Descubre las mejores estrategias para superar las dificultades de aprendizaje
Para que el niño pueda incorporar nuevas conductas y conocimientos, es importante que en los primeros años se esté muy pendiente de su proceso por si presenta algún tipo de anomalía. El objetivo es superar con éxito las dificultades de aprendizaje que se presenten por unos u otros factores.
A lo largo de la Historia de la Pedagogía, se han estudiado en profundidad los posibles trastornos del proceso de aprendizaje y, para ello, se han desarrollado diferentes métodos como el Montessori o Reggio Emilia.
El proceso de aprendizaje consiste en la adquisición de nuevas habilidades, comportamientos y conocimientos, resultado de la interacción con el medio.
Las 5 etapas del proceso de aprendizaje
Para entender las dificultades de aprendizaje, primero vamos a ver cuáles son las etapas o momentos en los que se divide dicho recorrido. Cada fase tiene un objetivo y se dan resultados diferentes que servirán de base para la próxima. No es tan importante la rapidez con la que el alumno cierre uno de estos ciclos como que lo haga correctamente, por eso debemos estar muy pendientes en los primeros años, para que un pequeño obstáculo no suponga problemas mayores en el futuro.
El concepto de etapa educativa no solo se aplica incorporar nuevos conocimientos o a memorizar datos, sino también, al desarrollo de nuevas habilidades, hábitos y destrezas.
La etapa prenatal
Esta no está aceptada por el total de profesionales, pero los que ña incluyen como etapa educacione, afirman que es fundamental entender que la etapa prenatal impulsa el desarrollo de la primera infancia. En ella se asientan las bases para el desarrollo futuro del niño. El período prenatal comienza con la concepción y termina con el nacimiento. Esto significa que incluye todas las etapas del embarazo, incluida la formación y el desarrollo de órganos, la división celular y el crecimiento.
Etapa sensiomotriz (0 a 2 años)
Según Piaget, es la primera fase del desarrollo cognitivo y ocurre entre el momento del nacimiento y la aparición de un lenguaje materno y sencillo. Esta etapa se define por la interacción física con el entorno. El desarrollo cognitivo se vive como si de un juego se tratara y se asocia a ciertas experiencias que surgen de la interacción con personas, objetos o animales. El psicólogo mantiene que los bebés están en una etapa sensorio-motora y juegan para satisfacer sus necesidades de interacción con el entorno, a esto se le conoce como “comportamiento egocéntrico”, es decir, aquel que está centrado en sí mismo y no en la perspectiva de terceros.
Etapa preoperacional (2 a 7 años)
Se caracteriza porque los niños ya empiezan a poder ponerse en el lugar de los demás y, por esta razón, son capaces de desarrollar juegos de rol. Aun así, el egocentrismo sigue presente y por esto hay dificultades para procesar pensamientos más abstractos. En esta etapa, los niños aún no puede realizar operaciones mentales complejas.
Etapa de operaciones concretas (7 a 12 años)
En estas edades, los niños ya son capaces de razonar lógicamente, pero se necesitan ejemplos concretos y específicos para que puedan hacerlo. También pueden categorizar aspectos de la realidad de maneras mucho más complejas que los adultos no pueden. Otro factor clave de esta etapa es que se empieza a dejar de lado el pensamiento egocéntrico.
Etapa de operaciones formales (desde los 12 años hasta la vida adulta)
En este período de desarrollo, los niños pueden comprender conceptos abstractos como la lógica y cómo usarla. A partir de este momento, pueden “pensar sobre el pensamiento”, lo que significa que pueden analizar y razonar como un ser humano. También tienen la capacidad manipular patrones de pensamiento y de utilizar el razonamiento hipotético-deductivo.
Tipos de dificultades de aprendizaje
Los trastornos del aprendizaje y de la atención abarcan una variedad de dificultades en diferentes áreas como en la escuela, en el hogar y, en general, en todos los ambientes que frecuenta un niño.
Los factores genéticos juegan el papel más importante en los fundamentos del desarrollo cognitivo, como ciertas capacidades de pensamiento e inteligencia. Los resultados de un estudio sobre la adopción han demostrado que su entorno de fondo no influye tanto como se venía pensando. Algunas de las dificultades de aprendizaje que se ven muy frecuentemente son las siguientes:
- Dislexia: consiste en la visión inversa que generalmente comienza a ocurrir en niños y persiste más allá de la adolescencia. La dislexia no es un problema visual tiene lugar en el cerebro, donde se invierte o modificado la secuencia de información que se percibe por los ojos.
