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La violencia sexual es una lacra social que debe ser atajada de raíz a través de la legalidad. Es por ello, que se necesita de normas que endurezcan estas conductas delictivas para lograr una sociedad ausente de este tipo de comportamientos despreciables. Así, existen diferentes tipos de violencia sexual que puede en ocasiones crear confusión a la hora de diferenciarlos. Ahora bien, aunque en ocasiones sea complicado identificar estos tipos de violencia sexual a la hora de categorizarlos en uno u otro tipo, existe un denominador común que es la de atacar los derechos humanos de las personas. De esta forma, encontramos los siguientes tipos de violencia sexual.
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Tanto el asesinato como el homicidio tienen un resultado final que es la muerte de una persona. No obstante, cuando se lleva a cabo de forma intencionada tendrá la consideración de homicidio doloso y, en caso de realizarse como consecuencia de cometer una imprudencia sería considerado homicidio involuntario. En cambio el asesinato será cuando la muerte se dan algunas circunstancias como el ensañamiento, la alevosía, por un precio o como medio para cometer otro delito o para encubrirlo.
Existen diferentes tipos de asesinatos u homicidios, en base a la víctima:
A su vez, el femicidio o feminicidio se puede clasificar en los siguientes tipos:
Se define el acoso sexual en la Ley Orgánica 3/2007 de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres como:
Cualquier comportamiento, verbal o físico, de naturaleza sexual que tenga el propósito o produzca el efecto de atentar contra la dignidad de una persona, en particular cuando se crea un entorno intimidatorio, degradante u ofensivo"
En base a esta definición, estos tipos de violencia sexual puede derivar de:
El acoso por razón de sexo se define en la nuestro ordenamiento como:
Cualquier comportamiento realizado en función del sexo de una persona, con el propósito o el efecto de atentar contra su dignidad y de crear un entorno intimidatorio, degradante u ofensivo"
Haciendo uso de otras palabras, consiste en un comportamiento basado en atentar contra la dignidad, intimidar, degradar u ofender a otra persona en función de su sexo.
Consiste en acciones unidireccionales de connotación sexual que lleva a cabo un desconocido en un espacio público hacia una víctima sin interés por mantener una comunicación real. Algunas de estas prácticas serán las miradas lascivas, los piropos, los gestos obscenos, el arrinconamiento, o las fotografías del cuerpo sin consentimiento y con connotación sexual, entre otras.
El abuso sexual más que con lo físico tiene más que ver con la experiencia que se ejerce sobre la víctima no solo en su cuerpo, sino en sus sentimiento. Por ello, se puede distinguir un abuso sexual físico mediante penetración vaginal, anal u oral, tocamientos, caricias o manoseos, entre otros; y otro menos físico, por medio de palabras soeces, proposiciones indecentes, masturbación o pornografía.
No obstante la OMS (Organización Mundial de la Salud) los clasifica de la siguiente forma:
Algunas de las formas en las que se produce este abuso sexual son las siguientes:
La agresión sexual consiste en menoscabar la libertad sexual de otra persona haciendo uso de la violencia o la intimidación. Este delito tendrá su versión más agravada en el caso de que se lleve a cabo mediante el empleo de la intimidación coercitiva.
Puede existir confusión en ocasiones entre algunos tipos de violencia sexual como es la violación o la agresión sexual. Pero la diferencia entre violación y agresión sexual tiene que ver con la intensidad del acto, la penetración del miembro sexual masculino u otro objeto y la indispensable violencia o intimidación a la hora de llevar a cabo el acto. En este sentido, la violación, es más intensa, requiere de esa penetración y que se lleve a cabo con violencia o intimidación siempre.
Consiste en imponer que se practiquen relaciones sexuales haciendo uso del chantaje emocional, provocando así relaciones sexuales de riesgo en los que, por ejemplo, no se emplee el uso del preservativo.
