Curso en Aprendizaje Constructivista: Constructivismo en la Educación (Titulación Universitaria + 10 créditos ECTS)
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El concepto de aprendizaje significativo es útil para comprender la manera en la que los estudiantes integran y crean nuevos conocimiento a partir de la relación de estos con experiencias previas. Se utiliza comúnmente para abordar los procesos de enseñanza-aprendizaje en el nivel educativo básico (primaria y secundaria).
En este post, te contamos más sobre este concepto, quién lo propuso, sus tipos y demás información que necesitas saber al respecto.
Cuando los estudiantes integran información nueva con conocimientos previos, ocurre el aprendizaje significativo. Se trata de un proceso mediante el cual tales aprendizajes se relacionan, de tal manera que se reajustan y se reconstruyen, dando origen a la comprensión amplia de fenómenos, conceptos o procesos. A diferencia del aprendizaje memorístico o mecanicista –que consiste en la repetición de datos–, el aprendizaje significativo permite la retención duradera, que se expresa a su vez en la memoria comprensiva. Esta incorporación en la estructura mental transforma el conocimiento en una herramienta funcional que puede aplicarse a cualesquiera circunstancias. En consecuencia, se favorece la capacidad de resolver problemas con mayor autonomía y eficacia.
Fue el psicólogo y pedagogo estadounidense David Ausubel quien propuso la teoría del aprendizaje significativo. Según su planteamiento, los estudiantes aprenden de manera más profunda cuando relacionan los nuevos contenidos con conocimientos y experiencias previas. Esto impacta no solo en la adquisición y retención de conceptos complejos, sino también en la motivación.
Precisamente, esta última ocupa un lugar importante en el proceso de aprendizaje, ya que los estudiantes, al incorporar nuevas nociones o habilidades, llegan a comprender la utilidad de los temas observados en clase. Así, como se vio, cambian las relaciones entre las ideas y nociones existentes en la estructura cognitiva, lo que resulta en una visión integradora y, al mismo tiempo, específica.
Entonces, para Ausubel, el aprendizaje significativo tiene que ver con la posibilidad de abarcar e integrar conceptos cada vez más complejos: se parte de los más generales hasta recalar en los más específicos. El estudiante logra enriquecer su aprendizaje mediante una red de relaciones conceptuales, lo que favorece el razonamiento lógico, las asociaciones de ideas y, por tanto, la toma de decisiones y la autonomía en el estudio (motivación intrínseca, no solo extrínseca).
Estas son las características que diferencian al aprendizaje significativo del memorístico o mecanicista.
El aprendiente, al enfrentarse a nuevos contenidos, realiza un ejercicio de relación o asociación con conocimientos previos. En este proceso, dichos antecedentes operan como una red de ideas o nociones con las cuales se procesan las nuevas informaciones.
Al notar la utilidad de los aprendizajes, los estudiantes incrementan su interés por aprender. Son conscientes de la funcionalidad de lo adquirido en situaciones reales, ya sea dentro o fuera del contexto formativo. Por ejemplo, se sienten capaces de plantear soluciones con un alto grado de autonomía, de ahí su valor práctico.
El aprendizaje significativo exige el involucramiento del estudiante, quien, mediante diferentes actividades, deberá desplegar todos sus conocimientos para completar satisfactoriamente el proceso de adquisición de conceptos. Se reconocen como herramientas al debate y las actividades prácticas.
Los estudiantes integran los nuevos aprendizajes de manera más honda y, por lo tanto, significativa. Esto se observa en la comprensión profunda del contenido, lo que deriva en recuerdos incluso más duraderos y la creación de estructuras conceptuales más complejas.
Siguiendo todo lo anterior, los estudiantes relacionan e integran los nuevos conocimientos, en los que el contenido se internaliza y puede ser utilizado para resolver problemas y situaciones complejas. Las antedichas redes conceptuales acercan al individuo a una comprensión profunda de la realidad en sus diferentes matices y retos.
El aprendizaje significativo puede dividirse en diferentes tipos, según el tipo de contenido que se aprende:
El aprendizaje de representaciones tiene que ver con asignar significados a símbolos. Esto sigue un proceso de asociación mediante el cual el estudiante recurre a conceptos disponibles para nombrar objetos o elementos concretos.
El aprendizaje de conceptos recurre al de representaciones para establecer relaciones, pero, en este caso, los conceptos se relacionan con ideas abstractas, lo que hace que el razonamiento sea más complejo. De hecho, en este nivel, se establecen categorías para agrupar individuos de una especie o clase.
El aprendizaje de proposiciones es el nivel más elaborado en lo que respecta a la adquisición e integración de conocimientos. En este nivel, el aprendiente tiene la capacidad de razonar y proponer valoraciones con respecto a la ciencia, filosofía. Hay que mencionar que este tipo de aprendizaje significativo es voluntario y de manera consciente.
El aprendizaje significativo puede ser fomentado aplicando las siguientes estrategias:
Conectar los contenidos de asignaturas con las experiencias previas de los estudiantes.
Incluir ejemplos de la vida real para contar con referencias concretas y conocidas.
Implementar ejercicios prácticos para incentivar el pensamiento complejo durante la resolución de problemas.
Proponer dinámicas de diálogo, discusión y debate, actividades imprescindibles para el desarrollo del pensamiento crítico
Establecer grupos de trabajo colaborativa con el fin de promover la negociación de ideas y la toma de decisión conjunta.
Utilizar organizadores gráficos para estructurar información, de modo que sea más sencillo y visual reconocer categorías y relaciones.
Proporcionar retroalimentación positiva para guiar a los estudiantes en su proceso de aprendizaje.
Implementar de manera transversal los recursos tecnológicos y digitales para incrementar la motivación e interés de los estudiantes.
Objetivo | Actividades propuestas |
Resolver ecuaciones algebraicas |
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Mejorar habilidades lingüísticas |
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Desarrollar habilidades de investigación |
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Entender las causas de la Revolución Francesa |
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Desarrollar habilidades de escritura argumentativa |
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Coll, C., Martín, E., Mauri, T., Miras, M., Onrubia, J., Solé, I., & Zabala, A. (1995). El constructivismo en el aula. Graó.
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