Cristina Molina Gallego

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DOCENTE DE LA FACULTAD DE PSICOLOGÍA


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Profesora de la facultad de Psicología en Euroinnova International Online Education, destacando por su extensa trayectoria en el campo de la educación.

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  • Licenciatura en Psicología
  • Máster en Terapia Cognitiva – conductual en adultos
  • Experto en Terapias contextuales de tercera generación
  • Habilitación Sanitaria

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  • Psicóloga Fisioclinica CM
  • Psicóloga Almanjayar en Familia Técnica Formadora
  • Docente CULTURAE

Artículos publicados

¿Qué entendemos por motivación en personas dependientes?

¿Qué entendemos por motivación en personas dependientes?

¿Qué entendemos por motivación en personas dependientes? La motivación se puede definir como el proceso que inicia, impulsa y mantiene las conductas orientadas a lograr un objetivo o a satisfacer una necesidad. El término "motivación" hace referencia al proceso o evento que mueve a una persona y la lleva a comportarse de una manera determinada. Es el impulso hacia una meta, el porqué de un comportamiento determinado, el para qué de la conducta y el mantenimiento de una conducta dirigida a la consecución de nuestros deseos y objetivos. La motivación está relacionada con nuestra vida y así actúa, fomentando, desarrollando y activando determinadas conductas. La motivación es algo que se trabaja y puede variar, por ello es muy importante que los cuidadores de dichas personas dependientes no solo entiendan la importancia de desarrollar unas adecuadas estrategias de motivación, sino que, además, también lo deberán llevar a cabo mediante actividades que logren una adecuada estimulación. Cuando una persona está motivada en su día a día, experimentará sentimientos de tristeza, llenos de ansiedad, estrés y momentos depresivos. ¿Por qué la motivación es importante para las personas dependientes? La motivación juega un papel crucial en el desarrollo personal y el bienestar emocional de cualquier individuo, y esto es aún más relevante en aquellos que enfrentan desafíos de dependencia. En el caso de que la persona dependiente presente cada vez más problemas de movilidad u otra índole y necesita de ayuda externa para realizar tareas propias del día a día, quizás la mejor opción sea establecer una rutina de actividades y trabajo para su estimulación y consecución de objetivos alcanzables y adaptados. Convivir cada día con dificultades para realizar las tareas más básicas puede afectar la personalidad y el carácter de cualquier persona. Es por ello que algunas personas dependientes muestran algunos rasgos que se deberían tener en cuenta a la hora de aumentar su motivación. Es crucial tener en cuenta que el trabajo con este tipo de personas debe ser especializado y adaptado a sus necesidades, así como a sus limitaciones y diagnóstico previo. Consejos para aumentar motivación en personas dependientes A continuación, presentamos ideas para aumentar la motivación en este tipo de colectivo: Actividades para la memoria, comunicación y socialización. Actividades para la percepción y lenguaje> Actividades para mejorar la atención. Actividades físicas y motoras. Actividades para la capacidad sensorial Evitar sedentarismo Llevar una dieta y descanso adecuados. Contar con apoyo familiar y su círculo más cercano. Diferencia entre personas dependientes y tercera edad En este caso, debemos diferenciar si las personas dependientes son personas de la tercera edad o personas con alguna discapacidad o enfermedad. En el caso de las personas mayores, la motivación va enfocada a tratar de compartir tiempo con la persona dependiente. Las relaciones personales son muy importantes para estimular un estado psicológico óptimo. Compartir tiempo con una persona mayor ayudará a que acabe con su rutina y favoreceremos que pueda superar la monotonía. Las amistades, las relaciones de pareja y el círculo familiar son muy importantes para las personas mayores. Mantener una buena amistad o relación con alguien puede mantenerlos motivados durante días. Por ejemplo, una persona mayor se sentirá animado durante días sabiendo que el fin de semana verá a sus seres queridos. Por otro lado, la motivación en personas dependientes por enfermedad o discapacidad, va más enfocada en la consecución de mejoras y actividades rutinarias que consiguen con éxito. Pequeños logros pueden ser grandes avances y una estimulación motora y sensorial que aumente sus capacidades dentro de sus limitaciones puede ser un gran impulso. ¿Cómo elegir las técnicas de motivación adecuadas? Con las adecuadas técnicas de motivación para personas dependientes, se puede conseguir avanzar en la situación, logrando de esta forma, por una parte, que recuperen su vitalidad y energía, mientras que por otra, también se buscará mejorar su autoestima y capacidades tanto a nivel físico como psicológico. El grado de dependencia y la ayuda que va a necesitar la persona va a depender de su estado de dependencia y de muchos otros factores: adaptación del entorno, edad, entrenamiento previo, motivación… Es importante adecuar las expectativas al tipo de persona. Cuando el cuidador realiza las actividades sustituyendo a la persona dependiente ya no la está ayudando, sino que está contribuyendo a aumentar la carga para sí mismo y a agudizar la dependencia de la persona que cuida, por ello es necesario a nivel multidisciplinar trabajar conjuntamente con paciente y entorno para poder dotar de herramientas útiles para cada caso. 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Diferencias entre sensación y percepción