Aquí se engloba el atentado contra derechos como el acceso a los servicios de salud sexual, al tratamiento y prevención de enfermedades como el VIH, el SIDA o ITS, el uso de anticonceptivos, expresar libremente la sexualidad, preservar la identidad corporal, acceder a tratamientos de infertilidad o la interrupción voluntaria del embarazo en condiciones de gratuidad.
Los matrimonios forzados o concertados son unidades matrimoniales en los que se pacta unirse en matrimonio por intereses ajenos a la voluntad de uno de los cónyuges. No se da el consentimiento aunque legalmente se contraiga el matrimonio. Existe una dificultad en cuanto a solicitar un posterior divorcio y esas personas quedan atrapadas en lo que se conoce como una de las nuevas formas de esclavitud moderna. Además en el caso de quienes se casan a edad temprana, pueden ser víctimas de abusos sexuales o susceptibles de contraer enfermedades de transmisión sexual.
Aquellos actos en los que se obligue a la persona a realizar algo de tipo sexual, ya sea besar, o tener relaciones sexuales es un abuso sexual en pareja. Es decir, esta violencia sexual en pareja carece de consentimiento hacia esa actividad sexual y tiene la consideración de agresión sexual o violación, con independencia de encontrarse inmersos o no en una relación.
De forma obligatoria y a través de la amenaza, la coacción, el uso de la violencia física, psicológica, simbólica o judicial (en procesos de incapacitación) se llevan a cabo acciones sobre la planificación reproductiva de una mujer o una niña. Estos tipos de violencia sexual pueden llevarse a cabo con fines eugenésicos o con la intención de impedir la reproducción de una población como castigo.
La mutilación genital femenina se practica en algunos países como parte de su cultura en ritos que simbolizan el paso a la edad adulta, siendo esta práctica un elemento de socialización de las niñas. Existen diferentes tipos de mutilación genital femenina (clitoridectomía, excisión, infibulación) que constituyen una forma de violencia sexual extrema.
En estos tipos de violencia sexual, se mercantiliza con el cuerpo habitualmente de las mujeres a través de prácticas sexuales. Además desgraciadamente, en esta práctica, pueden producirse otro tipos de delitos como la amenaza, la privación de libertad o el asesinato. También existe la variante relativa a la explotación con fines sexuales de personas en edad infantil.
La pornografía presenta una visión deshumanizada de la mujer en la que se presenta su figura como sin sentimientos, deseos, o donde ella no puede sentir dolor, miedo, angustia, indiferencia, desagrado, en definitiva, donde el placer de la mujer es irrelevante.
Estos tipos de violencia sexual consiste en viajar a otros países subdesarrollados con un interés exclusivo de mantener relaciones sexuales con personas prostituidas. Una práctica que es favorecida incluso por algunos de estos países como reclamo para la economía local como sucede en el sudeste asiático.
Motivados por el deseo sexual de sentirse observados, estos tipos de violencia sexual consisten en mostrar de forma obscena los genitales a personas que tienen algún tipo de discapacidad o que son menores. Habitualmente se lleva a cabo con personas extrañas y de forma desprevenida.
Consiste en involucrar a menores en prácticas sexuales mediante la incitación, la inducción o estimulación.
A través de la cibercriminalidad se llevan a cabo actos como el ciberacoso sexual (el agresor utiliza la agresividad para conseguir imágenes de contenido sexual; el ciberabuso sexual (igual que el ciberacoso sexual pero estableciendo un vínculo emocional); el Grooming (un adulto prepara a un menor para realizarle una proposición sexual física); Solliciting (solicitudes online de adultos hacia niños de imágenes sexuales); o la sextorsión (amenazar con revelar información íntima de una víctima a cambio de dinero) entre otras.
Este tipo de violencia sexual se produce cuando por una vinculación directa o indirecta con un conflicto armado, se practican violaciones, esclavitud sexual, embarazos o esterilización forzada, explotación sexual u otro tipo de actos graves de violencia sexual.
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