Especialista en Enfermedades y Principales Trastornos de la Conducta Alimentaria. Dietoterapia
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La anorexia y la anorexia nerviosa son términos que a menudo se utilizan indistintamente, pero, en realidad, poseen matices significativos que marcan la diferencia entre ambos trastornos alimentarios. En este blog, exploraremos a fondo los conceptos de anorexia y anorexia nerviosa, sus síntomas distintivos y las claves para entender las diferencias esenciales entre ellos.
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En términos generales, la anorexia se refiere a una disminución general de la ingesta de alimentos. En este contexto, una persona puede experimentar una pérdida significativa de peso debido a no consumir suficiente comida o nutrientes. Esta problemática puede manifestarse por diversas razones, incluyendo problemas médicos que afectan el apetito o la absorción de nutrientes.
Aunque la anorexia afecta principalmente a niñas y mujeres, en los últimos tiempos también se ha vuelto más común entre niños y hombres. Sin embargo, es crucial diferenciarla de la anorexia nerviosa, un trastorno específico de la conducta alimentaria.
Los síntomas de la anorexia pueden incluir una ingesta de alimentos significativamente reducida, pérdida de peso, debilidad y fatiga. A menudo, hay una alteración de la imagen corporal donde la persona se ve a sí misma extremadamente delgada.
Así, los síntomas físicos de la anorexia pueden incluir:
La anorexia nerviosa es un trastorno mental caracterizado por una distorsión de la imagen corporal y un miedo intenso a ganar peso. Las personas afectadas pueden restringir severamente la cantidad de comida que ingieren y adoptar comportamientos como el ejercicio físico excesivo para perder peso, además las personas que padecen esta problemática, no pueden mantener un peso mínimamente saludable para su estatura, con un índice de masa corporal inferior a 18,5.
La anorexia nerviosa puede tener consecuencias graves para la salud física y mental, incluyendo complicaciones como la anemia, problemas cardíacos, pérdida ósea y alteraciones electrolíticas. El tratamiento multidisciplinario, que incluye asesoramiento, cuidado nutricional y apoyo profesional, es fundamental para abordar esta condición y promover la recuperación.
Los síntomas de la anorexia nerviosa incluyen una preocupación obsesiva por la comida, el peso y la forma del cuerpo, así como prácticas de conducta alimentaria restrictivas. A menudo, las personas afectadas pueden parecer extremadamente delgadas pero aún así se perciben a sí mismas con sobrepeso. Los síntomas comunes de la anorexia nerviosa incluyen:
La principal diferencia entre anorexia y anorexia nerviosa radica en que la anorexia es un síntoma que puede tener múltiples causas, mientras que la anorexia nerviosa es un trastorno de la alimentación específico con criterios diagnósticos establecidos. La anorexia nerviosa implica una alteración de la imagen corporal y factores psicológicos que conducen a un comportamiento alimentario patológico.
El tratamiento para la anorexia y la anorexia nerviosa implica un enfoque integral y multidisciplinario, abordando tanto la salud física como los problemas psicológicos subyacentes. Esto puede incluir terapia nutricional, psicoterapia y, en algunos casos, medicación. El objetivo es restaurar un patrón de ingesta de alimentos saludable y corregir la distorsión de la imagen corporal.
Así, para la anorexia como síntoma, el tratamiento se centra en abordar la condición médica subyacente que está causando la pérdida de apetito. En cambio, la anorexia nerviosa requiere una combinación de terapia psicológica, rehabilitación nutricional y, en algunos casos, medicación para tratar trastornos concurrentes como la depresión o la ansiedad.
La terapia cognitivo-conductual es comúnmente utilizada para abordar los patrones de pensamiento distorsionados relacionados con la imagen corporal y la alimentación. En casos graves, puede ser necesaria la hospitalización para estabilizar la salud del paciente y comenzar el proceso de recuperación. Es crucial que el tratamiento sea personalizado y adaptado a las necesidades específicas de cada individuo.
El papel del médico especialista en nutrición es fundamental en el tratamiento de la anorexia y la anorexia nerviosa. Este profesional es clave para diseñar un plan de alimentación personalizado que asegure la ingesta adecuada de nutrientes y la recuperación del peso saludable. En el caso de la anorexia nerviosa, el especialista en nutrición trabaja en conjunto con psicólogos y otros profesionales de la salud para abordar los aspectos psicológicos y conductuales del trastorno, además de las necesidades físicas. La educación nutricional proporcionada por estos expertos ayuda a los pacientes a restablecer patrones de alimentación saludables y a superar miedos relacionados con la comida y el peso. Por lo tanto, la intervención del médico nutricionista es imprescindible para el éxito del tratamiento y la recuperación a largo plazo del paciente.
¿Te interesa el ámbito de la nutrición? ¡En este blog te contamos la diferencia entre nutriólogo y nutricionista!
María Luisa Avilés Padilla
COPYWRITER
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