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El acoso laboral, también conocido como mobbing, es un fenómeno que afecta tanto la integridad psicológica como el rendimiento profesional de las víctimas. Esta forma de hostigamiento en el ámbito laboral puede presentarse de diversas maneras, desde comportamientos sutiles hasta agresiones directas. A pesar de que las legislaciones en varios países reconocen y sancionan este tipo de conductas, el acoso laboral continúa siendo un problema presente en muchos entornos laborales. En este texto se analizará en detalle el concepto de acoso laboral, sus características, tipos y las medidas de prevención que pueden implementarse para proteger a los trabajadores.
El acoso laboral (en inglés, mobbing) es una forma de acoso que se manifiesta en el ámbito laboral mediante conductas o comportamientos hostiles hacia una persona con el fin de intimidarla o humillarla.
El Diccionario panhispánico del español jurídico (DPEJ) recoge dos definiciones que conviene mencionar aquí. Por un lado, en derecho laboral, se entiende como una “acción encaminada a producir malestar, miedo o terror en una persona o grupo de personas respecto de su lugar de trabajo, que afecta la dignidad de los trabajadores y su derecho a la intimidad”. Por otro lado, en derecho penal, se define como “acoso que se realiza en el ámbito de una relación laboral o funcionarial. Es constitutivo de delito si se realiza con prevalimiento de una relación de superioridad y es grave”. Se trata, por lo tanto, de un acto que se sustenta en la presión psicológica ejercida sobre la víctima.
El acoso laboral incluye actos reiterados y sostenidos de hostigamiento, que afectan directamente el bienestar emocional y psicológico del trabajador. Esta situación de acoso se caracteriza por comportamientos que, aunque en ocasiones pueden parecer sutiles, constituyen un trato degradante que vulnera de manera continua los derechos de la persona. En muchos casos, las víctimas de acoso laboral experimentan una significativa disminución en su rendimiento y salud mental, lo que deteriora aún más la relación y actividad laboral. Además, este tipo de conductas no siempre implican una relación de superioridad jerárquica (como la relación entre jefes y subordinados), ya que también pueden ser perpetradas por compañeros de trabajo.
El conflicto laboral y el acoso no deben confundirse, aunque puedan compartir ciertos elementos. Mientras que el conflicto implica una confrontación o desacuerdo entre dos o más trabajadores, el acoso laboral se caracteriza por la realización de forma reitera de actos hostiles o humillantes que buscan intimidar a la víctima deliberadamente. Así, el conflicto supone diferencias por puntos de vista que no necesariamente incluyen violencia y acoso.
Los sujetos involucrados en casos de acoso laboral son los siguientes:
Empleado que sufre actos hostiles y humillantes, acompañados de acoso psicológico y, en ocasiones, violencia.
Acosador que ejecuta dichos actos con el objetivo de intimidar. Puede ser un compañero, un superior o incluso un subordinado.
Los acosadores pueden ocupar cualquier posición en la jerarquía organizacional. Los departamentos de recursos humanos, en este sentido, deben ejecutar medidas para detener estos casos y desplegar protocolos de prevención para concienciar a los trabajadores sobre las consecuencias del acoso laboral. En muchas ocasiones, las víctimas buscan el apoyo de abogados especialistas para poder hacer frente al acoso y recibir el amparo de la legislación vigente.
El acoso laboral puede clasificarse en, al menos, cuatro tipos: disciplinario, directivo, estratégico y perverso. Veamos a continuación cada uno de ellos:
Disciplinario. Se recurre a la autoridad o posición jerárquica para intimidar a la víctima. Los actos más comunes son las amenazas de despido y la aplicación de sanciones injustificadas.
Directivo. Los superiores asignan una mayor cantidad de tareas, de manera abusiva, para incrementar la productividad.
Estratégico. El acoso, en este caso, busca que la víctima abandone voluntariamente el cargo o acepte condiciones de despido con menos beneficios. Se emplean tácticas como la sobrecarga de tareas o el aislamiento social.
Perverso. El acosador no busca ninguna consecuencia en lo que concierne a las actividades laborales. El origen de sus conductas se encuentra en su personalidad.
En el ámbito legal, el acoso laboral es objetivo de estudio del derecho laboral y penal, así como objeto de legislación como parte de los delitos contra la integridad moral. En España, por ejemplo, este tipo de acoso se encuentra recogido en el artículo 173.1 del Código Penal. También se encuentra la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales y en Real Decreto Legislativo 2/2015, de 23 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores. Este marco normativo, amparado en la Constitución Española, busca garantizar los derechos fundamentales de los trabajadores, asegurar su bienestar en sus centros de trabajo y actuar ante casos de acoso laboral de manera oportuna.
Las organizaciones deben contar con un protocolo claro para la prevención y respuesta ante el acoso laboral. Este protocolo debe estar compuesto por una serie de procedimientos destinados a identificar situaciones de acoso, actuar de manera inmediata y proteger a las víctimas. ¿Qué se debe tomar en cuenta para componer estos protocolos? Estos son los aspectos básicos que el protocolo de acción y prevención debe recoger:
Conformación de una comisión contra el acoso laboral.
Establecimiento de medidas para enfrentar casos de acoso.
Formación y concienciación sobre el acoso laboral y sus consecuencias.
Creación de canales confidenciales de denuncia.
Medidas de protección de la víctima.
Las empresas, por medio del departamento de recursos humanos, deben confeccionar este protocolo y desplegar las medidas para la prevención y atención de los casos de acoso laboral. Se deben tomar en cuenta los convenios, las leyes y lo señalado en el Estatuto de los Trabajadores. Además, se trata de una medida necesaria para evitar sanciones administrativas –véanse las multas dinerarias– impuestas por los organismos encargados de inspeccionar a las empresas.
Para comprender con mayor amplitud el concepto de acoso laboral, se deben tomar en cuenta los términos asociados.
Se trata de una práctica ejecutada por un superior, quien utiliza su posición y poder para realizar actos de hostigamiento contra un subordinado. El personal directivo es que el suele incurrir en este tipo de acoso.
Como forma de acoso psicológico tiene el objetivo de manipular a la víctima para que esta dude de su percepción. En el contexto laboral, el gaslighting se puede utilizar para culpar a la víctima, generarle confusión y minar su autoestima.
Se manifiesta mediante la violencia con la que se intimida, excluye o degrada a la víctima. Los actos de hostigamiento pueden incluir rumores, insultos, aislamiento o sabotaje del trabajo.
Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales. Boletín Oficial del Estado, 269, de 10 de noviembre de 1995. https://www.boe.es/eli/es/l/1995/11/08/31/con
Real Academia Española. Diccionario panhispánico del español jurídico (DPEJ). https://dpej.rae.es/
Real Decreto Legislativo 2/2015, de 23 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Estatuto de Trabajadores. Boletín Oficial del Estado, 255, de 24 de noviembre de 2015. https://www.boe.es/eli/es/rdlg/2015/10/23/2/con
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