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¿Estás pensando en trabajar como repartidor de floristería? Con todo, las flores son una realidad de las ciudades modernas.
Una necesidad que no deja de crecer y bien vista por todos. Por ello, es necesario contar con profesionales que se encarguen de cuidar, vender y diseñar los arreglos florales.
Repartir no es solo conducir todo el día y llevar mercancías o productos de un lugar a otro. Algunas de las tareas de este trabajo consisten realizar una buena planificación o en disponer la carga para que el reparto sea rápido y eficaz.
Hoy vamos a profundizar sobre el rol profesional del repartidor de floristería. Lee este post y descubre muchas de las funciones que seguro que no conocías del repartidor de floristería.
Desde un ramo de flores hasta muebles, pasando por la compra de la semana, un repartidor es más que la persona que conduce para llevar estos productos de un punto A a un punto B. Es más, hoy en día hasta puede ir en bici y trabajar a través plataformas en las que las personas solicitan un artículo puntual, como comida, pilas o pastillas para el dolor de cabeza.
Normalmente, el repartidor trabaje solo, excepto si se trata de grandes mercancías como muebles o electrodomésticos. Así que son muchas las tareas que recaen en una sola persona. Además, al trabajar de cara al público y sorteando el tráfico, los problemas que surjan en su día a día pueden ser muy variados. La planificación es fundamental para el correcto funcionamiento de la jornada laboral. Y no hay que olvidar que es la cara visible de la empresa, por lo que la amabilidad es importante.
El repartidor planifica el horario y la ruta, carga la furgoneta de manera que la mercancía esté dispuesta por orden de entrega, descarga los productos, gestiona los recibos con el cliente y, en ocasiones, hasta cobra.
En ocasiones, se encarga de visitar a los clientes y tomarles nota del pedido, por lo que también es responsable de las ventas o de promocionar nuevos artículos. Además, tiene que rellenar registros, mantener la furgoneta limpia y cumplir con las fechas de entrega, sobre todo si ha de recorrer largas distancias, lo cual implica pasar tiempo fuera de casa.
Según el tipo de vehículo que use, el repartidor puede necesitar, además del permiso necesario para conducir un coche o furgoneta ligera (B). Puede necesitar otros tipos de carnés, como el tipo C (para automóviles de entre 3,5 o 7,5 toneladas) y D (de más de 7,5 toneladas). Por ello muchas veces como repartidor, se considera un requisito indispensable, pero hay otros más relacionados con la capacidad de desempeñar este trabajo correctamente.
Es positivo que al repartidor de floristería le guste conducir, pues es lo que hará la mayor parte de su jornada laboral, pero también ha de conocer su área de reparto e incluso el nombre de las calles. Por otra parte, la puntualidad y responsabilidad, así como, tener don de gentes, ser capaz de seguir un horario y saber gestionar los imprevistos o las emergencias, es necesario para afrontar cualquier imprevisto. Si trabaja con productos pesados, ha de estar en buena forma física. Y también ha de ser capaz de hacer reparaciones menores del vehículo.
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