Postgrado en Gestión de la Calidad ISO 9001:2015 en Centros Educativos + Titulación Universitaria
Índice
La organización del tiempo escolar es un tema clave en el ámbito educativo, y una de las principales discusiones gira en torno a la elección entre la jornada escolar continua y la jornada escolar partida. Ambas modalidades tienen ventajas y desventajas, tanto para los alumnos como para los docentes y las familias. A continuación, vamos a abordar las diferencias entre estos dos modelos, lo que opinan los expertos, las preferencias de las familias y los docentes.
La jornada escolar continua se caracteriza por un horario de clases más largo, con un solo intervalo o recreo durante el día. En general, las clases se imparten por la mañana, y el alumnado terminan su jornada escolar en un solo bloque de tiempo, normalmente alrededor de las 2 p.m.
Este modelo tiene como principal ventaja la concentración de actividades en un solo tramo del día, permitiendo que los alumnos se liberen más temprano y dispongan de tiempo libre por la tarde.
Las ventajas más significativas según los expertos son:
Pero otros, destacan también algunas desventajas como, que los niños más pequeños pueden encontrar difícil mantener la concentración durante tantas horas seguidas. Las largas jornadas pueden ser agotadoras para ellos, especialmente si no cuentan con un descanso prolongado para recuperar energías.
Por otro lado, en algunos casos, los alumnos tienen menos tiempo para un almuerzo adecuado, lo que puede afectar su nutrición y concentración para la tarde.
La jornada escolar partida consiste en una división del día escolar en dos bloques de clases: uno por la mañana y otro por la tarde, con un intervalo más largo, generalmente de una a dos horas, para el almuerzo.
Este modelo es común en muchos países y permite que el alumnado tenga tiempo suficiente para comer y descansar entre los dos períodos de clase.
En este tipo de modalidad, las ventajas más significativas según los expertos son:
Pero como en la modalidad anterior, algunos expertos también señalan desventajas importantes, entre las que destacamos, que la jornada partida puede interrumpir el ritmo de aprendizaje.
Las largas pausas pueden dificultar que los alumnos se concentren nuevamente al retomar las clases, especialmente en las primeras horas de la tarde y por otras partes, para los alumnos más pequeños, las largas horas en la escuela pueden ser cansadas, especialmente cuando las clases se extienden hasta la tarde, lo que podría afectar su rendimiento.
Las preferencias de las familias dependen en gran medida de varios factores, como la edad de los niños, las necesidades laborales de los padres y madres y la estructura familiar.
Las familias con niños mayores o aquellas que valoran el tiempo libre por la tarde suelen preferir la jornada continua. Esto les permite a los alumnos terminar temprano y tener más tiempo para realizar tareas, practicar deportes, disfrutar de actividades extracurriculares o pasar tiempo con la familia.
Por su parte, las familias con niños más pequeños o aquellas que tienen horarios laborales que coinciden mejor con un horario partido pueden preferir esta opción. Un descanso largo para comer y descansar es visto como positivo, ya que los niños tienen la oportunidad de recargar energías antes de continuar con las clases.
La opinión de los docentes también varía dependiendo de factores como la edad de los alumnos y el entorno educativo.
Algunos docentes prefieren la jornada continua porque les permite concentrarse en una enseñanza más fluida, sin tantas interrupciones. Además, los maestros pueden terminar su jornada laboral antes, lo que les proporciona más tiempo para tareas personales.
Otros docentes prefieren la jornada partida, especialmente si trabajan con niños más pequeños. Los descansos largos permiten que los alumnos se relajen, lo que puede mejorar su comportamiento y capacidad de concentración en la segunda parte del día. También les ofrece a los maestros tiempo adicional para planificar, preparar materiales o realizar otras tareas profesionales.
Como podemos comprobar, ambos modelos de jornada escolar presentan ventajas y desventajas según el contexto educativo, las necesidades de las familias y los docentes. La elección de la jornada partida o la jornada continua depende de las necesidades particulares del alumnado, las preferencias de las familias y las condiciones laborales de los docentes. En última instancia, un modelo que favorezca el aprendizaje efectivo y el bienestar de los estudiantes será el más adecuado.
Quizá te interesa leer sobre...
Nuestra Formación
Nuestro porfolio se compone de cursos online, cursos homologados, baremables en oposiciones y formación superior de posgrado y máster.
Ver oferta formativa¡Muchas gracias!
Hemos recibido correctamente tus datos. En breve nos pondremos en contacto contigo.