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Las habilidades laborales son aquellas que se usan con el propósito de desempeñar una actividad determinada en el área de trabajo. Aunque éstas se basan en las condiciones naturales de las personas, algunas pueden ser desarrolladas. Aquí explicamos ¿Qué son las habilidades laborales? ¿Cuáles son los tipos de habilidades más importantes? y te daremos más de un buen ejemplo de habilidades laborales, valoradas por la mayoría de las empresas en la actualidad.
Las habilidades laborales son las que poseen los trabajadores, las cuales no están relacionadas con su conocimiento técnico, sino con su carácter o con sus destrezas. Éstas establecen la diferencia entre un trabajador y otro. Además, determinan la eficiencia de un trabajador en los cargos o departamentos específicos de una empresa.
Un ejemplo de habilidades laborales requeridas para desempeñar el cargo de relacionista público es la comunicación efectiva.
Si bien la comunicación efectiva es un buen ejemplo de habilidades laborales, existen otras muy importantes que deben manifestarse para convertirte en un talento humano para tu organización. Por eso, te explicamos que existen diversos tipos de habilidades laborales. Éstas son:
Una vez diferenciadas las habilidades laborales te damos otros ejemplos muy comunes sobre sus tipos. En cuanto a las actitudes positivas consideradas como habilidades blandas, además de la comunicación efectiva, destacan:
Otro ejemplo de habilidades laborales blandas es la adaptabilidad. Asimismo, actitudes como: La responsabilidad, el buen manejo del estrés, la concentración o la empatía, entre otras, son buenos referentes de competencias blandas o soft skills que se convierten en una ventaja competitiva para el trabajador que las posee.
Actualmente, un ejemplo de habilidades laborales sociales valiosas para el trabajo, es el liderazgo, el cual es una condición natural, pero, también se puede desarrollar. Vale destacar que ser un buen líder estimula la unión de su equipo de trabajo para cumplir las metas. Pero, el desempeño del liderazgo efectivo, depende de la manifestación de una serie de actitudes como la empatía y la solidaridad para comprender las necesidades de los subalternos, esto favorece el desarrollo del trabajo colaborativo e incrementa la identificación de los integrantes del equipo con los objetivos de la gestión colectiva.
El liderazgo como habilidad laboral está directamente relacionado con la autoestima, la cual también es una actitud positiva, identificada por las empresas como una importante habilidad social. Igualmente, ser un buen líder implica poseer aptitudes personales como la seguridad en la toma de decisiones, la cual puede ser estimulada por sus conocimientos sobre el mercado, el dominio de las estrategias de marketing efectivo o de las comunicaciones estratégicas. Estas, a su vez, son consideradas como un ejemplo de habilidades laborales duras.
La inteligencia emocional es otro ejemplo de habilidades laborales sociales muy apreciada para cualquier trabajador, esta se fundamenta en el desarrollo de las habilidades interpersonales que permiten a las personas entender las necesidades de otras y relacionarse eficientemente con ellas. También, es la base de la asertividad emocional, la cual es necesaria para los gerentes a la hora de tratar con sus subalternos o de negociar con clientes.
Es sabido que la inteligencia emocional, además facilita el conocimiento sobre las propias capacidades, así como de las fortalezas. Esto es determinante para entender cómo actuar y cómo controlar emociones como el enojo, la ira o la frustración.
Esta habilidad influye de manera determinante en el control de los efectos negativos del estrés y en la toma de decisiones acertadas, entre otros aspectos de la gerencia.
Entre las habilidades profesionales o duras que se vinculan con las destrezas técnicas necesarias para la ejecución de actividades específicas dentro de la empresa, podemos citar:
También, manejar determinadas maquinarias o equipos es considerada como una habilidad dura, ya que puede contribuir a que el jefe de un departamento de producción comprenda mejor las fortalezas o las debilidades de un proceso productivo y orientar mejor su toma de decisiones.
Luego de citar más de un ejemplo de habilidades laborales, es fundamental exponer que, aun cuando las actitudes relacionadas con la personalidad son consideradas condiciones naturales de las personas, algunas pueden desarrollarse. De allí la importancia de realizar procesos de formación integral en todos los niveles educativos. Esto con el propósito de estimular, por ejemplo, el desarrollo de la inteligencia emocional que, como hemos señalado, es la base de algunas habilidades sociales, como: La empatía, la solidaridad y el respeto, así como el trabajo en equipo.
La educación integral, que incluye la formación en valores complementada con los estudios académicos y las prácticas profesionales fomentan el desarrollo de otras habilidades útiles para el desempeño de cualquier profesional
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