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Un tecnólogo de embalaje es un profesional especializado en el diseño, desarrollo, implementación y control de procesos relacionados con el embalaje de productos. Su trabajo implica entender las necesidades del producto y del consumidor final para diseñar soluciones de embalaje que sean seguras, eficientes, atractivas y respetuosas con el medio ambiente.
Los tecnólogos de embalaje estudian diferentes materiales de embalaje, como cartón, plástico, vidrio, metal, entre otros, y evalúan sus propiedades físicas, químicas y mecánicas. También están al tanto de las regulaciones y normativas relacionadas con el embalaje, especialmente en lo que respecta a la seguridad alimentaria, la protección del producto y la sostenibilidad ambiental.
Este profesional juega un papel clave en el desarrollo y diseño de envases que cumplan con los estándares de calidad, eficiencia y seguridad, al mismo tiempo que buscan reducir el impacto medioambiental. La innovación es fundamental en el mundo del embalaje, ya que los consumidores demandan soluciones creativas que les brinden comodidad y protección. El tecnólogo del embalaje trabaja en estrecha colaboración con los equipos de ingeniería y diseño para desarrollar materiales y diseños innovadores que cumplan con estas expectativas.
Dentro de su campo, un tecnólogo de embalaje cumple con las siguientes funciones en su día a día:
Diseño de envases: El tecnólogo de embalaje es responsable de diseñar envases que protejan los productos durante su transporte, almacenamiento y uso final. Así pues, un tecnólogo de embalaje debe conocer las características del producto, sus requisitos de transporte y almacenamiento, así como las preferencias del consumidor en cuanto a su presentación y facilidad de uso.
Selección de materiales: Evalúa y selecciona los materiales de embalaje más adecuados para cada producto y aplicación. Debe considerar factores como la resistencia, la durabilidad, la seguridad alimentaria, la sostenibilidad y el costo de los materiales disponibles.
Cumplimiento normativo: Se asegura de que los envases cumplan con todas las regulaciones y normativas aplicables, especialmente en materia de seguridad alimentaria, etiquetado, materiales restringidos y disposición final. Para ello, ha de mantenerse al tanto de los cambios en la legislación y coordinar las pruebas necesarias para verificar la conformidad con la legalidad vigente.
Optimización de procesos: Busca constantemente formas de mejorar la eficiencia y la rentabilidad de los procesos de embalaje. Para este propósito, implementa nuevas tecnologías, optimiza el diseño del empaquetado para minimizar desperdicios y mejorar su distribución.
Control de calidad: Supervisa la calidad de los envases producidos, asegurándose de que cumplan con los estándares establecidos en términos de resistencia, seguridad, apariencia y funcionalidad.
Por lo general, los tecnólogos de embalaje provienen de diferentes formaciones académicas, aunque dos de las trayectorias más comunes son aquellas que se enfocan en la ingeniería de materiales y las que se centran en el diseño. En el caso de los graduados en ingeniería de materiales, su formación inicial les proporciona una comprensión profunda de las propiedades físicas y químicas de los materiales utilizados en los envases. A menudo, estos profesionales eligen especializarse posteriormente en diseño de embalajes, complementando su experiencia técnica con habilidades creativas y estéticas para desarrollar soluciones de embalaje innovadoras y atractivas.
Por otro lado, aquellos cuya formación principal está relacionada con el diseño suelen comenzar su trayectoria profesional en puestos más centrados en la estética y la funcionalidad del embalaje. Su formación inicial se centra en la creatividad, la ergonomía y la comunicación visual para diseñar envases que sean atractivos, fáciles de usar y útiles en términos de marketing y branding. Con el tiempo, algunos de estos diseñadores optan por especializarse en materiales y procesos de fabricación, adquiriendo conocimientos técnicos adicionales sobre las características y aplicaciones de los materiales de embalaje, así como sobre los procesos de producción y las tecnologías de impresión.
Curso de embalaje de productos alimentarios
Un tecnólogo de embalaje debe aunar las siguientes competencias para desempeñar su trabajo de forma satisfactoria:
Conocimiento profundo de los materiales de embalaje: Un tecnólogo de embalaje debe comprender a fondo las propiedades físicas, químicas y mecánicas de los materiales utilizados en el embalaje, así como su idoneidad para diferentes aplicaciones y condiciones de uso. Este conocimiento es fundamental para seleccionar los materiales adecuados que garanticen la protección y la integridad del producto envasado.
Comprensión de las cuestiones ambientales relacionadas con el embalaje: Dado el creciente enfoque en la sostenibilidad y la reducción de residuos, es crucial que un tecnólogo de embalaje esté al tanto de las preocupaciones ambientales asociadas con el embalaje. Para ello, es necesario conocer las opciones de materiales más ecológicas, entender los principios de diseño para el reciclaje y la compostabilidad, y estar informado sobre las regulaciones ambientales pertinentes.
Habilidades de resolución de problemas: En el día a día, un tecnólogo de embalaje se enfrenta a una variedad de desafíos técnicos, operativos y logísticos. Por lo tanto, es fundamental tener habilidades sólidas para identificar problemas, analizar causas y generar soluciones efectivas y eficientes que satisfagan las necesidades del producto, del cliente y del mercado.
Capacidad para interpretar requisitos legales y normativos: Conocer y comprender las regulaciones y normativas aplicables al embalaje es esencial para garantizar el cumplimiento legal y evitar posibles problemas legales o de reputación. Esto incluye estar al tanto de los requisitos de etiquetado, materiales restringidos, seguridad alimentaria y disposición final, especialmente en industrias reguladas como la de los alimentos y las bebidas.
Habilidad para el diseño: Si bien es importante tener un conocimiento técnico avanzado, también se requiere un poco de gracia para diseñar envases atractivos, funcionales y alineados con la identidad de marca y las expectativas del consumidor. Para ello se ha de tener ojo y gusto, saber trabajar con programas de diseño gráfico y conocer los principios de diseño de envases.
Destrezas en informática: En un entorno cada vez más digitalizado, las habilidades informáticas son indispensables para realizar tareas como modelado 3D, simulación de procesos de embalaje, análisis de datos y comunicación efectiva a través de herramientas digitales. Un tecnólogo de embalaje debe manejar con soltura herramientas de software especializado para optimizar el diseño y la producción de envases.
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