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Imagina un nuevo estilo de vida que une privacidad y comunidad en un solo lugar: eso es el coliving. Este modelo revolucionario redefine la convivencia moderna, ya que ofrece espacios compartidos y privados, lo que permite optimizar recursos y brindar un ambiente ideal para estudiantes, profesionales y nómadas digitales. A lo largo del texto, exploraremos en qué consiste el coliving y por qué se ha convertido en una alternativa accesible frente a los altos costos y limitaciones de la vivienda tradicional en las ciudades más grandes y dinámicas.
El coliving es al mismo tiempo un modelo y un concepto de vivienda. En cuanto modelo residencial, se erige como una opción de vida comunitaria en la que la colaboración permite la optimización de recursos sin perder privacidad y comodidad. Así, el coliving ofrece espacios compartidos, pero también espacios privados para que los residentes puedan realizar sus actividades con independencia y total autonomía.
Ahora bien, visto como concepto, se plantea como un estilo de vida, sobre todo, para estudiantes de posgrado, nómadas digitales y jóvenes profesionales que no buscan una casa o piso de residencia permanente. En este sentido, el coliving se presenta como una oportunidad para independizarse sin necesidad de formalizar una hipoteca. Visto así, sea como modelo o concepto, es una opción en la que la socialización en las áreas comunes es posible sin alterar el orden individual.
Esta es, precisamente, la principal característica del coliving: no solo se comparten espacios, sino que también se participa en actividades conjuntas, lo que permite crear un sentido de pertenencia, enriquecer la experiencia de vida en colectividad y crear nexos tanto personales como profesionales. Inspirado en la cultura de la innovación y comunidades, con Silicon Valley y San Francisco como casos ejemplares, el coliving es especialmente popular en grandes ciudades como la Ciudad de México, Madrid y Barcelona.
En España, el coliving se ha convertido en un fenómeno que facilita el acceso a la vivienda en un contexto en el que los alquileres alcanzan precios exorbitantes, impagables para casi todos los jóvenes. De hecho, es una opción a la clásica búsqueda de habitación en un piso, que también ha sido alcanzada por los precios altos, la especulación y la disminución de prestaciones básicas (véanse las ofertas de alquiler en espacios minúsculos).
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El coliving funciona de la siguiente manera:
Una persona alquila o renta un espacio privado.
La residencia alberga a varias personas, por lo que necesita espacios y áreas comunes compartidas. Los ambientes son lo suficientemente espacios como para que todos los residentes puedan disfrutarlos.
Debido a las necesidades de estos, los contratos de alquiler pueden extenderse durante semanas o meses, siempre a corto plazo.
Los contratos incluyen el acceso a los servicios básicos y otras prestaciones, como la conexión a internet de alta velocidad.
Los espacios comunes funcionan como punto de encuentro donde los residentes comparten ideas, experiencias, expectativas, entre otros. Es un lugar en el que pueden surgir emprendimientos u otras opciones de negocio.
Una de las premisas del coliving es asegurar y maximizar la funcionalidad de sus espacios y servicios, por lo que los espacios se distribuyen estratégicamente para que todos los residentes puedan desenvolverse sin dificultades.
Las áreas comunes están pensadas para la colaboración y la multifuncionalidad, ya que todos los residentes las compartirán durante el tiempo que dure cada estancia. Se incluyen la cocina, el salón, el comedor y los espacios de trabajo. Estas zonas compartidas están distribuidas de tal modo que no afectan ni la tranquilidad ni la privacidad de los residentes. En algunos casos, cuando los servicios son más amplios, los edificios de coliving pueden ofrecer gimnasios o áreas recreativas.
Los espacios de socialización pueden ser muy importantes para quienes buscan vivir en coliving, pero lo son también las habitaciones con baño privado. En efecto, las habitaciones privadas ofrecen descanso, intimidad y un espacio propio. Hay que mencionar que el coliving incluye habitaciones amuebladas para que los residentes no se preocupen del mobiliario básico (cama, escritorio, silla, ropero).
Pero hay que mencionar, asimismo, que el coliving cuenta con una propuesta interesante de seguridad: sumado a la distribución idónea de los espacios, se encuentra el sistema de acceso a las instalaciones mediante tarjetas y cerraduras electrónicas, muy comunes hoy en día, sobre todo, en hoteles y otros servicios de hospedaje.
El coliving también se convierte en una opción muy atractiva debido a la ubicación de sus residencias. Estas suelen estar en zonas céntricas o aledañas a los centros empresariales y tecnológicos. Por lo mismo, cuentan con conexiones con servicios públicos de transporte y otros sitios de interés, como los centros culturales, zonas de ocio, entre otros.
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El coliving ofrece las siguientes ventajas:
Compartir los gastos permite ahorrar, lo que reduce el gasto en vivienda y servicios.
Los contratos suelen ser de corta duración, por lo que es una opción muy atractiva para nómadas digitales o personas de paso por la ciudad.
El coliving se distingue por ofrecer servicios básicos y espacios acondicionados, como áreas de cocina, lavandería, espacios de ocio, áreas de trabajo (coworking), entre otros.
La socialización es posible gracias a los espacios compartidos, donde la interacción contribuye a crear redes de contactos, compartir ideas y conocimientos, e innovar.
El estilo de vida en el coliving apunta a la sostenibilidad, ya que este modelo residencial prioriza las energías renovables y el reciclaje.
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