Explorando el rol del gestor cinegético

La cinegética se refiere al arte y la ciencia de la caza. Es un término que engloba todas las técnicas y estrategias empleadas para cazar animales de manera regulada y sostenible. La cinegética no sólo se centra en la acción de cazar, sino también en la gestión y conservación de las especies cinegéticas y sus hábitats, asegurando que la actividad cinegética contribuya a la preservación de la biodiversidad y al equilibrio ecológico. En este campo entra en juego el gestor cinegético.

En este artículo, conoceremos las funciones principales del gestor cinegético y su importancia en la conservación de la biodiversidad.

¿Qué es la gestión cinegética?

La gestión cinegética es el conjunto de prácticas y estrategias utilizadas para administrar y regular la caza de animales silvestres, con el fin de asegurar su uso sostenible y la conservación de la biodiversidad. Incluye la planificación de la caza, el mantenimiento de los hábitats, la investigación y el monitoreo de las poblaciones de fauna, así como la implementación de medidas que promuevan un equilibrio entre la actividad cinegética y otros usos del medio natural. Es una parte crucial de la estrategia de conservación que busca armonizar los intereses económicos, sociales y ambientales relacionados con la caza y la vida silvestre.

¿Cuál es el trabajo de un gestor cinegético?

Un gestor cinegético es una persona o entidad responsable de la planificación y administración de actividades relacionadas con la caza, con el objetivo de asegurar un uso sostenible y responsable de los recursos cinegéticos. Esto incluye la gestión de las poblaciones de fauna silvestre y sus hábitats, la regulación de las temporadas de caza, y la implementación de prácticas que promuevan la conservación de la biodiversidad y el equilibrio ecológico.

La gestión cinegética se basa en principios de sostenibilidad y conservación, y puede incluir la elaboración de un Plan Cinegético, que es un documento de gestión que establece las características de los aprovechamientos y las actuaciones de mejora a realizar durante la vigencia del plan. Este tipo de planificación es crucial para garantizar que la actividad cinegética contribuya positivamente al desarrollo rural y a la lucha contra la despoblación, al tiempo que se mantiene en equilibrio con otras funciones y usos del medio natural.

Cómo ser gestor cinegético

Para convertirse en gestor cinegético, generalmente se requiere una combinación de formación académica, experiencia práctica y conocimiento de la legislación y regulaciones locales de caza. Aquí hay algunos pasos que podrías seguir:

1. Educación: Obtén una formación relacionada con la gestión de recursos naturales, biología, veterinaria, ciencias ambientales o forestales.
2. Experiencia: Participa en actividades de caza y conservación para adquirir experiencia práctica. 
3. Certificación: Algunas regiones pueden requerir una certificación específica para ejercer como gestor cinegético.
4. Conocimiento legal: Familiarízate con las leyes de caza y conservación de la fauna local. 
5. Planificación: Aprende a elaborar y gestionar planes cinegéticos sostenibles.
6. Colaboración: Establece relaciones con administraciones, cazadores, científicos y otros actores del sector. 

Formaciones que te recomendamos para la gestión cinegética

• CURSO GESTIÓN CINEGÉTICA: Curso de Elaboración de Planes de Gestión Cinegética (Titulación Universitaria + 8 Créditos ECTS)

• CURSO ESPECIALISTA CINEGÉTICA: Especialista en Gestión Cinegética

• CURSOS CONTROL DE PREDADORES Y CINEGÉTICO: UF2318 Control Sostenible de las Poblaciones de Predadores de las Especies Cinegéticas y Piscícolas

Competencias del gestor cinegético

Las competencias de un gestor cinegético son diversas y abarcan desde el conocimiento técnico y científico hasta habilidades de comunicación y gestión. Algunas de las habilidades y capacidades que debe tener este profesional son:

• Conocimiento ecológico y biológico: Entender la ecología de las especies cinegéticas y sus interacciones con el ecosistema.
• Gestión de hábitats: Capacidad para manejar y mejorar los hábitats de la fauna silvestre. Esto puede incluir la restauración de áreas degradadas, la protección de corredores biológicos y la implementación de prácticas de manejo forestal sostenible. Un hábitat saludable no solo es vital para la supervivencia de las especies cinegéticas, sino que también beneficia a muchas otras formas de vida silvestre y contribuye a la salud general de los ecosistemas.
• Planificación cinegética: Desarrollar y ejecutar planes de gestión cinegética que sean sostenibles y adaptativos.
• Monitoreo y evaluación: Seguimiento de las poblaciones de caza y adaptación de las prácticas de gestión según sea necesario.
• Comunicación y sensibilización: Habilidad para comunicar y promover la importancia de la caza sostenible y la conservación de la biodiversidad.
• Cooperación intersectorial: Trabajar en colaboración con diferentes sectores y administraciones para la gestión integrada de la actividad cinegética. 

Desafíos y recompensas

Desafíos

La gestión cinegética implica una serie de desafíos que requieren un enfoque equilibrado y una toma de decisiones informada. Entre estos desafíos se encuentran: 

• Equilibrio ecológico: mantener un equilibrio entre las poblaciones de fauna silvestre y sus hábitats naturales, mientras se permite la caza sostenible. 
• Presión humana: Gestionar el impacto de las actividades humanas, como la urbanización y la agricultura, que pueden amenazar la biodiversidad.
• Cambio climático: Adaptarse a los efectos del cambio climático que alteran los ecosistemas y afectan a las especies cinegéticas.
• Conflictos de interés: Resolver conflictos entre diferentes grupos de interés, como cazadores, conservacionistas y comunidades locales.
• Educación y concienciación: Fomentar la educación y la concienciación sobre la importancia de la caza responsable y la conservación de la naturaleza. 

Recompensa de la gestión cinegética

A pesar de los desafíos, se un gestor cinegético también trae consigo recompensas significativas:

1. Conservación activa: Contribuir activamente a la conservación de la biodiversidad y la protección de los ecosistemas.
2. Desarrollo sostenible: Promover el desarrollo sostenible y el uso responsable de los recursos naturales.
3. Impacto social: Influir positivamente en las comunidades locales mediante la creación de empleo y el fomento de la cultura y tradiciones locales.
4. Avance científico: Participar en la investigación y el avance del conocimiento científico en el campo de la gestión de la fauna silvestre.
5. Satisfacción personal: Experimentar la satisfacción personal de trabajar en un campo que combina la pasión por la naturaleza con la responsabilidad ética y social.