Diferencias entre sensación y percepción

La sensación y la percepción son procesos relacionados con la forma en que los seres humanos experimentamos el mundo, pero tienen diferencias fundamentales. Para ello, te explicamos qué significa cada uno de estos conceptos y su diferenciación. En primer lugar, la sensación, es el proceso inicial mediante el cual los órganos sensoriales (ojos, oídos, piel, etc.) detectan estímulos físicos del entorno, como luz, sonido, presión o temperatura. Es un fenómeno fisiológico básico que se limita a captar estímulos de manera objetiva. Por ejemplo, la retina detecta la luz y convierte esa información en señales eléctricas. Mientras que la percepción es la interpretación y organización de esas sensaciones por el cerebro para darles un significado. Implica un componente psicológico y cognitivo. Se trata de un concepto subjetivo e influenciado por experiencias previas, contexto, emociones y expectativas. Diferencias esenciales entre sensación y percepción Por ello, podemos identificar cuatro diferencias principales entre ambos conceptos: La sensación es una reacción; la percepción, una interpretación. La sensación se genera cuando los órganos sensoriales reaccionan a estímulos internos o externos (físicos y biológicos), como los sonidos, las luces o los olores. En cambio, la percepción es un proceso subjetivo en el que la información sensorial se interpreta y organiza, influenciada por factores como intereses, hábitos y experiencias previas. Este proceso interpretativo adquiere validez objetiva cuando se confirma mediante pruebas científicas. Para que una sensación se transforme en percepción, se necesita complementar los estímulos iniciales con datos de la memoria y experiencias pasadas, siempre con un propósito en mente. La sensación consiste en recibir; la percepción, en interpretar. La sensación implica la recepción de estímulos como colores, sonidos o texturas, mientras que la percepción implica identificar relaciones entre esos estímulos, sus características y su significado. Por ejemplo, sentir un aroma sería una sensación, pero reconocerlo como el de una flor sería una percepción. La sensación es más simple; la percepción, más compleja. La sensación es un fenómeno básico que ocurre cuando los estímulos externos activan los receptores sensoriales. Por el contrario, la percepción es un proceso mucho más elaborado que incluye el análisis y la integración de la información sensorial con elementos mentales. En este sentido, la percepción no solo relaciona los datos sensoriales con la mente, sino que también implica un procesamiento cognitivo más complejo. La sensación es inmediata; la percepción requiere interpretación. La sensación ocurre de manera instantánea al activar un receptor sensorial, siendo pasiva y no intencional. Por otro lado, la percepción implica enriquecer la sensación inicial con elementos adicionales, como la memoria o la reflexión. Esto exige una interpretación activa del estímulo sensorial, vinculada a un interés o propósito concreto. En resumen, la sensación es el nivel inicial y automático de contacto con el entorno, mientras que la percepción agrega significado y contexto a lo que sentimos, haciéndolo un proceso más profundo y subjetivo. Proceso de recepción - transmisión - percepción En relación con lo anterior, mencionamos el proceso de recepción-transmisión-percepción: El proceso sensorial es el mecanismo mediante el cual los seres humanos captamos, transmitimos y procesamos información proveniente del entorno o del propio organismo. Fases del proceso sensorial Este proceso se desarrolla en tres etapas principales: recepción, transmisión y percepción, que trabajan en conjunto para generar una experiencia completa de los