Máster en Counseling de Duelo y Pérdidas + Titulación Universitaria
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¿Sabes cómo superar un duelo? ¿Y cómo ayudar a los demás a lograrlo? Si eres psicólogo/a o vas a serlo en un futuro próximo o, simplemente, estás pasando por un proceso tan duro como el del duelo, ¡esto es para ti! Descubre ahora en qué consiste la técnica del Counseling y, además, fórmate y especialízate en ella con nuestro Máster online en Counseling. ¡Vamos!
Está claro que la pérdida de un ser querido implica un proceso psicológico intenso y difícil de asumir, pero es algo por lo que muchas personas se ven obligadas a atravesar y gestionarlo de la mejor manera posible, asegura poder continuar con una vida funcional. ¿Sabes qué es el duelo? ¿Conoces cuáles son los principales síntomas de no superar el duelo?
Según la psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross, el duelo es un proceso en el que se suele transitar por cinco etapas principales: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Las personas que experimentan algún tipo de duelo en su vida suelen atravesar, con mayor o menor facilidad, estas cinco etapas.
Un síntoma de que el proceso de duelo se ha desarrollado favorablemente es que finalmente, y dentro de un periodo de tiempo razonable (algo que puede variar según la persona y las circunstancias) la persona acaba aceptando la pérdida.
Sin embargo, existen casos en los que la persona no consigue finalizar el proceso de duelo por haberse quedado atrapada en una o más de las cinco etapas nombradas, por lo que aparece lo que se conoce en Psicología Clínica como “duelo patológico”.
En los casos en los que una persona no consigue finalizar su proceso de duelo, existen ciertos síntomas que ponen de manifiesto la no superación del duelo por parte de la persona afectada.
En este caso, existen 6 señales que muestras síntomas de no superar el duelo. Te los mostramos a continuación.
En primer lugar, negación de la pérdida.
En este caso, la persona no ha superado la pérdida y sigue negando consciente o inconscientemente la pérdida sufrida. El proceso del duelo se inicia con la etapa de la negación, pero en algunos casos, por más que pase el tiempo, se sigue sin aceptar la pérdida del ser querido.
En segundo lugar, la pérdida de contacto con la realidad.
En esta fase, la persona afectada permanece inalterable en su rutina diaria. Es decir, a pesar de la pérdida, su rutina no se ve modificada por lo que implica un grave peligro psicológico de que la persona pierda el contacto con la realidad.
También, el estado permanente de frustración e ira, como otra señal de un proceso de duelo no gestionado, donde la ira se convierte en un estado emocional presente y permanente en la persona que ha sufrido la pérdida y su estado de frustración disminuye, lo que implica cambios de humor y reacciones inesperadas que pueden afectar el área social de la persona.
En cuarto lugar, que la persona es incapaz de adaptarse a la nueva situación como resultado de la pérdida, es otra señal.
En estos casos, ya sea por algún bloqueo emocional o bien por falta de medios y recursos, la persona no consigue encontrar un nuevo camino que le permita seguir adelante con su vida y dejar atrás la pérdida sufrida.
En quinto lugar, puede surgir un bloqueo emocional que paraliza e impide abordar constructivamente la situación. Estas personas son incapaces de asumir lo que está ocurriendo y por un cúmulo de muchas emociones resultado de la vivencia de pérdida sufrida quedan limitados y bloqueados emocionalmente.
Y por último lugar, otro de los síntomas de no superar el duelo hace referencia a una inestabilidad emocional, depresiva, de tristeza y angustia que no se disipa con el paso del tiempo.
Podemos encontrar casos de depresión, con ideación suicida, alto niveles de ansiedad y aislamiento social. Pueden ser síntoma evidente de que no se ha superado convenientemente el proceso de duelo, son el desasosiego interior, fatiga, falta de motivación, insomnio, falta de apetito, reducir considerablemente el contacto social, entre otros.
En resumen, el tiempo máximo estimado de superación del duelo es de dos años aproximadamente.
Es por ello por lo que, en este tipo de casos, se debe recurrir a un profesional de la salud que puedan paliar los efectos de un duelo crónico. Buscar ayuda para evitar que el proceso se prolongue y cronifique hasta provocar consecuencias negativas más profundas y difíciles de sanar.
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