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Los himnos nacionales durante las independencias de España durante el siglo XIX fueron fundamentales para la consolidación de los nacientes estados nacionales y la promoción de un sentido de identidad y unidad.
En este periodo de profunda transformación política y social, los himnos –junto con otros símbolos como las banderas– contribuyeron a la articulación de una narrativa compartida que apelaba no solo a la libertad y la soberanía, sino también al reconocimiento de las riquezas y valores locales.
Además, sirvieron como herramientas para difundir los ideales republicanos, que apelaban a la superación de las diferencias, la integración y la cohesión social en los estados-nación de reciente formación.
Muchos himnos se escribieron y musicalizaron en los primeros de la emancipación de la Monarquía Hispánica, pero hubo casos aislados que esperaron hasta casi un siglo después para contar con un himno oficial. Este este es el caso de Honduras.
En este post, te contamos un poco más sobre este símbolo, así como una breve explicación del himno nacional de Honduras.
Honduras careció de un himno durante casi un siglo desde su independencia el 15 de septiembre de 1821. En actos oficiales, actividades cívicas y otros eventos públicos se entonaba “La Granadera”, cuya letra exaltaba algunos de los principales elementos de la patria naciente: “Dios, Unión, Libertad”.
Se cantó en Honduras y los demás países centroamericanos (Guatemala, por ejemplo) como muestra de orgullo por la libertad y su defensa: “Salve, patria, tu hermosa bandera / luce al viento del cielo el color / a su sombra juramos doquiera / a vencer o morir por tu honor”.
Aunque fue representativo, a inicios del siglo XX, el presidente de Honduras, Manuel Bonilla, dispuso la creación de un himno propio que representara al país debido a su importancia como emblema identitario. Se encargó a Augusto C. Coello la letra y la música, a Carlos Hartling. Se cantó por primera vez en 1904 y comenzó a popularizarse hacia 1912. Bajo el gobierno del presidente Alberto Membreño, el himno se hizo oficial con el Decreto N.º 42 del 13 de noviembre de 1915.
El himno destaca no solo por su composición musical, sino también por su letra rica en referencias, así como por la genuina expresión del amor por la patria, el valor de la independencia y el reconocimiento de quienes lucharon por la libertad.
Las características del Himno Nacional de Honduras son las siguientes:
¿Cómo entender el himno? Veamos una breve explicación del Himno Nacional de Honduras:
La bandera, por sus colores, se asemeja el cielo en el que reposan las estrellas que evocan la unión de las naciones centroamericanas. Los océanos que flanquean las costas protegen al volcán que es, en pocas palabras, la nación. El sol naciente evoca un nuevo amanecer, y recuerda los orígenes de la república.
Las tierras hondureñas, caracterizadas por su brillo, belleza y esplendor, fueron vírgenes hasta que llegaron los extranjeros, quienes recalaron en sus costas. Colón, entonces, quedó embelesado apenas conocerlas.
Esta estrofa recuerda la ocupación de los españoles, quienes llegaron para implantar su bandera y así establecer su dominio: “bajo el dombo gentil de tu cielo / ya flotaba un extraño pendón”.
Esta estrofa recuerda la ocupación de los españoles, quienes llegaron para implantar su bandera y así establecer su dominio: “bajo el dombo gentil de tu cielo / ya flotaba un extraño pendón”.
Se enfatiza el tiempo que permaneció el dominio español y el grito de libertad que comenzó a emerger por el ejemplo de Francia, cuya consigna de libertad, igual y fraternidad, es decir, “indignado rugía un león”.
Esta estrofa amplia la anterior y exalta a Francia como ejemplo, a la vez que coloca figuras importantes de la Revolución Francesa: Dantón y, desde luego, la razón: “era Francia que enviaba a la muerte / la cabeza del rey consagrado”.
Esta parte del himno demuestra que el grito de libertad también resonó en Honduras, la cual se consiguió con la lucha eliminar para siempre las cadenas de la esclavitud: “tú también enseñaste al mundo / destrozado el infame eslabón”.
Esta estrofa final expresa la voluntad de resguardar la soberanía de Honduras incluso con la muerte: “Defendiendo tu santa bandera, / y en tus pliegues gloriosos cubiertos / serán muchos, Honduras, tus muertos / pero todos caerán con honor”. Se luchará por el “emblema divino” que representa la libertad: la bandera.
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