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Por su ubicación y cultura gastronómica, España es el país que más consume pescado de Europa. Además de ser un ingrediente muy versátil para cualquier tipo de plato, los nutricionistas han demostrado sus grandes beneficios para la salud, ya que es una fuente rica en Fósforo, Magnesio, Vitamina A, Omega 3 y Vitaminas del grupo B. Además, platos internacionales, en los que el pescado es protagonista, como el sushi o el ceviche peruano se han puesto muy de moda en los últimos años. ¿Sabrías elegir correctamente un pescado para diferentes tipos de plantos? Atentos a este post porque te vamos a dar los mejores consejos para comprar pescado fresco.
Según la FAO, el consumo de pescado se ha incrementado un 3,1% en los últimos tres años. Esto se debe a los avances tecnológicos para su crianza y conservación y al acceso a la información nutricional que ha puesto de manifiesto su gran valor nutricional frente a la carne.
Si te gusta la gastronomía y el pescado entra dentro de tu lista de ingredientes principales, no te pierdas este post en el que te vamos a contar cómo escoger el mejor pescado.
¿Qué es mejor, el pescado fresco o congelado? ¡Atento/a a los consejos para comprar pescado fresco!
Y ahora, la pregunta que todos estábamos esperando resolver: ¿es mejor el pescado fresco o congelado? Los expertos aseguran que las propiedades del pescado fresco y congelado son exactamente las mismas, eso sí, puede diferenciarse por la textura y el sabor que suele ser más intenso en el pescado fresco. No obstante, los especialistas también aconsejan el pescado congelado en casos de especies tan comúnmente consumidas como la merluza, los boquerones, el besugo, el bacalao, la pescadilla, el jurel o la bacaladilla.
Por otro lado, a la hora de comprar pescado congelado también debemos fijarnos en si tiene escarcha, ya que, si se genera escarcha es porque el producto ha podido perder en algún momento la temperatura óptima de congelación y oxidarse.
¿Deseando conocer más consejos para comprar pescado fresco? ¡Por aquí te dejamos cinco!
¿En qué nos fijamos a la hora de comprar pescado? Si eres un sibarita del pescado y no te gusta que te den “gato por liebre”, vamos a ver algunos consejos para comprar pescado fresco con los que puedas asegurarte la calidad del producto que te llevas a casa.
Atención al aspecto del pescado: es muy importante que presente una piel dura y tersa, las escamas deben estar bien pegadas al cuerpo y el color debe ser vivo y brillante. Los ojos deben presentar un leve abombamiento hacia fuera y estar transparentes y brillantes. Fíjate bien, porque a veces se le echa agua al pescado para que parezca más brillante.
El tacto: la cola debe estar recta y húmeda y las agallas tienen que estar limpias, rojas y separadas entre sí. Cuando la tienda es de confianza se puede pedir que nos dejen tocar levemente el producto para comprobar que la carne no se hunde y ver si las aletas siguen tiesas.
El olor: el aroma no debe ser fuerte. Si el pescado está fresco, debe oler a mar, pero nunca a putrefacción.
Mira el interior del pescado: al ponernos manos a la obra con la limpieza del pescado, por dentro aún debe estar la sangre fresca y la espina tiene que estar bien pegada a la carne.
Evita comprar pescado fresco los lunes: aunque ya hay muchos pescadores que deciden salir a faenar los domingos, lo normal es que ellos también descansen, por lo que, generalmente, el pescado que encontremos en las pescaderías sea del viernes.
Como consumidores de pescado, tenemos nuestras preferencias, pero también necesitamos argumentos para saber por qué un tipo de pescado es mejor que otro. Cuando vamos al supermercado, vemos que se hace distinción entre el pescado salvaje y el criado en cautividad y la primera diferencia que nos salta a la vista es el precio. Obviamente, la cría en cautividad es más controlable y productiva, por lo que el precio es más bajo.
Por otro lado, está la alimentación que lleva cada tipo de pez. Los que crecen en alta mar tienen una dieta variada, que hace que sus propiedades e incluso sabor sea mejor, mientras que los piensos que se les da de comer a los peces criados en cautividad a menudo son químicos que, ni le hacen bien al animal ni a nosotros mismos.
Por último, pero no menos importante, si queremos llevar un consumo responsable, tendremos en cuenta que la acuicultura conlleva un gran impacto medioambiental a nivel de depuración y gasto de agua. Incluso a veces, esa agua es traída de países tropicales por sus ricos sedimentos. Aunque la Unión Europea es muy estricta con los métodos que siguen las piscifactorías para salvaguardar la salud de las personas, no lo es tanto en lo que se refiere al cuidado del medioambiente.
¿Y a nivel nutricional? ¿Existen diferencias entre pescado de criadero y salvaje?
¡Ya conoces nuestros consejos para comprar pescado fresco!
¡Te esperamos en Euroinnova!
Antonio Gutiérrez Pérez
COPYWRITER
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