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Convivir es un aprendizaje que cuyo desarrollo y resultado irá acompañado de cada persona durante toda su vida. Enriquecerse en valores gestionar las emociones de forma adecuada, empatizar con otras personas, ser asertivo o adquirir habilidades sociales son aspectos que contribuyen a resolver los conflictos de forma pacífica y también, a resolver situaciones concretas de forma no conflictiva y adecuada a las circunstancias. En este sentido, son las instituciones educativas las que apuestan por que el alumnado aprenda a convivir desde edades tempranas y de forma adecuada.
¿Quieres saber más acerca de la educación para la convivencia?
Aprender a enseñar a los más pequeños a resolver sus conflictos es una oportunidad de apostar por la educación para la convivencia y por crear sociedades más justas y que se desarrollan en un clima de respeto. Para lograrlo son muchos los docentes que especializan su perfil profesional matriculándose en el master en convivencia escolar de Euroinnova International Online Education.
La educación para la convivencia promueve valores, actitudes y habilidades necesarias para vivir en armonía. Busca el respeto, la empatía, la tolerancia y la resolución pacífica de conflictos. Reconoce la diversidad humana y fomenta una cultura de paz. No se limita al ámbito escolar, es responsabilidad de todos. A través del diálogo y el trabajo colaborativo se promueve el respeto mutuo.
Busca prevenir la violencia y promover una ciudadanía comprometida. Fortalece la cohesión social y contribuye a una sociedad más justa y solidaria. La educación para la convivencia construye una sociedad basada en el respeto, la tolerancia y la paz, formando ciudadanos armónicos y progresistas.
Dentro de la educación existen 4 pilares esenciales propuestos por la Unesco, a lo largo de la vida se recomienda aplicarlos para obtener una educación para la convivencia:
Con estos 4 pilares puestos en práctica de seguro la armonía en un centro educativo orientado en los valores y ciudadanía será una realidad.
Educar para convivir no es la ausencia de violencia, más bien es el resultado y expresión de valores inculcados. Están asociados a la comunicación, el diálogo, la cooperación, el respeto mutuo, etc. La escuela y la familia son espacios de enseñanza-aprendizaje para modelar y socializar.
Ahora bien, si en tu escuela o comunidad existen algunos de estos indicadores:
Puedes aplicar algunas técnicas o estrategias propuestas. Lo importante es ser constante, consecuente y coherente entre lo que se hace y lo que se dice. Todos debemos ser ejemplo de la educación para la convivencia escolar.
La educación para la convivencia se da en un proceso de sinergia entre los alumnos, profesores, familiares del estudiante, personal de la escuela y sus autoridades. En este sentido, para quienes se preguntan cómo fomentar la convivencia escolar, una maravillosa opción es aplicar algunas de las siguientes técnicas o estrategias:
Seguir normas de convivencia es un requisito indispensable para el buen vivir. Asegúrate que dentro de la institución las personas deban cumplir reglas que estimulen el buen desempeño y la generación de un ambiente propicio para las actividades escolares.
El deporte es uno de los mejores elementos para combatir los conflictos sociales. Las actividades deportivas didácticas funcionan como un desahogo y estimulan la sana competencia, la recreación y la cooperación entre los que participan.
Asimismo pasa con actividades orientadas a la danza, el teatro o las bellas artes, que conforman otra de las estrategias para comprender cómo fomentar la convivencia escolar.
Talleres, charlas, debates… son parte de las actividades que se pueden realizar para formar a la comunidad estudiantil. Es importante hacer el llamamiento que la educación sobre este tema no es algo que solo debe ir dirigido a los estudiantes, es indispensables que cada integrante de dicha comunidad reciba formación constante.
Actualmente, cada vez son más centros los que optan por contar con la figura de un formador especializado en mediación escolar que emplea los métodos propios de la disciplina para dar solución a los conflictos que surgen en el día a día.
Además, el mediador se encarga también de instruir a otros agentes de la comunidad educativa (profesores, padres y alumnos) en las áreas relacionadas con la mediación escolar.
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Lo más habitual en los procesos de mediación es establecer una secuencia de trabajo estructurada en torno a 7 pasos secuenciales, que también podemos observar en el ámbito de la mediación escolar.
Los pasos a seguir en un proyecto de mediación escolar son:
El mediador debe conocer qué personas requieren del proceso de mediación y cuál es la causa que lo origina. En esta fase el mediador debe tener una primera toma de contacto con los afectados en la que se haga un primer acercamiento al conflicto y se detalle el funcionamiento del proceso de mediación, explicando de forma clara en qué consiste, y dejando siempre claro que la mediación escolar es siempre un proceso al que las partes se someten voluntariamente.
Además, en este momento el mediador deberá considerar si realmente es aplicable la mediación o por otra parte el conflicto deberá derivarse a la jefatura de estudios para que se impongan las sanciones correspondientes tras estudiar el caso.
Cabe destacar que no cualquier conflicto en las aulas es susceptible de mediación escolar, ya que en principio, los que atentan contra las normas de convivencia del centro estarían excluidos del proceso.
Una vez acordado entre las partes la puesta en marcha del proceso de mediación escolar, el mediador deberá elegir el espacio en el cual se llevará a cabo, teniendo en cuenta la relevancia de crear un clima que refuerce la confianza mutua entre interesados y mediador, para lo que se recomiendan unas altas dosis de empatía e inteligencia emocional.
