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La poda es una práctica milenaria que combina la ciencia y el arte, y cuyo papel crucial se basa en el cuidado y la gestión de árboles, plantas y arbustos en una variedad de entornos, que van desde los jardines domésticos hasta los extensos campos agrícolas. Esta técnica, tras largos años de práctica, ha evolucionado para adaptarse a las necesidades específicas de cada especie vegetal y a los deseos del jardinero o agricultor.
Para entender la esencia de la poda, es necesario comprender que consiste en eliminar aquellas partes de la planta, como ramas o raíces que están deterioradas o inservibles, para cumplir el propósito de mejorar su salud, productividad y estética. Existen varios tipos de poda, cada uno diseñado para cumplir una función específica y alcanzar objetivos particulares. A lo largo de este post, aprenderemos más sobre esta práctica y sus diferentes variedades. ¡Allá vamos!
Tener un jardín supone un gran sacrificio y compromiso para saber cuidarlo y que las plantas crezcan sanas y fuertes. Por tanto, la poda es necesaria para reforzar la belleza y salud de las plantas y es algo que nos permite hacer ciertos cambios en su crecimiento. Las herramientas de poda están específicamente diseñadas para desempeñar los diferentes tipos de poda. Conoce los beneficios más importantes y destacados sobre la poda y sus técnicas:
El fin de practicar los diversos tipos de poda es conseguir una apariencia bonita, atractiva y cuidada de plantas, árboles o arbustos. Tallos más verdes, ramas fuertes y flores y frutos llenos de color y belleza. Y no solo la poda se centra en la estética. Sirve para dirigir el crecimiento hacia los lugares o espacios que queramos para no dañar la planta o el sitio donde esta esté. Es fundamental seguir el equilibrio del resto de la decoración de patios y jardines que tenemos.
Nos referimos al cuidado de los árboles, ya que eliminando las ramas que están en malas condiciones, evitamos que se puedan romper y caer en un jardín, parque o calles y provocar daños. Esto especialmente está relacionado con aquellas inclemencias meteorológicas peligrosas como el viento o la lluvia. De esta manera, los tipos de poda que existen controlan mucho mejor el crecimiento, haciendo que la proporción de ramas que crecen por ambos lados del árbol o arbusto, sea equilibrada e impida que se rompa.
Al realizar los diversos tipos de poda, aumenta la oxigenación de las ramas de las ramas o tallos. De esta manera, disminuyen el número de infecciones o enfermedades. Asimismo, cuando se cortan zonas de la planta enfermas, que presentan insectos o hay infección, se evita que se extienda al resto de zonas sanas. Por otro lado, si se tienen árboles frutales, la práctica de los tipos de poda harán que crezcan más sanos y obtengan un sabor más rico. La poda ayuda a alargar los años de vida de las plantas, por eso es fundamental.
En muchos casos, el clima y los cambios de temperatura de cada estación, hacen que la propia naturaleza sea quien pode naturalmente para continuar con la evolución de estas especies vegetales. Sin embargo, existen especies de plantas y árboles que no viven en su entorno natural y es responsabilidad de la mano humana de realizar los distintos tipos de poda para reforzar su correcto desarrollo. Podar con la frecuencia adecuada es fundamental para que las plantas se desarrollen correctamente y alarguen sus años de vida.
Según las plantas o árboles, los tipos de poda y su frecuencia pueden variar mucho. De manera general, de marzo a septiembre es la época del crecimiento. Por tanto, el momento ideal iría de octubre a marzo porque la vegetación no se está desarrollando de la misma manera. Así, comenzará el siguiente ciclo de crecimiento de una forma más eficiente. En cambio, las plantas con flores, la dinámica cambia ya que hay que estar más pendiente de la evolución de crecimiento para realizar la poda.
Tras conocer que la poda consiste en eliminar aquellas ramas deterioradas o inservibles, que sus beneficios aportan belleza y salud a las especies vegetales, y cuándo es el momento idóneo para realizar la poda; llega el momento de conocer qué tipos de poda existen:
Se refiere dentro de los tipos de poda, a la que se efectúa cuando los árboles todavía no han llegado a la madurez, que tienen entre dos y tres años. Por tanto, la poda de formación establece la forma que deseamos darle al árbol cuando sea adulto. Son de los tipos de poda más importantes al determinar qué estructura llegará a tener en el futuro y reducirá la necesidad de realizar modificaciones al ser ya adulta. Si son plantas más robustas o difíciles, es común utilizar guías de metal o madera fijadas a las ramas laterales para orientar la dirección que se quiere tener del árbol.
Es una poda más específica donde se realizan cortes en ramas de árbol o arbusto que se encuentran tiernas. Así, se reduce el volumen si tenemos plantas muy frondosas. La frecuencia dependerá de este factor concretamente. Si tiene poco volumen, la poda se hará una vez al año, pero si es un árbol o arbusto muy frondoso con ramas gruesas, se realizará más veces.
Es de los tipos de poda más característicos por los que se desempeña esta práctica: preservar la salud de las especies vegetales. Por tanto, la poda de saneamiento se basa en ese motivo. Se cortan ramas secas o tallos de plantas enfermas, que tengan insectos o rotas o a punto de romperse. Así, evitamos que se produzcan daños materiales y personales debido a caídas, y que las zonas problemáticas se extiendan al resto de vegetación.
Se desarrolla mucho en los proyectos de paisajismo. Dentro de los tipos de poda, este consiste en dar diferentes formas a los árboles y arbustos para conseguir embellecer los jardines. Los árboles ideales con una gran cantidad de hojas son los cipreses o ficus. Con estos se pueden llegar a conseguir creaciones espectaculares y creativas con gran imaginación.
Sucede en los arbustos y árboles frutales para que tengan un equilibrio entre la cantidad de yemas de madera y las de flor. Gracias a estos tipos de poda, se pueden mejorar los resultados, aunque hay que tener en cuenta las características de los tipos de árboles frutales y sus necesidades. Habrá que adaptar la frecuencia y la técnica de corte en función de la especie.
Consiste en podar las plantas que se encuentran en mal estado, eliminando las ramas y los tallos que se encuentran secos o débiles. Así, se desarrollará con el volumen adecuado y correctamente.
Aquellas plantas con flores son las protagonistas en estos tipos de poda tras la floración. Consiste en cortar los arbustos, mejor en invierno después de que florezcan, para que llegue la primavera y las flores crezcan fuertes y bonitos. Depende de la especie y su zona donde crezcan las flores, se hará el corte perfecto y se aplicará la técnica mejor empleada de los tipos de poda.
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