estímulos. Recepción Esta es la etapa inicial del proceso sensorial. Implica la captación de estímulos externos o internos a través de los órganos sensoriales (vista, oído, tacto, gusto, olfato) o receptores especializados (por ejemplo, receptores del equilibrio o el dolor). Los estímulos pueden ser físicos, químicos, térmicos o mecánicos. En esta fase, los receptores sensoriales convierten los estímulos en impulsos eléctricos mediante un proceso llamado transducción sensorial. Ejemplo: Los fotorreceptores del ojo detectan la luz y la convierten en señales eléctricas. Transmisión En esta segunda etapa, los impulsos eléctricos generados por los receptores sensoriales son enviados al sistema nervioso central a través de las fibras nerviosas. La información viaja mediante nervios específicos (por ejemplo, el nervio óptico para la visión o el nervio auditivo para el oído). Esta transmisión se realiza con gran velocidad, asegurando que el cerebro reciba la información casi instantáneamente después de la recepción. Ejemplo: En el caso de la vista, la información visual captada en la retina viaja al cerebro a través del nervio óptico hasta llegar a la corteza visual. Percepción La percepción es la etapa final y más compleja del proceso sensorial. Consiste en el procesamiento, organización e interpretación de los estímulos en el cerebro, lo que da lugar a una experiencia consciente del entorno o del propio cuerpo. El cerebro interpreta los impulsos eléctricos en función de experiencias previas, memoria, contexto y expectativas. En esta fase, se da sentido a la información sensorial, permitiendo identificar objetos, sonidos, texturas, olores, sabores, etc. Ejemplo: Al recibir señales provenientes del oído, el cerebro las interpreta como una melodía musical o una conversación. Estas etapas son fundamentales para nuestra interacción con el mundo, pues nos permiten detectar, reaccionar y dar sentido a lo que ocurre en nuestro entorno o en nuestro interior. En resumen, el proceso sensorial es fundamental para la interacción de los seres humanos con su entorno y se desarrolla en tres etapas interconectadas: recepción, transmisión y percepción. Estas etapas trabajan de manera coordinada para convertir estímulos del entorno en experiencias conscientes que nos permiten interpretar el mundo. En la etapa de recepción, los órganos sensoriales detectan estímulos externos o internos como luz, sonidos o temperaturas, convirtiéndolos en señales eléctricas a través de la transducción sensorial. Posteriormente, en la transmisión, estas señales viajan a través de fibras nerviosas específicas hacia el sistema nervioso central, donde son procesadas por distintas áreas del cerebro. Finalmente, en la percepción, el cerebro interpreta y organiza esta información en función de experiencias previas, memoria y contexto, generando una comprensión completa de los estímulos recibidos. ¿Para qué sirve el proceso sensorial? Este proceso sensorial no solo permite identificar y reaccionar a los estímulos, sino que también integra aspectos más complejos como emociones y memoria, enriqueciendo nuestra experiencia sensorial. La percepción, siendo una etapa más elaborada, añade significado y profundidad a la simple recepción de estímulos, destacando la importancia de los procesos cognitivos en la interpretación de la realidad. En conclusión, el proceso sensorial es un sistema complejo y esencial para nuestra adaptación, supervivencia y comprensión del mundo que nos rodea. Por tanto, la sensación es el "qué" sentimos (el estímulo en bruto), mientras que la percepción es el "cómo" entendemos y damos significado a ese estímulo. 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Conciencia corporal: conectando mente y cuerpo

