MBA en Dirección y Gestión de Oficinas y Despachos (Doble Titulación + 60 Créditos ECTS)
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Los despachos de abogados están repletos de particularidades propias de su actividad jurídica que hacen que su gestión también sea diferente con respecto a cualquier otro tipo de negocios. Y es que, el ejercicio de la abogacía está repleto de actuaciones que, de no desarrollarse de una forma planificada puede incidir negativamente en su eficiencia, sus clientes y por consiguiente, en sus ingresos. Para llevar a cabo una gestión de un despacho de abogados exitosa se necesita de la automatización de procesos, el mantenimiento de un orden, la priorización de esfuerzos y un sinfín más de actuaciones necesarias.
¿Quieres conocer las claves de la gestión de un despacho de abogados exitosa? Continúa leyendo este post.
Cualquier negocio que se desarrolle en oficinas o despachos profesionales necesita de una gestión íntegra por profesionales con una polivalencia contrastada. Será en el dominio de áreas relacionadas con los recursos humanos, la promoción del negocio por los diferentes canales digitales o la elaboración de un plan de negocio eficiente las que marquen la diferencia entre una gestión exitosa de otra que no lo es. En este contexto, se hace cada vez más necesario para la gestión de un despacho de abogados exitosa, contar con profesionales con una formación acorde a las responsabilidades que en estos negocios se asume. Por ello, son muchos profesionales los que desean acceder a esta demanda del mercado laboral formándose en el master mba en dirección y gestión de oficinas y despachos que aglutina todas las competencias profesionales necesarias para afrontar una trayectoria profesional exitosa en cualquier sector que requiera de una gestión eficiente.
De una u otra forma, existen en estos centros de trabajo del ámbito jurídico ineficiencias o puntos de mejor que inciden en el trabajo de los abogados. Por todo ello, un análisis de los procesos que se desarrollan en ellos, y un inventario de los posibles aspectos a mejorar en sus flujos de trabajo pueden aportar soluciones a muchas de estas ineficiencias.
Y es que, tan solo de esta forma se podrá lograr una optimización de los recursos y se podrá facilitar el crecimiento de estos despachos de abogados. Al respecto, estas son algunas de las recomendaciones que harán de un despacho de abogados un ejemplo de eficiencia.
Seguramente existen muchas tareas dentro de la gestión de un despacho de abogados que se repiten con asiduidad. Conseguir una automatización de estos procesos supone un ahorro de tiempo considerable que podrá ser empleado en tareas donde se requiera de una mayor concentración o detenimiento que, en definitiva, es donde se marca la diferencia en el mundo jurídico.
No es necesario hacer uso de la tecnología para llevar a cabo este ahorro de tiempo, pudiéndose hacer uso de herramientas al alcance de los propios clientes que agilicen estos procesos.
A lo largo de la jornada laboral de un abogado, existen muchas tareas que se escapan de su formación profesional, como pueden ser aquellas de tipo administrativo que, aun siendo necesarias, no reporta ingresos o rentabilidad al negocio. Se consigue mediante una gestión documental eficiente, ahorrar esfuerzos en buscar sentencias, documentos o facturas de años pasados.
Se recomienda para un acceso ágil a esta información, la estandarización de documentos, el diseño de estructuras de carpetas más acorde a las necesidades del despacho o elaborar un protocolo accesible a los diferentes departamentos del despacho o los profesionales que lo integran.
Conocido como Business Intelligence o inteligencia de negocio, su aplicación a la gestión de un despacho de abogados supone una información muy valiosa respecto al negocio y los clientes. Mediante la extracción de datos relevantes, se podrá orientar, no solo la dirección profesional del negocio, sino detectar los puntos fuertes a potenciar del negocio y los débiles que se deberán de paliar.
De esta forma, las líneas de negocio más rentables aglutinarán los mayores esfuerzos y se podrán incluso detectar nuevas oportunidades de negocio o especialización en una determinada área jurídica.
La ausencia de un integrante de un despacho de abogados no puede mermar su eficiencia. Por ello, es vital crear protocolos de trabajo que determinen cuál va a ser la carga de trabajo o los turnos de sustitución. Protocolizar las tareas, supone también en la gestión de un despacho de abogados una herramienta para que de realizar nuevas contrataciones, su inserción a la dinámica del grupo sea más ágil sin que la firma pierda valor.
Los clientes de un despacho de abogados pueden ser los mejores prescriptores de una firma. Por lo tanto, ofrecer el mejor servicio supone además de una satisfacción para el cliente, una oportunidad de alcanzar otros como consecuencia del trabajo satisfactorio ofrecido. Se recomienda, en efecto, recabar las opiniones de los clientes con vistas a mejorar la calidad del servicio y ofrecer las respuestas que necesitan los futuros clientes.
En Euroinnova somos conscientes de que más allá de alcanzar la eficiencia en la gestión de un despacho de abogados incidiendo en sus flujos de trabajo, lo que realmente consigue un nivel de calidad determinante en la elección de una firma u otra es la especialización de sus integrantes. Por ello, para lograr formar parte de las firmas más prestigiosas se necesita de una formación adecuada y que marque la diferencia en un mundo tan competitivo como es el jurídico. Si es tu deseo convertirte en un profesional altamente cualificado, te recomendamos que consultes nuestros cursos de derecho online.
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