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La respiración de fuego es una técnica de respiración que proviene de las prácticas del yoga y que se utiliza en ejercicios de pranayama (técnicas de control de la respiración). Esta técnica es conocida por su capacidad para energizar el cuerpo, aumentar la concentración y limpiar la mente. Se suele practicar en contextos de meditación y ejercicio físico, y tiene beneficios tanto para el bienestar físico como mental.
Postura: Siéntate en una postura cómoda y recta, como la postura de loto o una silla con la espalda erguida. Asegúrate de que tu columna esté alineada.
Manos: Coloca las manos sobre las rodillas, con los dedos estirados o en mudra (como el mudra de la sabiduría si estás en meditación).
Inhalación y exhalación: La clave de la respiración de fuego es la exhalación rápida y controlada a través de las narinas, mientras que la inhalación sucede de manera pasiva. El ritmo debe ser constante y rápido, como si fuera un bombeo del abdomen, usando los músculos del diafragma para empujar el aire fuera de los pulmones. Cada exhalación debe ser vigorosa, y la inhalación sucederá de forma automática sin esfuerzo consciente.
Ritmo: El objetivo es mantener un ritmo rápido de respiración, similar a un "tic-tac" constante, y realizar entre 30 a 60 respiraciones por minuto al principio.
Duración: Comienza con breves sesiones de 1 a 3 minutos, luego de manera gradual puedes incrementar el tiempo a medida que te acostumbras a la técnica.
Aumento de la energía: Al ser una respiración rápida, activa la circulación y aumenta la energía en el cuerpo.
Desintoxicación: Estimula los órganos internos y puede ayudar a expulsar toxinas del cuerpo debido a la rápida exhalación.
Mejora de la concentración: Debido a que se requiere enfoque, esta práctica ayuda a calmar la mente y a mejorar la claridad mental.
Fortalecimiento del sistema respiratorio: Al ejercitar los músculos del diafragma y aumentar la capacidad pulmonar, favorece la salud respiratoria.
No es recomendable para personas con problemas respiratorios, como asma o enfermedades pulmonares.
Si sientes mareos, cansancio excesivo o malestar, detén la práctica.
Kapalabhati y Bhastrika son dos técnicas de respiración del yoga que se parecen en algunos aspectos, ya que ambas implican respiraciones rápidas y controladas, pero tienen diferencias clave en su práctica y efectos. Aquí te explico las principales diferencias:
En Kapalabhati, la exhalación es activa y fuerte, mientras que la inhalación es pasiva y natural.
Se realiza un movimiento rápido y vigoroso del abdomen, empujando el aire hacia afuera con cada exhalación. La inhalación sucede de manera automática sin esfuerzo consciente.
El ritmo es más lento comparado con el de Bhastrika. Normalmente, se realizan entre 30 a 60 respiraciones por minuto.
En Bhastrika, tanto la inhalación como la exhalación son activas y vigorosas.
El movimiento del abdomen es más enérgico, y hay una inspiración y espiración rápida y profunda, similar al "bombeo" del fuelle de un horno.
El ritmo de respiración es más rápido y fuerte que el de Kapalabhati, y puede involucrar de 30 a 100 respiraciones por minuto, dependiendo de la capacidad del practicante.
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