En este punto del proceso deben aclarase las normas que regirán la mediación, ya que sin que las partes acepten acatarlas, la mediación escolar no tendrá lugar, recordemos que se trata de un acto voluntario.
En esta fase de la mediación escolar los mediadores conocerán con más detalle y profundidad la versión de los hechos de ambas partes, evitando tomar posición en ninguna de ellas, siendo la imparcialidad un elemento clave de toda mediación.
Como parte de este paso, el mediador debe hacer preguntas muy abiertas y parafrasear las aportaciones de las partes, de forma que el conflicto pueda escucharse desde una perspectiva ajena al mismo, facilitando la comprensión de la postura opuesta a la de cada parte.
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El objetivo de esta fase es el de profundizar en la naturaleza del conflicto, tratando de enfocarlo desde diferentes puntos de vista que ayuden a esclarecer los hechos y vislumbrar posibles soluciones.
Es muy importante que en esta parte de la mediación escolar cada parte se ponga en el lugar de la otra, ya que si esto se consigue será más fácil revertir su propia postura inicial y dar un paso más hacia la resolución definitiva. En este momento se definen los aspectos más relevantes del conflicto.
En esta etapa deben ponerse sobre la mesa todas las ideas y posibles soluciones que han surgido a lo largo del resto del proceso de mediación escolar, de entre las cuales se elegirán las que más favorezcan a la resolución del conflicto, fomentando la cooperación entre las partes y tratando que lleguen a acuerdos concretos.
Por ejemplo, con el curso de mediación familiar y escolar con acceso al registro de mediadores, que te ofrece Euroinnova, desarrollarás las competencias y habilidades necesarias para superar con éxito esta fase del proceso.
Cuando se ha alcanzado un acuerdo que satisface a ambas partes, se establece una hoja de ruta para ponerlo en práctica, debiendo estar ambas de acuerdo, y ser capaces de expresar verbalmente qué pactos se han alcanzado, para verificar que efectivamente comprenden las medidas adoptadas en el proceso de mediación escolar.
En esta fase se establecerá una fecha fija para revisar en qué estado se encuentra el conflicto y así poder llevar a cabo las medidas que se estimen oportunas.
Una vez ha transcurrido un plazo prudencial, es recomendable que mediador y las partes implicadas en el proceso de mediación escolar se encuentren de nuevo para valorar el estado del conflicto, haciendo incidencia en lo que ha funcionado y en lo que no, para establecer las medidas y los cambios oportunos.
En este momento de la mediación, suele ser conveniente tratar con las partes en qué medida esta ha resultado satisfactoria y ha tenido incidencia sobre la resolución del conflicto.
Tener un plan para evitar cualquier problema que pueda presentarse es ideal, tal como mencionamos anteriormente, pero también se deben tomar acciones para prevenir que los problemas sucedan.
A pesar que pueda sonar un poco increíble es posible tomar acciones de convivencia escolar para evitar problemas, tales acciones son:
La aplicación de estrategias y técnicas ayudará a estimular una buena y efectiva convivencia social dentro y fuera de la institución educativa. Este proceso debe realizarse cumpliendo, por lo menos, tres etapas que harán que todo sea más fluido y aportará mayor garantía al alcance de los objetivos deseados.
De este modo, es recomendable que todo el que se pregunte cómo fomentar la convivencia escolar dentro de la institución cumpla con las siguientes etapas:
Es importante que antes de actuar sepamos cuáles son los problemas que deben atacarse y ahondar, lo más que se pueda, para descubrir su origen o razones que lo generan. En muchos casos, las situaciones de violencia dentro de la escuela se deben a que en la convivencia familiar de esos estudiantes se presentan fallas. Bajo la orientación de especialistas, este factor se puede tratar.
También hay ambientes educativos que funcionan, en estos caso el diagnóstico servirá para atender casos puntuales o para saber que lo que se ha estado implementando genera buenos resultados. Esta etapa es propicia para detectar cuáles factores estimulan la pérdida de la sana convivencia como la falta de recursos económicos, mala comunicación, problemas sociales…
En esta etapa se ejecutan las estrategias y técnicas que estimulan la interrelación efectiva entre cada uno de los individuos que integran la comunidad escolar. Por lo general, estas actividades son implementadas por profesionales que saben llevar y mantener el control de las dinámicas.
Durante la tercera y última etapa se evalúan los resultados generados por la aplicación de estrategias. Al tener esa información se pasa a la toma de decisiones si se prosigue o no con una acción determina.
Hay que acotar que para garantizar una convivencia escolar se debe realizar un esfuerzo constante.
En primer lugar debemos dejar claro que es en la educación básica o primaria donde se suele iniciar el bullying o maltrato escolar, pero este puede extenderse y llegar a ser más intenso entre los adolescentes pertenecientes a la escuela secundaria. En este sentido, el curso en línea de programa nacional de convivencia escolar aborda contenidos como:
El curso online de programa nacional de convivencia escolar está dirigido a docentes, orientadores, supervisores, personal directivo de centros educativos y en general a todos los licenciados y técnicos relacionados al mundo de la educación.
De igual forma, el curso de convivencia es de utilidad a todas aquellas personas que desean saber más sobre la convivencia escolar y las técnicas de evaluación e intervención de este fenómeno.
Nuestra Formación
Nuestro porfolio se compone de cursos online, cursos homologados, baremables en oposiciones y formación superior de posgrado y máster.
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