Curso en Lengua de Signos (Curso Online en Lengua de Signos + 8 Créditos ECTS)
Online
200h
8 ECTS
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La comunicación es una parte esencial de la vida humana, debido a que, a través del lenguaje, compartimos nuestras ideas, emociones y conocimientos.
De tal forma, el lenguaje de señas mexicano es el idioma natural de la comunidad sorda en México, y desempeña un papel crucial en la integración de miles de personas al entorno educativo, social y laboral, siendo un medio poderoso y esencial para la inclusión.
Con respecto a qué es el lenguaje de señas mexicano, consiste en una lengua visual-gestual utilizada por la comunidad sorda de México.
Es un idioma completo que tiene su propia gramática, estructura y vocabulario, distinguiéndose por ser diferente del español hablado. Esto significa que no es una traducción del español, sino una lengua independiente con su propio sistema lingüístico.
El lenguaje de señas mexicano utiliza gestos con las manos, expresiones faciales y el movimiento del cuerpo para transmitir información.
Asimismo, las expresiones faciales son tan importantes como las señas mismas, ya que ayudan a indicar el tono, la emoción y otros matices de lo que se quiere comunicar.
Este uso de componentes no verbales hace que esta lengua sea rica y compleja, capaz de transmitir cualquier tipo de concepto, desde ideas abstractas hasta emociones profundas.
La historia del lenguaje de señas mexicano se remonta al siglo XIX, cuando las primeras instituciones educativas para personas sordas en México fueron fundadas.
En 1867, se estableció la Escuela Nacional para Sordomudos en la Ciudad de México, lo que marcó el inicio del reconocimiento de la lengua de señas como una forma válida de comunicación para la educación de personas sordas.
A lo largo de los años, esta lengua se desarrolló, se enriqueció y se convirtió en el medio principal de comunicación para la comunidad sorda en México.
De esta forma, no fue hasta el año 2005 que la lengua de señas mexicana fue reconocida oficialmente como una lengua nacional en la Ley General de las Personas con Discapacidad.
Este reconocimiento es fundamental porque le da valor al lenguaje de señas de México y garantiza el derecho de las personas sordas a utilizarla y recibir educación en su lengua natural.
Sin embargo, existen retos significativos para garantizar la plena aceptación y el acceso a servicios en esta lengua.
El lenguaje de señas en México es más que una simple herramienta de comunicación: esta es también una expresión de cultura e identidad para la comunidad sorda.
Asimismo, es la manera cómo se conectan con el mundo y su entorno las personas sordas, siendo clave para el desarrollo de su sentido de pertenencia y su autoestima.
Esta lengua juega un papel vital en la inclusión educativa, puesto que, muchas personas sordas suelen enfrentar barreras significativas cuando intentan acceder a la educación formal.
Al contar con educadores capacitados en lenguaje de señas mexicano, los estudiantes sordos tienen la oportunidad de aprender en igualdad de condiciones.
No obstante, sigue siendo un obstáculo la falta de maestros capacitados en este lenguaje, así como de recursos educativos adaptados al mismo.
Por otro lado, la lengua de señas mexicana también es fundamental en el ámbito laboral, debido a que la falta de conocimientos sobre la lengua de señas por parte de los empleadores, propicia que muchas personas sordas enfrenten dificultades para encontrar trabajo.
Al promover el aprendizaje de esta lengua en el entorno laboral, se pueden abrir puertas para que las personas sordas accedan a mejores oportunidades de empleo, contribuyendo de ese modo a que haya una sociedad más equitativa.
Existen diversos mitos y malentendidos sobre la lengua de señas mexicana que dificultan su aceptación plena en la sociedad.
Algunos de estos mitos incluyen la creencia de que es universal o simplemente una versión simplificada del español.
Uno de los mitos más comunes es que existe una única lengua de señas para todo el mundo. En realidad, cada país tiene su propia lengua de señas, y algunas naciones, incluso tienen varias versiones regionales.
