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La educación en España ha experimentado transformaciones significativas en las últimas décadas, reflejadas en la evolución de sus leyes educativas. La Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) de 2013 y la Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (LOMLOE) de 2020 han marcado distintos enfoques y prioridades en el sistema educativo español. Por tanto, en este artículo se analizarán las diferencias clave entre la LOMCE y la LOMLOE, centrándose en cómo ambas leyes abordan la atención a la diversidad en el sistema educativo español.
La atención a la diversidad hace referencia a un principio educativo diseñado para asegurar que todo el alumnado, independientemente de sus capacidades, ritmos y estilos de aprendizaje, origen social o cultural, formen parte activa del proceso educativo.
Del mismo modo, esta medida educativa busca adaptarse a las características y necesidades específicas de cada alumno, proporcionando apoyos y ajustes curriculares cuando sea necesario. Esto incluye la creación de metodologías de enseñanza flexibles, el uso de recursos personalizados y el trabajo colaborativo entre docentes, familias y otros profesionales. De esta forma, se favorece la equidad y se asegura que todo el alumnado tenga las mismas oportunidades para aprender y progresar, sin importar sus diferencias individuales.
En las últimas décadas, el sistema educativo en España ha experimentado diversos cambios legislativos que han reflejado diferentes enfoques sobre cómo mejorar la calidad educativa y atender a las necesidades del alumnado. Estas leyes han ido adaptándose a las exigencias sociales, económicas y políticas del momento, y han influido en la estructura y funcionamiento de los centros educativos en todo el país.
Por un lado, la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), tenía como objetivo principal mejorar los resultados académicos y reducir las altas tasas de abandono escolar en España. Para ello, estableció un sistema basado en estándares de rendimiento y evaluaciones externas, introdujo itinerarios diferenciados a edades tempranas y fomentó la competitividad entre los centros educativos.
Por otro lado, la Ley Orgánica 3/2020, conocida como LOMLOE surge como una respuesta crítica a la LOMCE, promoviendo un modelo educativo más inclusivo, equitativo y centrado en el desarrollo integral del alumnado. La LOMLOE elimina elementos considerados segregadores y apuesta por una mayor personalización del aprendizaje.
Por todas estas cuestiones, la transición de la LOMCE a la LOMLOE supone un cambio significativo en el enfoque hacia la atención a la diversidad y la inclusión educativa en España. En este caso, voy a destacar las principales diferencias entre ambas leyes:
Flexibilización del currículo: La LOMCE establecía itinerarios diferenciados a edades tempranas, lo que favorecía la segmentación del alumnado en función de su rendimiento académico. En cambio, la LOMLOE promueve un currículo más flexible, que no divide al alumnado en diferentes trayectorias desde los primeros años. En lugar de segmentar, se busca adaptar la enseñanza a las necesidades de cada estudiante, ofreciendo diferentes formas de aprender según sus características y ritmos.
Instrumentos de evaluación: Mientras que la LOMCE apostaba por evaluaciones externas y reválidas estandarizadas, que medían el rendimiento académico de manera uniforme, pero sin considerar las diferencias individuales del alumnado, la LOMLOE promueve una evaluación continua y personalizada, centrada en el desarrollo de competencias clave y el progreso individual de cada alumno. Se enfoca en una evaluación integral, que incluye pruebas, proyectos y la autoevaluación, permitiendo una visión más completa del aprendizaje.
Medidas de atención a la diversidad: Frente a la segregación temprana de la LOMCE, la LOMLOE refuerza las medidas de atención a la diversidad, como adaptaciones curriculares y programas específicos, asegurando una respuesta adecuada a las necesidades del alumnado. Además, apuesta por una educación inclusiva que elimine barreras y fomente la igualdad de oportunidades, integrando a todo el alumnado en un entorno común.
Participación de la comunidad educativa: La implicación de las familias es otro aspecto fundamental en el modelo de atención a la diversidad. Mientras que la LOMCE priorizaba un enfoque más centralizado en la toma de decisiones, lo que implicaba que las directrices y políticas educativas se establecieran principalmente desde el gobierno central, limitando la participación de las familias en los centros educativos, la LOMLOE fomenta la participación activa de las familias en el proceso educativo, así como la colaboración con organizaciones sociales, centros de apoyo y otros agentes comunitarios.
La LOMLOE representa un avance hacia un modelo educativo más inclusivo, equitativo y flexible, priorizando la atención a la diversidad y eliminando prácticas segregadoras de la LOMCE. Este enfoque busca garantizar que todo el alumnado, independientemente de sus necesidades o capacidades, puedan alcanzar su máximo potencial dentro de un sistema educativo de calidad.
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