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¿Sabes cuándo está un alumno frustrado?

Ante situaciones donde un joven estudiante no logra conseguir sus deseos o cubrir sus expectativas, puede surgir el sentimiento de frustración, el cual puede traer en consecuencia reacciones que se manifiestan con expresiones de ira, ansiedad, tristeza; estos son niños y adolescentes con baja tolerancia a estos sentimientos, pero el problema se presenta no en las situaciones externas, sino en cómo se afrontan las adversidades.

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Identificar en el aula por parte del docente, cuando está un alumno frustrado es fundamental para ayudarle a combatir el problema, solucionarlo y que el propio muchacho pueda salir adelante en sus estudios.

¿Qué encontrarás aquí?

1. ¿Sabes cuándo está un alumno frustrado?
1.1. Características de un alumno frustrado
2. ¿Qué hacer con un alumno frustrado?
2.1. Recomendaciones adicionales
2.2. Algunas técnicas de relajación para trabajadores y alumnos frustrados
3. Enseñar al niño a tolerar la frustración
4. Conviértete en un experto en la Orientación y Mediación Educativa con Euroinnova
5. Formación especializada en Orientación Educativa

Características de un alumno frustrado

Los niños que presentan baja tolerancia a la frustración, por lo general se caracteriza en que:

Pueden ser exigentes y demandantes.
Buscan satisfacer sus necesidades en forma inmediata, por lo que no saben esperar, ni les gusta postergar sus necesidades o deseos, lo que les lleva a llorar por todo o a hacer pataletas.
Les es difícil manejar y controlar emociones.
Suelen ser impulsivos e impacientes.
Pueden desarrollar fácilmente estados de ansiedad y angustia.
Son poco flexibles y no saben adaptarse a situaciones nuevas o problemáticas.
Por lo general, son persistentes hasta conseguir lo que estaban esperando, haciendo que los que están a su alrededor entren en un estado de ansiedad, desespero y estrés constante.

Adicionalmente, es de utilidad conocer las diversas reacciones de un alumno frustrado, pues estos pueden presentar ira, rabia, enfado, impotencia ante cualquier estímulo y/o con ganas de escapar o huir de las situaciones difíciles. Dicho esto, presentamos a continuación algunas reacciones que pueden aparecer o cómo se pueden manifestar las mismas:

Agresión física o psicológica debido al estado de agresividad que pueden presentar e incluso pudieran llegar a autolesionarse.
Resignación o apatía, pues abundan los pensamientos negativos en el alumno frustrado, así como también los sentimientos de pérdida.
Huida, especialmente en los adolescentes que sienten frustración y no pueden soportar lo que están viviendo.
Manifestación física de malestar gracias a la tensión que vive, demostrando excesivo cansancio, fatiga y/o dolores físicos.

El niño o adolescente que se encuentre en una situación que le genere frustración, puede reaccionar de distintas maneras, pero hay que observarlo y ayudarle a que él mismo identifique el tipo de reacción o manifestación que puede tener, demostrándole también que pueden ocasionar consecuencias graves, además de no solucionar su sensación. Dicho esto, hay que enseñarles los ejercicios y métodos para reconocer, identificar emociones y que puedan aprender a canalizarlas de manera efectiva.

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¿Qué hacer con un alumno frustrado?

Tanto en el hogar como en la escuela, donde se desarrolla el proceso de aprendizaje, puede observarse en ocasiones a un alumno triste o cansado de las clases (Ya sean estas presenciales o virtuales, donde se hace uso de una computadora portátil). Estos son síntomas claros de un alumno frustrado, por lo que una de las actividades más importantes es brindar herramientas y conocimientos que les ayuden a aprender a tolerar la frustración en el espacio escolar.

