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El área de educación y pedagogía constantemente está innovando sus maneras de enseñar a los alumnos para alimentar y mejorar el proceso educativo y asegurar un aprendizaje significativo en el estudiante. Por ello, un nuevo método educativo se va abriendo camino en las aulas: el trabajo por proyectos, una metodología didáctica que implica realizar un diagnóstico, determinar un problema, planear actividades para resolverlo, ejecutarlas y evaluarlas. Cabe mencionar que en cada una de estas fases se integran algunos o todos los contenidos del curso y de otras asignaturas.
Aplicando el método de trabajo por proyectos, los docentes no explican la teoría de forma monótona durante la clase, simplemente plantean un tema a desarrollar donde la idea es que los niños y los estudiantes en general investiguen por su cuenta, buscando en la web, en libros o pidiendo ayuda a sus docentes, padres y familiares. De este modo, el educador se encarga entonces de disipar las dudas que a los estudiantes les surgen a lo largo del proceso y quizá les entreguen materiales didácticos que deben sintetizar y les den un empujón con su investigación.
Consiste en la investigación y la autonomía. Aquí los docentes se pueden servir de cualquier actividad cotidiana para desarrollar un nuevo proyecto basado, por ejemplo, en el estudio de animales del entorno, cantidad de estudiantes con smartphone, alimentos ricos en glúten o cualquier tema con los que los alumnos tengan un gran aprendizaje.
La metodología de trabajar por proyectos es bastante novedosa y está siendo muy utilizada en las distintas escuelas y colegios (inclusive en algunas universidades), dado que les permite a los estudiantes realizar trabajos donde ejerciten su pensamiento crítico al tener que llegar a conclusiones que solventen problemáticas, retos o llegar a responder interrogantes del trabajo de investigación.
Al significar una participación directa en el campo de estudio, los motiva a aprender e investigar, logrando beneficios en su rendimiento académico.
Las principales ventajas que tiene el trabajo por proyectos respecto al modelo tradicional son las siguientes:
Adicional a las características y beneficios, encontramos las 5C que se impulsan con el trabajo por proyectos, entonces…
El docente debe presentarse como un guía del proceso explicando y orientando a sus alumnos en la realización de los proyectos. Antes de empezar, será necesario identificar el tema, organizar los grupos y definir la estructuración del trabajo. Esta estrategia del trabajo por por proyectos se puede aplicar en todos los niveles educativos, individual o grupal, propiciando la interacción con los docentes, con la familia, con el entorno, con la comunidad y con la tecnología como fuente de información.
Se pueden generar muchas ideas para realizar trabajo por proyectos y más aún tratándose de temas cotidianos; así, algunas ideas para la etapa de educación inicial podrían ser:
En la etapa de educación básica podemos citar algunas ideas para proyectos interesantes en la materia de Geografía e historia:
Así como estas propuestas, se pueden generar temas para desarrollar trabajo por proyectos adaptados a las diferentes áreas de aprendizaje, etapas educativas y carreras específicas a nivel de educación superior con sus especialidades.
Algunos profesionales de la educación exponen la premisa de que al realizar trabajo por proyectos no solo es importante culminarlos, sino que los mismos deben ser de alta calidad.
En un principio, muchos pensaron que los trabajos por proyectos no eran de mayor utilidad, que no funcionarían, por ejemplo, en escuelas situadas en entornos desfavorecidos y multiétnicos. Luego se trasladó este método a colegios en barrios con alumnos de escasos recursos para finalmente confirmar que no solo es bueno para todos, sino que es aún mejor para los alumnos con menos oportunidades, promoviendo el aprendizaje basado en proyectos enfocados a los objetivos de desarrollo sostenible. Estos son los que buscan posibles soluciones a los problemas derivados de la industrialización y el crecimiento de la población así como su repercusión en el medioambiente.
Analizamos entonces las propuestas educativas para este mundo cada vez más cambiante y también complejo donde se busca que los estudiantes adquieran aptitudes que los preparen para hacer frente a las situaciones cotidianas. Se toma como ejemplo la robotización y su impacto en la elevada tasa de desempleo de la juventud en países potencia, afirmando que hay que preparar a los jóvenes para hacer lo que las máquinas no podrán hacer. En el futuro no habrá menos puestos de trabajo, sino que requerirán habilidades más elevadas, como la creatividad, que es una habilidad humana invaluable.
El proyecto debe suponer un reto intelectual para el alumno y por eso hay que ajustarlo a cada edad, recordando que no debe ser ni demasiado difícil ni demasiado aburrido; también debe ser auténtico, es decir, debe tener relación con su contexto, con sus vidas. En tercer lugar, debe ser colaborativo, pues los debe obligar a trabajar con equipos y relacionarse con agentes fuera de la escuela; debe implicar gestión, ya que no se trata sólo de hacer un proyecto sino de organizar todo de una buena forma; debe invitar a la reflexión y, por último, debe ser público, no solo para el profesor.
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