5 Ejercicios de entrenamiento funcional para mejorar tu forma física

El entrenamiento funcional es una forma de ejercicio que se centra en movimientos y actividades que se utilizan en la vida cotidiana. A diferencia de los entrenamientos tradicionales que pueden centrarse en aislar grupos musculares específicos, el entrenamiento funcional mejora la fuerza, la coordinación, el equilibrio y la flexibilidad de manera integral.

En este blog, vamos a descubrir cinco ejercicios de entrenamiento funcional que pueden ayudarte a mejorar tu forma física y tu rendimiento en actividades diarias. ¡A calentar y a entrenar!

Concepto de entrenamiento funcional

El entrenamiento funcional es una metodología de acondicionamiento físico que se centra en la realización de movimientos que simulan actividades cotidianas o deportivas específicas. A diferencia del entrenamiento convencional, que a menudo se concentra en ejercitar músculos aislados, el entrenamiento funcional busca mejorar la capacidad del cuerpo para funcionar de manera eficiente y segura en diversas situaciones.

Este tipo de entrenamiento utiliza ejercicios que involucran múltiples cadenas musculares al mismo tiempo, promoviendo así una mayor coordinación neuromuscular, equilibrio y postura. Los movimientos realizados suelen ser tridimensionales y pueden incluir diferentes planos de movimiento: sagital, frontal y transversal.

El objetivo principal del entrenamiento funcional es aumentar la eficacia de los movimientos del cuerpo humano, lo que resulta en una mejor calidad de vida y un menor riesgo de lesiones. Es adecuado para personas de todas las edades y niveles de condición física, ya que los ejercicios se pueden adaptar para satisfacer las necesidades individuales.

Además, el entrenamiento funcional se integra perfectamente en el sistema de entrenamiento deportivo, proporcionando una base sólida para mejorar el rendimiento atlético y la eficiencia en movimientos específicos del deporte.

Beneficios del entrenamiento funcional

El entrenamiento funcional ofrece una amplia gama de beneficios que contribuyen a una vida más saludable y activa. Algunos de los más significativos son:

• Mejora de la fuerza funcional: Al simular movimientos cotidianos, este tipo de entrenamiento fortalece los músculos de manera que mejora la realización de tareas diarias y reduce el riesgo de lesiones.
• Aumento de la coordinación y agilidad: Los ejercicios funcionales requieren una gran coordinación entre diferentes grupos musculares, lo que lleva a una mejor agilidad y respuesta motora.
• Flexibilidad y equilibrio: Al trabajar con movimientos naturales del cuerpo, se promueve una mayor flexibilidad y un mejor equilibrio, elementos clave para la prevención de caídas y lesiones.
• Pérdida de peso y mejora del metabolismo: El entrenamiento funcional puede ser de alta intensidad, lo que ayuda a quemar calorías y aumentar el metabolismo, facilitando la pérdida de peso y el mantenimiento de un cuerpo saludable.
• Prevención y rehabilitación de lesiones: Al fortalecer los músculos y mejorar la postura, se reduce la probabilidad de sufrir lesiones. Además, es una herramienta útil en la rehabilitación, ayudando a recuperar la funcionalidad tras una lesión.
• Adaptabilidad y variedad: Los ejercicios se pueden adaptar a cualquier nivel de condición física y objetivos personales, lo que hace que el entrenamiento sea variado y evita la monotonía.
• Mejora del rendimiento deportivo: Para los atletas, el entrenamiento funcional es fundamental para mejorar el rendimiento en sus disciplinas deportivas, ya que se enfoca en los movimientos y habilidades específicas requeridas.

5 ejercicios de entrenamiento funcional

El entrenamiento funcional se caracteriza por ejercicios que mejoran la fuerza, la resistencia y la movilidad, aplicables a las actividades de la vida diaria. Aquí tienes cinco ejercicios clave:

Sentadillas

Este ejercicio básico trabaja múltiples músculos de las piernas y el core. Se realiza colocándose de pie, con los pies a la anchura de los hombros, y bajando el cuerpo como si se fuera a sentar en una silla, manteniendo la espalda recta.

Beneficios

• Mejora la fuerza de la parte inferior del cuerpo.
• Aumenta la movilidad y la flexibilidad de las caderas y las rodillas.
• Fortalece el núcleo y mejora la estabilidad.

Planchas

Es un ejercicio isométrico, excelente para fortalecer el core. Se realiza apoyando los antebrazos y los dedos de los pies en el suelo, formando una línea recta con el cuerpo desde la cabeza hasta los talones.

Beneficios

• Fortalece el núcleo, mejorando la estabilidad y el equilibrio.
• Reduce el riesgo de lesiones en la espalda baja.
• Mejora la postura.

Burpees

Combinan sentadillas, flexiones y saltos en un solo movimiento fluido, lo que los convierte en un ejercicio completo para mejorar la resistencia cardiovascular y la fuerza.

Beneficios

• Entrenamiento cardiovascular.
• Quema de calorías y perfectos para la pérdida de peso.
• Fortalecimiento muscular.
• Mejora la coordinación y agilidad.
• Adaptabilidad a diferentes niveles de condición física.

Peso muerto con kettlebell

Fortalece la parte posterior del cuerpo, incluyendo los glúteos, isquiotibiales y la espalda baja. Se realiza sosteniendo un kettlebell con ambas manos, doblando las caderas y las rodillas ligeramente, y levantando el peso manteniendo la espalda recta.

Beneficios

• Aumento de masa muscular.
• Mejora de la postura corporal.
• Aumento de la densidad ósea.
• Fortalecimiento de la cadena posterior del cuerpo.

Lunges (zancadas)

Mejoran la flexibilidad de las caderas y fortalecen las piernas. Se realizan dando un paso adelante con una pierna y bajando el cuerpo hasta que la rodilla trasera casi toque el suelo, manteniendo el torso erguido.

Beneficios

• Fortalecimiento de piernas y glúteos.
• Mejora del equilibrio.
• Aumento de la flexibilidad de la cadera.
• Corrección de la postura.
• Mejora la coordinación.
• Desarrollo de fuerza explosiva.

Si quieres conocer más sobre el ámbito deportivo, ¡no te pierdas este blog sobre el entrenamiento HIIT!

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