Curso en Psicología del Deporte (Curso Online en Psicología del Deporte + 8 Créditos ECTS)
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8 ECTS
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El rendimiento mental que está implícito en la alta competición de cualquier deporte puede jugarles malas pasadas a los deportistas que provocan lesiones o reducen su rendimiento. La lesión de Alcaraz ha sido la última de una larga lista de deportistas que han sufrido las consecuencias del estrés en el deporte y del que es, un enemigo silencioso de los deportistas que puede controlarse mediante la psicología del deporte.
¿Quieres saber más acerca de las consecuencias del estrés en el deporte? Sigue leyendo.
El ritmo de la competición puede estar detrás de la lesión de Alcaraz. En este sentido, corresponde a su equipo técnico apoyar al tenista murciano en los momentos más difíciles o donde la presión se descontrola para cumplir con los objetivos y evitar que se menoscabe su salud mental. En este sentido, es fundamental para cualquier tenista contar con profesionales especializados en estudiar la conducta y los procesos psicológicos de una persona mientras lleva a cabo la práctica del deporte.
A veces los deportistas se ven envueltos en la competición bajo unos niveles altos de estrés. La obsesión por conseguir los objetivos deportivos lleva a muchos de estos a sufrir una frustración que se traduce en forma de lesión o incluso, de depresión.
El nivel de autoexigencia de los deportistas suele pasar factura y provoca agotamiento o estrés ante sus altas expectativas. La lesión de Alcaraz es un ejemplo más de otros muchos como la gimnasta Simone Biles, Andrés Iniesta o Naomi Osaka entre otros. Puesto que el aspecto mental supone un obstáculo para el rendimiento de los deportistas de élite.
La práctica de cualquier deporte a niveles de alta competición puede ser causa de estrés. Ahora bien, existen algunos aspectos que deben de cuidarse o que requieren de poner el foco en estos para evitar el estrés deportivo y evitar males mayores. Un ejemplo de ello es la lesión de Alcaraz.
A nivel psicológico, la nutrición puede ser clave a la hora de controlar el estrés en el deporte. En este sentido, el estrés puede afectar a la alimentación, en cuanto a que, los largos periodos de estrés suelen generar un aumento del apetito y que se coma más de lo debido.
La ingesta de alimentos genera dopamina que, provoca una sensación de disminución del estrés. Ahora bien, esta sensación de estar saciados no es duradera, ya que, la ansiedad dispara los niveles de cortisol. Por eso, el estrés puede empeorar la nutrición aplicada al deporte, lo que, para un deportista de alta competición, puede ser crucial.
Un pilar básico en la vida de un deportista de élite y un factor decisivo en el rendimiento en la competición es el sueño.
Tanto es así que, en palabras de un experto como el doctor Segarra:
el sueño es el entrenamiento silencioso de los deportes”
La falta de sueño o el sueño de mala calidad puede suponer un deterioro de los ritmos cicadianos, de forma que, los deportistas de élite deben de dormir de forma adicional para minimizar la fatiga residual derivada de la competición o del entrenamiento.
Al respecto, el descanso de un deportista de élite debe de comprender ciclos de sueño en torno a los 90-110 minutos. Se distingue así dos tipos de sueño:
Existen factores que influyen en el sueño o el descanso de los deportistas, como son los viajes, los cambios de hora, o incluso el uso de los dispositivos electrónicos que pueden llevar a los deportistas de élite al límite.
Durante el desarrollo de una competición existen momentos en los que los niveles de estrés se disparan. Responder por los compañeros del equipo, controlar las emociones en situaciones de presión, superar retos deportivos o la sobrecarga de entrenamientos pueden ser focos de estrés en el deporte que pueden derivar en lesiones deportivas.
Por medio de técnicas de relajación se puede crear un estado mental favorable para la toma de decisiones, la resolución de problemas propios de la competición o la concentración cuando las emociones nublan la razón.
En este sentido, la respiración adecuada puede ser clave. Mediante un control de la respiración, y el logro de un estado de relajación óptimo ayuda a controlar la tensión muscular y evitar lesiones. Por lo tanto, una autorregulación psicológica antes, durante y después de la competición es necesaria para alejar la tensión competitiva y lograr un autocontrol emocional.
La figura del/la entrenador/a es un referente para el deportista de élite, ya que, se encarga de la planificación del entrenamiento, no solo a nivel físico, sino también mental, porque, controlar ambos aspectos es fundamental para conseguir superar cualquier reto deportivo.
El ritmo competitivo es cada vez más elevado y son más las situaciones en las que los deportistas pueden no saber gestionar sus emociones ocasionándoles frustración, no conseguir sus objetivos y, en el peor de los casos, conducirles a la depresión o como ha sucedido con el tenista Carlos Alcaraz, sufrir una lesión. Consecuentemente, son cada vez más las personas que desean acceder al mundo del deporte optando por formarse con cursos de salud del deporte como una salida profesional de futuro.
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Cristina Polo Calvo
COPYWRITER
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