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El significado de pensamiento intrusivo está relacionado con procesos mentales en los que podrían intervenir trastornos mentales. Aunque en principio un pensamiento de este tipo no es de cuidado, ya que se considera normal, sí que significaría un problema si llega a adquirir un cariz obsesivo.
En este post, te contamos qué significa pensamiento intrusivo, además de contarte cuáles son sus causas y cómo controlarlo.
Cuando se discurre en torno al pensamiento intrusivo, desde la psicología, se menciona que se trata de cualquier idea que aparece repentina y aleatoriamente en la mente de manera involuntaria. En principio, podría no suponer un riesgo, ya que este es un tipo de evento recurrente en todas las personas. Esta es una respuesta una pregunta muy común entre las personas: “¿por qué mi mente piensa cosas que no quiero pensar?”.
Sin embargo, hay ocasiones en las que la frecuencia de su aparición podría generar sentimientos y sensaciones de angustia, malestar o, incluso, ansiedad. En este caso, la idea, imagen o pensamiento podría llegar a convertirse en una obsesión con consecuencias negativas en torno a la concentración, la calma y el bienestar psicológico en general. Ante esta persistencia, surge la dificultad de manejar o controlar los pensamientos intrusivos, por lo que podrían asociarse a ciertos trastornos mentales.
Los pensamientos intrusivos, como se ha mencionado, son propios de la mente humana; sin embargo, pueden provocar malestar psicológico si es que se encuentran en el marco de un trastorno mental.
Este trastorno, como lo indica su nombre, está relacionado con la presencia de obsesiones o ideas que se repiten de manera compulsiva. Los pensamientos, así, emergen de manera intrusiva y son, en todo momento, persistentes. Las personas, al experimentar ansiedad y otras sensaciones, desarrollan conductas que buscan calmar el malestar. A estos comportamientos se les conoce como rituales en torno a, por ejemplo, limpieza, orden o control-
Los eventos traumáticos –experimentados en primera persona o atestiguados– puede provocar pensamientos intrusivos con respecto a dichos sucesos. ¿Qué forma adquieren? Pueden ser recuerdos espontáneos, pesadillas reiteradas, evitación, hipervigilancia, entre otros. Las respuestas emocionales son intensas, causadas directamente por pensamientos, ideas o imágenes desagradables.
Estos trastornos se asocian a pensamientos intrusivos relacionados con la ocurrencia de una catástrofe o la pérdida del control total sobre determinada situación. La persona, en este caso, sufre pánico de que se desencadenen eventos, aunque no haya razones externas o reales que puedan provocarlos.
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Los pensamientos intrusivos abarcan una amplia gama de contextos y situaciones. No obstante, entre los más comunes, se encuentran los relacionados con la sexualidad, la muerte y la religión.
Los pensamientos intrusivos alcanzar a la sexualidad. Estas ideas pueden no corresponderse con los deseos de la persona, pero sí causar sensaciones de molestia o incomodidad al experimentar fantasías sexuales. Las imágenes que invaden la mente intempestivamente podrían incluir a familiares, amigos, personas del entorno e incluso situaciones o acciones que irían en contra de valores, creencias o convicciones religiosas. Para quienes los tienen, es necesario enfatizar que estos pensamientos no son reales.
La muerte es una constante y, como suele decirse, la única certeza que poseen los humanos. Como puede ocurrir en cualquier momento, ya sea por una fatal casualidad o por consecuencia de una enfermedad, las personas pueden experimentar pensamientos intrusivos por temor a morir o que le ocurra a algún ser querido. Estas ideas pueden ser angustiantes sobremanera y llevar a conductas de extremo autocuidado o sobreprotección.
En el caso de la religión, los pensamientos intrusivos aparecen como constante apelación sobre el cumplimiento del marco moral, ético o de fe que la acompaña. De este modo, las personas pueden experimentar ideas repetitivas sobre haber incurrido en pecado, haber ofendido a Dios, miedo de ir al infierno, imágenes sexuales, blasfemias, entre otros. Surge, entonces, un conflicto interno que desemboca en ansiedad y otras conductas.
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La manera de identificar cuándo es necesario recibir apoyo de un profesional de la salud mental es tomar consciencia de que el pensamiento intrusivo se ha convertido en un problema. ¿Cómo notar esto? El principal indicador se encuentra en las limitaciones en la vida cotidiana.
Precisamente, estos pensamientos obsesivos pueden permear diferentes campos y dimensiones de un individuo, como su relación con eventos, situaciones, personas, objetos, entornos, entre otros. Como consecuencia, no solo se alimenta el pensamiento mediante una constante evaluación de si este es real o no, sino que también se asumen conductas o comportamientos perjudiciales como modo de control.
En personas que padecen trastornos mentales, como trastornos alimentarios o TOC, dichas conductas podrían conducir a dinámicas y acciones cuyo fin sería mantener determinado “orden”, como disminuir la ingesta de alimentos para no subir de peso o verificar que se cerró la toma de gas en una cocina. En cualquier caso, esta ansiedad impacta en el bienestar psicológico de quien la experimenta. De ahí que el apoyo psicológico sea tan importante.
Si te has preguntado cómo eliminar un pensamiento intrusivo, te brindamos algunos pautas para controlarlos.
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