Metodologías activas del aprendizaje: características, beneficios y metodologías más aplicadas

Las metodologías activas para el aprendizaje llegaron para revolucionar la educación en todos los niveles. Desde la escuela hasta la formación superior, estas herramientas para la enseñanza-aprendizaje permiten que los estudiantes exploren nuevas maneras de adquirir conocimientos que, luego, aplicarán en la vida cotidiana. 

Precisamente, estas metodologías son estrategias que permiten transformar el proceso educativo; es decir, se pretende en todo momento colocar al estudiante en el centro de la experiencia formativa, lo que implica que, a diferencia de los enfoques tradicionales, el docente pasa a convertirse en un guía que promueve la participación y la autonomía de los estudiantes. 

En ese sentido, este tipo de metodologías sostienen que el aprendizaje se torna más efectivo cuando los estudiantes alcanzan un alto nivel de involucramiento en su proceso de aprendizaje. En efecto, no se busca la mera asimilación de conocimientos –por ejemplo, datos o procedimientos–, sino también integrar una actitud crítica, la cual permite contextualizar lo aprendido, cuestionarlo y aplicarlo en la realidad cuando sea necesario. Las habilidades y competencias desarrolladas gracias a estas metodologías permiten, así, un aprendizaje significativo con utilidad en la vida real. 

Características de las metodologías activas del aprendizaje 

Las características que diferencian a estas estrategias de los enfoques tradicionales son las siguientes: 

1. El estudiante es el protagonista 

Estas metodologías, como se ha anticipado, están centradas en el estudiante. En efecto, deja el lugar de receptor pasivo de información para convertirse en el agente principal de su aprendizaje. ¿De qué manera lo logra? Toma decisiones, explora y moldea la manera en la que adquiere conocimientos. 

2. El aprendizaje se orienta a la práctica 

Aunque la teoría es fundamental en la educación, su aplicación práctica es más que necesaria, puesto que esta permite la comprensión profunda de conceptos que, en ocasiones, pueden llegar a ser muy complejos. Los estudiantes, al enfrentarse a situaciones reales, son propensos a aplicar con efectividad dichos conceptos y así encontrarles una razón de ser más allá de la asignatura. 

3. El aprendizaje fomenta el pensamiento crítico 

El aprendizaje implica retener información relevante; sin embargo, no es su único objetivo. Por el contrario, se busca que los estudiantes puedan alcanzar diferentes durante el proceso de aprendizaje. Siguiendo la taxonomía de Bloom, al complejizarse los contenidos, aquellos debieran estar en la capacidad de aplicar, analizar, evaluar y crear con los conocimientos y habilidades adquiridos. 

4. El aprendizaje aborda problemas del mundo real 

Las metodologías activas buscan establecer una relación entre el aula y la vida real. De esta manera los estudiantes desarrollan la capacidad de enfrentar desafíos y problemas actuales. Esto, en definitiva, permite que vean la relevancia y la aplicabilidad de lo que aprenden. 

Beneficios de las metodologías activas del aprendizaje 

Entre los beneficios de las metodologías activas del aprendizaje, se encuentran: 

Mejora la comunicación docente-estudiante 

Al promover un ambiente de aprendizaje colaborativo, se establece un canal de comunicación más fluido y efectivo entre el docente y el estudiante. Esta interacción constante permite una retroalimentación inmediata. Esto permite adaptar el proceso educativo a las necesidades individuales de cada alumno. 

Fomenta el debate en clase 

Las metodologías activas incentivan la discusión y el intercambio de ideas. Al incluir herramientas tecnológicas y abordar temas actuales, los estudiantes se sienten motivados a compartir sus perspectivas, lo que en definitiva fortalece el aprendizaje colectivo, así como brinda un espacio para el desarrollo de habilidades de argumentación y análisis. 

Favorece la motivación del estudiante 

Estas metodologías fomentan la motivación de los estudiantes, ya que se aplican diferentes recursos, en su mayoría interactivos, para una participación activa y constante. Por ejemplo, la inclusión de juegos permite que el acercamiento a los temas sea más lúdico y, por ende, entrenito e interesante. 

Fomenta el aprendizaje autónomo 

Las metodologías activas promueven el desarrollo de habilidades de autoaprendizaje debido al fomento de la autonomía durante este proceso. Los estudiantes aprenden a gestionar su tiempo, a buscar recursos y, desde luego, a autoevaluarse. 

¿Cuáles son las principales metodologías activas del aprendizaje? 

La lista de metodologías activas del aprendizaje crece constantemente debido al trabajo de los pedagogos y especialistas de la educación. Debido a esto, en lo que sigue, se mencionan cinco, que son las más aplicadas actualmente. 

Aprendizaje basado en proyectos (ABP) 

Esta metodología se centra en la realización de proyectos que aborden temáticas o problemas específicos. A través del ABP, los estudiantes aplican sus conocimientos y habilidades en un contexto práctico, de tal manera que trabajan de forma colaborativa para desarrollar soluciones innovadoras. El aprendizaje basado en proyectos permite a los estudiantes conectar la teoría con la práctica, lo que promueve la creatividad y el pensamiento crítico. 

Aprendizaje basado en problemas 

A diferencia del ABP, donde el proyecto es el eje central, el aprendizaje basado en problemas se enfoca en la resolución de situaciones problemáticas específicas. Los estudiantes, guiados por el docente, investigan y proponen soluciones a estos problemas; en consecuencia, se promueven habilidades analíticas y de investigación. Aunque los casos de esta metodología pueden ser ficticios y no buscar soluciones reales, su principal objetivo es desarrollar la curiosidad y el dominio de información. 

Aula invertida (flipped classroom) 

Esta innovadora metodología invierte el proceso tradicional de enseñanza. Esto es, en lugar de recibir lecciones en el aula y realizar tareas en casa, los estudiantes estudian el material por su cuenta y utilizan el tiempo en clase para resolver dudas, realizar actividades prácticas y discutir conceptos con el docente y sus compañeros. El aula invertida promueve la responsabilidad y la autogestión del aprendizaje. 

Aprendizaje cooperativo 

Como lo indica su nombre, el aprendizaje de este tipo busca que todos los estudiantes logren los objetivos trazados; esto es, se establecen dinámicas coordinadas y conjuntas para que cada uno de los estudiantes alcance a desarrollar habilidades y adquirir competencias junto con los demás. Se suele combinar con las metodologías de aprendizaje basado en proyectos y basado en problemas. 

Gamificación 

Por último, los juegos se han convertido en herramientas para el aprendizaje y no solo para el ocio. Durante las clases, los docentes proponen diversos juegos, dinámicas y normas acordes para el contexto de enseñanza. Así, considerando por ejemplo temas de historia, se plantean retos, niveles, sistemas de puntos y recompensas, y otros premios que buscan motivar y comprometer a los estudiantes. Esta metodología, al ser lúdica, captura la atención de los estudiantes y fomenta la participación activa, el trabajo en equipo y la capacidad de resolver problemas.