Si quieres ayudar a tu hijo o alumno frustrado, lo recomendable es seguir estos pasos:

Reconocer que está en un estado de inquietud y detectar la emoción correspondiente que se relaciona a su frustración. Algunas de estas emociones las hemos mencionado anteriormente, entre las que se encuentran: la ira, la tristeza, el enfado, entre otros.
Entrar en la relajación para disminuir la frustración acumulada, la cual se puede llevar a cabo con actividades como el yoga, ejercicios de respiración, ver una ilustración relajante, un tiempo de paz en la naturaleza o alguna otra tarea que lo despeje.
Buscar una solución para que no vuelva a caer en el mismo ciclo del alumno frustrado y para esto es necesario determinar cuál es la causa de la frustración y, a partir de allí, buscarle posibles soluciones a la problemática.
Poner en práctica la solución encontrada y, cada cierto tiempo, hacer las actividades de relajación para disminuir la presión que se acumula en las actividades escolares u otras que le causen estrés.

Recomendaciones adicionales

No está demás recordar que es necesario descansar las horas necesarias para que el cerebro pueda retener la información que se ha estado adquiriendo, e igualmente, esto puede ayudar a que el cuerpo se relaje muchísimo, al igual que la mente de todas las asignaciones de la universidad o instituto escolar. Asimismo, es importante que, al momento de estudiar, se busque un espacio relajante, aireado, con buena iluminación y lejos de cualquier agente de distracción que pueda desenfocar a las personas de las actividades que estén realizando; una recomendación para esto es no estudiar en la habitación, sino en otro lugar, preferiblemente con paredes blancas y plantas.

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Algunas técnicas de relajación para trabajadores y alumnos frustrados

Ya que hemos mencionado anteriormente la necesidad de realizar actividades de relajación o al menos tener algunas técnicas a la mano, ¿Por qué no recomendarte algunas? Aunque estemos hablando sobre el alumno frustrado, la verdad es que estas técnicas de relajación también funcionan bastante bien para trabajadores:

Respirar en 1, 2 y 3: Muchas veces, simplemente al leer, las personas se frustran por no poder entender, así que lo recomendable es dejar el libro a un lado, cerrar los ojos y respirar hasta tres para luego botar. Si lo repites varias veces podrás relajarte de una manera muy efectiva.
Aléjate de las frustraciones por un momento: Si sientes que es demasiado, simplemente sal de la habitación, estírate, camina un rato y vuelve a empezar desde cero.
Cierra los ojos y piensa: Se trata de cerrar los ojos y pensar en un lugar en paz, agradable y con cero frustración. Mantente allí por algunos minutos y luego vuelve a la realidad.
Mindfulness: Sabemos que muchas veces tener blocks de notas o archivos digitales con nuestra responsabilidades puede no ser suficiente. Por ello, te recomendamos que utilices la técnica del mindfulness para una mejor organización de tu tiempo laboral, estudiantil y personal, ya que así dejarás de ser un alumno frustrado y comenzarás a ser un profesional organizado.

Enseñar al niño a tolerar la frustración

Es necesario comprender que manejar y tolerar la frustración se puede aprender desde pequeño, siendo en esta etapa en la que se tiene un papel valioso por parte de los padres y familiares cercanos. Tengamos presente que los bajos niveles de tolerancia a la frustración por parte de los niños, muchas veces radican en los aprendizajes del pasado y el carácter innato que este pueda poseer, pues es normal que todos podamos sentir estrés, pero lo realmente importante es saber gestionarlo. Con todo esto mencionado, es importante saber que la vida no estará libre de sufrimientos, pero hay que aprender a manejar y gestionar las emociones de la mejor manera posible.

Así, es recomendable, que los padres y docentes, tengan claro los siguientes elementos:

El establecimiento de normas y límites son fundamentales.
Identificación de las rabietas cuando se producen y saber cómo manejarlas.
Explicarles bien que la frustración es normal, pero se puede manejar de una manera apropiada sin que se afecten ellos mismos o a los demás.
Emplea el lenguaje positivo.
Enseñarles a reconducir los sentimientos para canalizar la frustración y no llegar a ser un alumno frustrado.
Puntualizar la diferencia entre deseos y necesidades.
De ser necesario, recurrir a ayuda profesional.

En el ambiente escolar se recomienda que el docente aborde el tema en clases, ya que el compartir impresiones y experiencias será de gran utilidad para los niños y adolescentes.

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