Conciencia corporal: conectando mente y cuerpo

Cuando hablamos de conciencia corporal nos referimos a las habilidades para controlar el propio cuerpo y desarrollar movimientos conscientes y coordinados para interactuar con objetos y personas en todo tipo de espacios y circunstancias.    Sin embargo, la conciencia corporal también se trata de un concepto que explica la conexión entre la mente y el cuerpo. Es la capacidad de percibir, comprender y responder a las sensaciones internas y externas que experimentamos a lo largo de nuestro ser físico. Esta conexión profunda nos lleva a explorar nuestra propia existencia desde una perspectiva espiritual, reconociendo la importancia de la unidad entre mente, cuerpo y espíritu. La conciencia corporal va más allá de la simple conciencia física. No se limita a reconocer la posición y el movimiento de nuestro cuerpo, sino que implica estar presente en cada sensación, emoción y pensamiento que se manifiesta en nuestro ser. Este enfoque consciente nos permite comprender cómo nuestras experiencias emocionales, nuestras tensiones y nuestras alegrías se reflejan en la forma en que habitamos nuestro cuerpo.   ¿Qué prácticas nos ayudan a desarrollar la Conciencia Corporal?   La meditación Mindfulness: se trata de una herramienta para desarrollar la conciencia corporal. Al centrar la atención en la respiración y en las sensaciones corporales, podemos aprender a estar presentes en el momento actual, sintonizando nuestra conexión mente-cuerpo.   Yoga: Esta práctica combinan movimientos físicos con conciencia consciente de la respiración. El yoga, en particular, fomenta la conexión con el cuerpo a través de posturas y estiramientos, promoviendo la flexibilidad y el equilibrio físico y mental.   Exploración sensorial: Tomarse el tiempo para explorar conscientemente cada parte del cuerpo, desde los dedos de los pies hasta la punta de la cabeza, puede aumentar la conciencia corporal. Esto implica prestar atención a las sensaciones, tensiones y emociones que surgen en cada área.   Diario de sensaciones: Mantener un diario donde se registren las sensaciones físicas y emocionales puede ayudar a identificar patrones y conexiones entre el estado de ánimo y la experiencia corporal. Esto fomenta una mayor autoconciencia y comprensión.  Beneficios de trabajar la conciencia corporal Por otro lado, entre los beneficios de trabajar nuestra propia Conciencia Corporal encontramos:    Reducción del estrés: Al estar conscientes de las señales de tensión en el cuerpo, podemos abordar y liberar el estrés acumulado, promoviendo así la relajación y el bienestar general.   La mejora de postura y movimiento: La conciencia corporal mejora la alineación y la coordinación, lo que puede tener un impacto positivo en la postura y la eficiencia del movimiento.    Una mayor conexión mente-cuerpo: Desarrollar la conciencia corporal permite una conexión más profunda entre la mente y el cuerpo, lo que puede llevar a una comprensión más completa de uno mismo.    Aumento del bienestar emocional: Al reconocer las sensaciones corporales asociadas con las emociones, podemos abordar de manera más efectiva nuestro bienestar emocional y promover una salud mental positiva.   Ejercicio práctico sobre la conciencia corporal A continuación, vamos a plantear un ejercicio práctico para desarrollar esta conciencia corporal, motivo de nuestro artículo:   “Concéntrate, tal y como estás ahora no te muevas, solo piensa en.…”   - “¿Cómo está colocado tu pie derecho?, no lo mires, solo piensa en él, haz lo mismo con el pie izquierdo y con el resto de las preguntas.   - ¿Cómo está tu rodilla derecha?, ¿la sientes de la misma manera que la izquierda?   Imagino que estás sentado/a, ¿hay alguno de los dos glúteos que ejerza mayor presión sobre tu asiento?   - ¿Cómo está tu cadera? ¿Acaso está de lado?   - ¿Cómo está tu columna?, ¿la nota inclinada?, ¿hacia qué lado?”   - ¿Uno de tus hombros está más elevado?   - ¿y el cuello?   - ¿tienes la cabeza ligeramente inclinada? ¿Hacia qué lado?    Puntos clave que debes conocer Además, destacamos algunos puntos claves sobre nuestro cuerpo y aspectos relacionados sobre:    Sensaciones físicas: La conciencia de nuestro cuerpo implica ser consciente de las   sensaciones físicas que experimentamos, como el dolor, la temperatura, la presión y el tacto. Esta sensibilidad nos permite responder a las necesidades y señales de nuestro cuerpo.   Movimiento y coordinación: Esto implica ser consciente de la posición de nuestro cuerpo en el espacio, así como de la coordinación de los músculos y las articulaciones durante el movimiento.   Postura y alineación: Una buena postura no solo es importante para la salud física, sino que también puede influir en nuestra energía, confianza y bienestar general.  Respiración: Ser consciente de cómo respiramos y de cómo afecta nuestro estado físico y emocional puede ayudarnos a regular el estrés, mejorar la relajación y aumentar nuestra vitalidad.   Integración mente-cuerpo: Nuestros pensamientos, emociones y experiencias mentales pueden influir en nuestras sensaciones corporales, y viceversa. Desarrollar una mayor conciencia de esta conexión puede ayudarnos a manejar el estrés, mejorar nuestra salud mental y promover un mayor bienestar general.   En resumen, la conciencia corporal es un aprendizaje para tomar conciencia de sus patrones neuromusculares, de cómo suelen moverse y de la tensión y rigidez que acumulan en su cuerpo. Cuando nos movemos lentamente, atendiendo a todo lo que surge en nuestro cuerpo, estimulamos nuestra curiosidad y facilitamos el aprendizaje.    Por ello, conocer sobre esto, nos ayuda a explorar y comprender nuestro propio ser en sus dimensiones físicas y emocionales. Al integrar prácticas que fomenten esta conexión, nos enriquecemos hacia una vida con mayor bienestar en todos los sentidos.  Titulaciones que te pueden interesar ¿Quieres formarte en psicología con Euroinnova? ¡Aquí te dejamos algunos títulos que te pueden interesar! CURSO PSICOTERAPIA COGNITIVO CONDUCTUAL HOLÍSTICA: Especialista en Psicoterapia Cognitivo-Conductual y Holística ...

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