Curso de Psicología y Técnicas de Venta (Titulación Universitaria + 6 ECTS)
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Los feriantes son personas que trabajan en ferias, mercados o eventos itinerantes donde venden productos diversos. Pueden vender desde alimentos hasta ropa, artesanías o productos electrónicos. La vida de un feriante puede ser bastante variada y en función del tipo de feria en la que trabaje y su ubicación geográfica. Algunos tienen puestos fijos en mercados locales, mientras que otros viajan constantemente de feria en feria.
En general, los feriantes suelen tener horarios de trabajo irregulares, pues dependen de las fechas de las ferias y de la demanda de los clientes. Durante los días de feria, suelen resistir jornadas laborales larguísimas y períodos más tranquilos entre eventos. La vida de un feriante también implica una cierta dosis de incertidumbre financiera, ya que los ingresos pueden variar mucho de un día a otro y de una feria a otra. Además, deben enfrentarse a los desafíos logísticos de transportar sus productos y montar y desmontar sus puestos en cada ubicación.
Algunos feriantes disfrutan de la libertad y la trashumancia que ofrece su estilo de vida, pero también tienen que lidiar con mucho estrés y agotamiento. En cualquier caso, la vida de un feriante suele estar marcada por la adaptabilidad, el trabajo duro y la pasión por los productos que venden.
Muchos feriantes tienen otras profesiones además de vender productos en ferias. Esto se debe a que las ferias tienen sus raíces en la historia antigua, cuando las personas intercambiaban bienes y servicios en mercados locales. Antes de que existieran las tiendas permanentes, los comerciantes viajaban de un lugar a otro, vendiendo sus productos en ferias y mercados temporales. Eran lo que se denomina vendedores ambulantes.
Debido a esto, es común que muchos feriantes tengan habilidades en oficios como electricidad, fontanería, carpintería u otros trabajos manuales. Los electricistas, por ejemplo, instalan y mantienen el cableado eléctrico de las atracciones y la iluminación en todo el recinto de la feria. Los fontaneros se ocupan de la instalación y reparación de sistemas de fontanería para baños portátiles, fuentes de agua y otros servicios relacionados con el agua. Por otro lado, los carpinteros construyen y reparan estructuras como cabinas de juegos, escenarios para espectáculos y puestos de comida.
Las ferias tienen un origen muy antiguo, remontándose a civilizaciones antiguas como la griega y la romana, donde se celebraban eventos comerciales para intercambiar bienes y productos. Estos eventos evolucionaron a lo largo del tiempo y se extendieron por Europa durante la Edad Media, donde las ferias se convirtieron en puntos importantes de intercambio comercial y cultural.
En la actualidad, las ferias siguen siendo lugares donde los comerciantes pueden mostrar y vender sus productos, pero también son eventos sociales donde la gente puede disfrutar de actividades, comida y entretenimiento. Muchos feriantes continúan manteniendo vivas estas tradiciones ancestrales mientras adaptan sus negocios a las necesidades y gustos modernos. A semejanza de otras profesiones manuales y oficios, el feriante lo es de cuna, normalmente por tradición familiar.
Ser feriante requiere una combinación única de habilidades y competencias para sentirse a gusto en este puesto de trabajo tan cambiante y emocionante. Algunas de las cualidades y competencias importantes que un feriante debería poseer incluyen:
Habilidad para la venta: Un buen feriante debe ser capaz de persuadir a los clientes y cerrar ventas de manera efectiva, por lo que son personas con tener habilidades de comunicación excelentes.
Espíritu emprendedor: Los feriantes a menudo son dueños de sus propios negocios y deben tener una mentalidad emprendedora para identificar oportunidades, gestionar sus recursos y tomar decisiones que impulsen el crecimiento de su negocio.
Adaptabilidad: Dado que las ferias pueden ser impredecibles en términos de clima, afluencia de público y ventas, los feriantes deben ser capaces de adaptarse rápidamente a diferentes situaciones y ajustar su estrategia según sea necesario.
Habilidades organizativas: Organizar y mantener el puesto de venta en orden, gestionar el inventario y llevar un registro de las transacciones son aspectos clave del trabajo de un feriante. La capacidad para mantenerse organizado y gestionar eficientemente el tiempo es fundamental.
Resistencia física y mental: Trabajar en ferias puede ser agotador física y mentalmente, especialmente durante largas jornadas laborales y en condiciones climáticas adversas. Los feriantes necesitan estar en buena condición física para mantenerse activos durante toda la duración de la feria.
Conocimiento del producto: Es fundamental que un feriante conozca bien los productos que está vendiendo, incluyendo sus características, precios y beneficios. Esto ayuda a brindar un mejor servicio al cliente y a responder a cualquier pregunta que los clientes puedan tener.
Habilidades de negociación: Además de vender productos, los feriantes a menudo tienen que negociar precios, condiciones de venta y otros términos con proveedores y clientes.
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