieza alto y va bajando hasta que alguien lo para. La subasta comienza cantando las características del pescado y cada comprador apunta la caja que le interesa. Una vez llegado el precio que le interesa, pulsa el mando para detener la venta de la caja en cuestión. En este momento la caja llega al final de la cinta para ser recogida por su comprador y se emite la correspondiente y etiqueta del pescado.
Las normativas en calidad para la venta de productos frescos en diferentes tipos de establecimientos se han vuelto muy exigentes, sobre todo, a raíz de la pandemia. En concreto, hay una normativa publicada en el BOE que regula el etiquetado a lo largo del proceso de comercialización de pescado: el Reglamento (CE) 104/2000, que dicta una organización común para los mercados y lonjas del sector de la pesca y la acuicultura.
Empecemos por la identidad y la calidad del pescado
Primero se hace la trazabilidad, que es el seguimiento y control de todas las etapas del proceso, desde que se pesca, hasta que se vende, pasando por el transporte, manipulado y su distribución, etc. La trazabilidad es una garantía de seguridad y calidad para el consumidor, ya que, ante cualquier anomalía en el producto final, se puede seguir el rastro de la mercancía y retirarla de la venta.
El etiquetado es otro elemento esencial para la venta. En él se da información principal sobre el producto y debe estar en contacto con el producto, identificarse fácilmente y aportar datos sobre el origen y demás caracteres.
En las lonjas y demás tipos de autorizados para la primera venta del pescado, la etiqueta debe contener los siguientes datos: ubicación en la que se capturó, nombre comercial y científico de la especie, nombre del barco, método de producción o pesca, nombre del centro proveedor, método de presentación, peso neto.
La subasta de pescado es algo que se hace desde que se comenzó a comercializar con productos de pesca y agricultura allá por la era mesopotámica. Se comenzó realizando a las orillas del mar, luego en plazas y lugares públicos; y más tarde en las primeras lonjas para llevar un control más exacto de la venta.
Hoy en día, el proceso de subasta se ha modernizado, incorporando las nuevas tecnologías para hacer el sistema más ordenado y justo para todos.
Por ejemplo, la subasta de pescado ya no se hace levantando manos o pujando todos a la vez, sino que se publica la mercancía en una pantalla y los compradores indican con un mando que precio están dispuestos a pagar. Las cajas con el producto van pasando por una cinta corredera donde son etiquetadas también por un sistema automático; de esta forma, se facilita el trabajo a los mozos, no se tienen que manipular las cajas manualmente y se evitan errores en las entregas a los compradores.
Estas nuevas incorporaciones tecnológicas facilitan la rutina de la lonja, agiliza el tránsito de compradores, potencia las ventas.
En el proceso de venta y compra de las capturas del día intervienen varios agentes, ¡conozcámoslos!
Pescadores: los pescadores son los encargados de introducir en el sistema informático de subasta las nuevas capturas del día. Así, tanto el personal de la lonja como los comercializadores pueden conocer con antelación a la subasta la disponibilidad de productos que habrá en las lonjas integradas en la plataforma.
Las lonjas: el personal de la lonja es el encargado de preparar la subasta, las mercancías y de gestionar las solicitudes de compra de los participantes.
Comercializadores: es el conjunto de mayoristas, minoristas y el canal HORECA. Los comercializadores integrantes de la plataforma de comercialización conjunta tienen acceso a información en tiempo real sobre el stock disponible en todas las lonjas del entorno, lo que les ayuda a tomar decisiones y a comprar en cualquier establecimiento o simultáneamente en más de uno a través de plataformas online. Esto también fomenta el consumo de producto local.
¡Te esperamos en Euroinnova!
Antonio Gutiérrez Pérez
COPYWRITER
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