- Discalculia: dificultad para entender conceptos matemáticos o para realizar cálculos.
- Disgrafia: es un trastorno de la alteración de la escritura que se presenta en niños que no suelen cursar con discapacidad intelectual. El origen de la disgrafia se encuentra en habilidades motoras defectuosas.
- Discapacidad de la memoria y el procesamiento auditivo: dificultad para comprender y recordar palabras o sonidos porque la memoria no está almacenando bien.
- Déficit de atención y TDAH: este trastorno suele diagnosticarse en la adolescencia y, en un principio, se describe a estos niños como simplemente nerviosos o descuidados. Su síntoma característico es una capacidad nula de concentración y un temperamento impulsivo y anormalmente nervioso.
- Trastorno del espectro autista: En realidad, cuando hablamos de autismo, estamos incluyendo muchas variantes que van de leves a graves, como capacidades sociales deficientes, hipersensibilidad a imágenes y sonidos y dificultades para adaptarse al cambio.
- El síndrome de Asperger: es un tipo de autismo valorado como leve, generalmente dado en niños con inteligencia superior a la media, así como precocidad verbal que les genera dificultades para interactuar con sus iguales.
- Discapacidad intelectual: aunque la discapacidad intelectual suela ir asociada a trastornos y a síndromes específicos, no siempre se puede diagnosticar una causa subyacente.
Estrategias para niños con dificultades de aprendizaje
Utiliza soportes visuales
Pon imágenes a las palabras que permitan asociarlas con su significado. Explica las características de cada imagen para afianzar el concepto, por ejemplo: ¿has visto la jirafa? Tiene un cuello muy largo… El cocodrilo es verde, etc. Los soportes visuales incluyen cualquier cosa que sea visualmente perceptible, como gráficos, diagramas, fotografías, videos, mapas mentales, entre otros. Estos soportes pueden ser muy efectivos para los estudiantes que tienen dificultades para procesar la información auditiva o que tienen problemas para mantener la atención durante períodos prolongados.
Diseña juegos sonoros
Al igual que cuando queremos aprender un segundo idioma, escuchar es esencial para que el niño aprenda a hablar. Por ejemplo, puedes hacerle escuchar el sonido de animales y objetos y explicarle qué hace cada uno. La estimulación sensorial puede ser muy beneficiosa para los niños con dificultades de aprendizaje, ya que les ayuda a procesar la información de una manera más efectiva y a desarrollar habilidades sensoriales que pueden mejorar su capacidad de aprendizaje.
Cuenta una historia, lee libros
Cuando cuentas una historia, el modo de hablar no es el mismo. El bebé percibirá que existen varios tipos de palabras, entonaciones, conceptos, sinónimos y adaptará su nivel de escucha. También déjalo explorar sus libros, no pasa nada que rompa alguna hoja. Así es como se desarrollarán sus ganas de leer, y comunicarse.
Para los niños con dificultades de aprendizaje, contar historias puede ayudar a mejorar su comprensión de las situaciones y conceptos, ya que les brinda una perspectiva visual y emocional que les ayuda a conectarse con el material. Además, entrena su capacidad para retener información y para expresarse de manera más efectiva.
Utiliza el refuerzo positivo
El principio de refuerzo positivo consiste en que, por ejemplo, si el bebé dice mono en vez de moto, insistir cada vez que veis una moto en decir su nombre correctamente. Así, el niño integrará de forma más fácil la palabra en su vocabulario y reconocerá mucho mejor su forma física.
El refuerzo positivo puede ayudar a los niños a desarrollar una actitud más positiva hacia el aprendizaje y a sentirse más comprometidos con su propio proceso de aprendizaje. Esto, a su vez, mejora su autoestima y reduce la ansiedad o el estrés asociado con el aprendizaje.
Enseñanza multisensorial
Esta técnica utiliza diferentes estímulos sensoriales, como la vista, el oído, el tacto y el movimiento, para ayudar a los niños a aprender y recordar la información de manera más efectiva. Por ejemplo, si un niño tiene dificultades para aprender las tablas de multiplicar, se pueden utilizar bloques de colores para representar cada número, música para enseñar las tablas de manera rítmica y visualizaciones para ayudar al niño a visualizar las operaciones.
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