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En los grandes eventos como teatros, discotecas o fiestas, donde el ajetreo y la cantidad de gente crece por momentos, se encuentra una figura clave y olvidada para muchos: el encargado de guardarropa. Especialmente en la época de invierno, todas las capas que llevamos encima para enfrentarnos al frío por las calles, cuando entramos a sitios cerrados queremos deshacernos de ellas y no tenerlas en la mano. Aquí, el guardarropa o ropero nos salva la vida en las noches de fiesta y disfrute.
Nos aporta esa comodidad y necesidad de no estar con los abrigos o accesorios en las manos, y dejarlos a buen recaudo por el encargado de guardarropa. Su atención y vigilancia de las pertenencias que dejamos ahí durante un periodo de tiempo, hace que esta figura la veamos cada vez más en los eventos para cumplir su función de guardar la ropa y despreocuparnos para disfrutar de la noche.
El encargado de guardarropa cumple la labor de colgar abrigos, sombreros u otros accesorios de vestir de los invitados a los eventos. No solo cuelga en las perchas estas prendas, sino que organiza y devuelve con precisión cada prenda al final de la noche. Este servicio, que proporciona el encargado de guardarropa, te aporta la tranquilidad de disfrutar el resto de la noche del evento. Además, en muchas ocasiones, este servicio tiene un costo, por lo que el encargado de guardarropa administra el intercambio de ropa y dinero en su lugar de trabajo.
Una de las aptitudes que tiene que tener el encargado de guardarropa es ser amable y tener un gesto acogedor ya que el cliente o asistente deja sus prendas a su cargo con la finalidad de que sean vigiladas y guardadas en ese tiempo. Es decir, tiene que poseer aptitudes para el servicio al cliente. Tiene que transmitir confianza y que ofrecer ese lugar para depositar la ropa sea seguro.
Otro aspecto dentro del encargado de guardarropa es ser discreto ya que es testigo silencioso de cientos de conversaciones íntimas y emocionantes que suceden a lo largo de la noche. Debe tener una mirada comprensiva y compartir siempre su mejor sonrisa para transmitir la confianza necesaria y así la gente deje sus prendas a su cargo. Por otro lado, le tiene que gustar trabajar de cara al público ya que la mayor parte de su horario estará en contacto con los dueños de las prendas.
Unas de las competencias que se le exige al encargado de guardarropa es ser rápido para trabajar bajo presión y tener una buena resistencia para estar mucho tiempo de pie y levantar y cargar prendas. Por tanto, debe mantener la calma al trabajar bajo presión. Además, debe ser responsable con las medidas de seguridad que se establezcan en el evento.
Una de las capacidades más básicas del encargado de guardarropa es ser organizativo, observador y tener habilidades para los números a la hora de cobra y dar el cambio. Tiene que lidiar con problemas que ocurran y tener que atender a reclamaciones o consultas. Además, debe ser autosuficiente, agradable, confiable, cuidadoso, honesto y preciso.
El lugar de trabajo varía más allá de las propias fiestas de discotecas. Podemos verle trabajar en hoteles, centros de conferencias, restaurantes, salas de exposiciones y otros lugares que reciban un gran número de visitantes. Las principales funciones de un encargado de guardarropa es almacenar, organizar y devolver las prendas de ropa como abrigos, bolsos, bufandas o sombreros durante un tiempo determinado en un evento.
Consiste en custodiar las prendas mediante la organización y la atención al detalle. Cada artículo que recibe el encargado de guardarropa se coloca cuidadosamente en una percha y se etiqueta para no se pierda entre las demás. Garantiza que todo regrese en perfecto estado, preservando el buen estado de cada abrigo o prenda que pasa por sus manos.
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