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En el mundo de los negocios, existe un elemento fundamental que a menudo pasa desapercibido, pero que es la fuerza impulsora detrás de muchos logros empresariales: la conducta organizacional. Si bien no se puede medir con la precisión de los ingresos o los informes financieros, la cultura de una empresa puede ser el factor que diferencia a las organizaciones excepcionales de las meramente competentes.
La conducta organizacional es ese ADN invisible que impregna cada aspecto de una empresa, desde cómo los empleados interactúan entre sí hasta cómo la empresa se relaciona con sus clientes y se adapta a un entorno en constante cambio. Es la amalgama de valores compartidos, creencias arraigadas, tradiciones y comportamientos que definen la esencia de una empresa.
La cultura organizacional se trata de uno de los elementos claves dentro de una empresa, es decir, se refiere a los valores, las reglas, principios y objetivos por los que se rige una empresa. Por extensión, se trata del ADN de una empresa, una combinación única de tradiciones, normas, símbolos y comportamientos que determinan su identidad y personalidad en el mundo empresarial.
También se la conoce como comportamiento organizacional. A través de ciertos objetivos se promueve el desarrollo humano dentro de las empresas:
En primer lugar, la conducta organizacional define la identidad de la empresa y sus valores centrales, actuando como una guía que comunica quiénes son y qué representan. Esta identidad compartida ayuda a los empleados a comprender su propósito en la organización y cómo sus acciones contribuyen a los objetivos comunes. Además, una cultura bien definida alinea a todos los empleados con los objetivos y la misión de la empresa, cohesionando toda la jerarquía organizativa.
Por otro lado, una conducta organizacional positiva y saludable motiva a los empleados y refuerza su compromiso con la empresa. Cuando los valores y las expectativas son claros, los empleados se sienten más conectados a su trabajo y están dispuestos a esforzarse por alcanzar los objetivos de la empresa. Esta motivación interna e individual conduce a un mejor desempeño y a una mayor productividad en el plano general.
En la conducta organizacional existe la teoría de variables y consta de tres niveles, que son:
Para comprender mejor qué es la conducta organizacional, es necesario conocer las teorías que la definen. Existen cinco teorías:
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