La lengua de señas mexicana es única de México, así como la American Sign Language (ASL) es propia de Estados Unidos y Canadá.
Si bien algunas señas pueden ser similares entre diferentes lenguas de señas, no existe un lenguaje de señas universal.
Otro mito común es que la LSM es una versión fácil o básica del español, lo que es falso debido a que la lengua de señas universal tiene su propia gramática y sintaxis, y no depende del español hablado.
De hecho, aprender el lenguaje de señas requiere tanto esfuerzo como aprender cualquier otro idioma, ya que es necesario dominar las reglas gramaticales, las señas, y las expresiones faciales.
A pesar de los avances en el reconocimiento de la lengua de señas, la comunidad sorda en México aún enfrenta numerosos desafíos.
Uno de los principales problemas es la falta de acceso a la educación bilingüe. Muchas escuelas no cuentan con maestros que sepan el lenguaje de señas mexicano, lo que limita el aprendizaje de los estudiantes sordos y contribuye a una alta tasa de deserción escolar.
Otro desafío crucial lo constituye el acceso limitado a servicios de salud y a información pública. Durante la pandemia de COVID-19, por ejemplo, muchas personas sordas tuvieron dificultades para acceder a información esencial sobre la enfermedad debido a la falta de interpretación en lenguaje de señas mexicano en conferencias y anuncios oficiales.
Aunque se han dado pasos importantes para incluir la interpretación de esta lengua en ciertos eventos, queda mucho por hacer para garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso igualitario a la información.
La discriminación laboral también sigue siendo un obstáculo. Muchas empresas no están dispuestas a contratar a personas sordas debido a prejuicios, así como la falta de conocimientos sobre cómo integrarlas efectivamente en el entorno laboral.
Sensibilizar a las empresas y fomentar el aprendizaje de la lengua de señas en México por parte de los empleadores podría ayudar a derribar estas barreras.
Hay varios recursos disponibles para aquellos que deseen aprender el lenguaje de señas mexicano. Este no solamente es una habilidad valiosa, sino también una manera en la que es posible apoyar la inclusión.
Las organizaciones de la comunidad sorda ofrecen cursos presenciales y en línea para enseñar la lengua de señas mexicana a cualquier persona interesada. También existen aplicaciones y videos gratuitos en plataformas como YouTube, que pueden ayudar a familiarizarse con las señas básicas.
Es importante recordar que aprender el lenguaje de señas no solamente se trata de memorizar señas, sino también de entender la cultura y las experiencias de la comunidad sorda.
Participar en eventos y actividades organizadas por la comunidad sorda es una excelente manera de practicar la lengua y conocer de cerca las necesidades y desafíos de las personas sordas en México.
La inclusión de la comunidad sorda es una responsabilidad de toda la sociedad. Algunas formas en las que es posible contribuir son las siguientes:
Conocer algunas señas básicas puede marcar una diferencia notable en la vida de una persona sorda. Saludar, presentarse y preguntar cómo están son gestos que ayudan a romper barreras.
Si eres maestro o trabajas en el sistema educativo, considera la posibilidad de aprender el lenguaje de señas mexicano y promover su uso en el aula para que los estudiantes sordos tengan un ambiente de aprendizaje más accesible.
Los servicios públicos y privados deben ser accesibles para todos. Esto implica tener interpretación en lenguaje de señas mexicano en eventos importantes, hospitales y servicios gubernamentales.
Las empresas pueden jugar un papel crucial contratando a personas sordas y proporcionando un ambiente inclusivo que valore la diversidad. La capacitación en lenguaje de señas para el personal es una herramienta poderosa para fomentar esta inclusión.
El lenguaje de señas mexicano es mucho más que un medio de comunicación; se trata de una herramienta para la inclusión y un derecho fundamental de la comunidad sorda.
Por lo tanto, a medida que más personas lo aprendan y comprendan su importancia, será posible avanzar hacia una sociedad más inclusiva y justa.
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