Si eres parte de una empresa o de un proyecto, seguramente has podido comprobar que los riesgos son una parte inevitable del proceso de toma de decisiones. Aun así, esto no significa que no se puedan prevenir. Y es que existe una herramienta que nos permite identificar, cuantificar y gestionar los posibles peligros de forma eficaz: hablamos del mapa de riesgo.
Con el mapa de riesgos podemos anticiparnos a los problemas, evitarlos o minimizar sus consecuencias. ¿Quieres saber cómo elaborar un mapa de riesgos? ¡Sigue leyendo! En este post te lo contamos.
¿Qué es un mapa de riesgos?
Que una empresa crezca, implica asumir los posibles riesgos del camino. Ahora bien, planificar cómo se van a enfrentar es fundamental para que el resultado final sea exitoso. Aquí es donde entra en acción el mapa de riesgos, una herramienta utilizada en la gestión de amenazas para identificar, evaluar y visualizar los posibles obstáculos que tendrá que superar una organización.
El mapa ofrece una representación gráfica de los riesgos, así como del impacto que podrían tener en sus operaciones, finanzas, reputación y otros aspectos relevantes. De esta forma, se pueden tomar decisiones informadas sobre cómo mitigar, aceptar o evitar estos riesgos.
Elementos del mapa de riesgos
Para construir un mapa de riesgos efectivo es crucial comprender los elementos que lo componen:
- Riesgo: es la posibilidad de que ocurra un evento o situación que tenga un impacto negativo en los objetivos del mercado. Por ejemplo, un riesgo podría ser la pérdida de datos o una alta competencia en el mercado.
- Nivel de perjuicio: implica determinar la gravedad o magnitud del riesgo. Es recomendable desarrollar algún tipo de escala para clasificar los niveles de perjuicio.
- Matriz de riesgos: es una tabla que cruza los niveles de perjuicio y la probabilidad para asignar un valor o una categoría a cada riesgo, según su importancia o prioridad. Por ejemplo, un riesgo con un nivel de perjuicio máximo y una probabilidad alta sería un riesgo crítico.
- Mapa de calor: es una representación gráfica de la matriz de riesgos, donde se usan colores para diferenciar los niveles de riesgo.
Pasos a seguir para elaborar un mapa de riesgos
¿Quieres elaborar tu propio mapa de riesgos? Entonces toma nota de estos pasos que te recomendamos:
- Identificar los riesgos: es preciso hacer un listado con todos los posibles riesgos que se pueden encontrar por el camino. Para ello, ten en cuenta elementos como el contexto interno y externo, los objetivos de la empresa, los recursos materiales y humanos, y los stakeholders. Técnicas como el análisis DAFO y PESTEL, o las encuestas y entrevistas, pueden ser muy útiles en este paso.
- Evaluar los riesgos: ¿cómo va a afectar el riesgo identificado en la estrategia de desarrollo de mercado de la empresa? Usa criterios cualitativos y cuantitativos para estimar el nivel de perjuicios y la probabilidad de que ocurra cada amenaza.
- Priorizar los riesgos: ubica los riesgos en la matriz y en el mapa de calor mencionados antes. Luego, asígnale un valor según su importancia o prioridad.
- Mitigar de riesgos: una vez se tienen identificados las posibles amenazas y la clasificación de su gravedad, es necesario desarrollar las estrategias y acciones para reducir la probabilidad de que ocurran.
- Monitorear y revisar: el mapa de riesgos debe ser dinámico, por lo que se debe monitorear y revisar periódicamente para mantenerlo actualizado, y verificar la efectividad de las estrategias planteadas.
Ventajas de utilizar el mapa en la gestión de riesgos
Si todavía no te convences de hacer un mapa de riesgos, te damos algunos motivos más para implementarlos en la empresa y gestionar de forma eficaz las amenazas:
- Puedes tener una visión global e integrada de los riesgos a los que está expuesta la organización.
- Tomar decisiones será más fácil, pues tendrás acceso a la evidencia y el análisis, dejando atrás la intuición o la improvisación.
- Te ayuda a optimizar el uso de los recursos, tiempos y acciones.
- Tendrás una mayor seguridad y confianza, al reducir la incertidumbre y la vulnerabilidad.
- Te permite comunicar de forma clara y efectiva la estrategia de prevención de riesgos, tanto a nivel interno como externo.
- Fomenta la transparencia y la seguridad, lo que se traduce en un ambiente de confianza en el que cualquier persona se sienta alentada a informar los riesgos, ya sean internos o externos, sin sufrir represalias.
¿Quién hace el mapa de riesgos?
Por último, te comentamos que el mapa lo puede elaborar cualquier persona o equipo que se encargue de gestionar los riesgos de la empresa. No obstante, te aconsejamos algo: intenta que sea un proceso participativo y colaborativo, pues cada uno podrá aportar desde su perspectiva qué representa un riesgo y cómo solucionarlo.
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