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La salud dental es crucial para una sonrisa brillante y atractiva. Después de someterse a un blanqueamiento dental, es importante seguir ciertas pautas alimenticias para mantener los resultados obtenidos y evitar la proliferación de nuevas manchas en los dientes.
Una de las recomendaciones más comunes es seguir una "dieta blanca". Pero, ¿qué es exactamente esta dieta y por qué es tan importante?
En este artículo, exploraremos en detalle qué es la dieta blanca, los alimentos permitidos y prohibidos que podemos ingerir, y proporcionaremos ejemplos de comidas adecuadas. Además, discutiremos otros cuidados necesarios después de un blanqueamiento dental.
La dieta blanca es un régimen alimenticio específico recomendado después de un tratamiento de blanqueamiento dental. La idea principal es evitar alimentos y bebidas que puedan manchar o decolorar los dientes recién blanqueados.
Durante el proceso de blanqueamiento, los poros del esmalte dental se abren, lo que hace que los dientes sean más susceptibles a la absorción de colorantes de los alimentos.
La dieta blanca, por lo tanto, se centra en consumir alimentos que sean de color claro o blanco para prevenir la aparición y mantener los dientes blancos por más tiempo.
Carnes blancas: Pollo, pavo y pescado.
Frutas y verduras claras: Plátanos, peras, papas, coliflor.
Productos lácteos: Leche, yogur natural, queso blanco.
Cereales y granos blancos: Arroz blanco, pasta, pan blanco.
Huevos: Preferiblemente la clara del huevo.
Bebidas transparentes: Agua, leche, tés de hierbas claros.
Bebidas oscuras: Café, té negro, vino tinto, bebidas carbonatadas.
Frutas y verduras coloridas: Uvas, bayas, remolacha, zanahorias.
Salsas oscuras: Salsa de soja, ketchup, salsa barbacoa.
Alimentos con colorantes artificiales: Dulces, snacks con colorantes como el chocolate negro.
Bebidas ácidas: Jugos de frutas cítricas y con color, vino blanco.
Especias y condimentos fuertes: Cúrcuma, curry, pimentón.
Opción 1: Yogur natural con plátano y una rebanada de pan blanco tostado.
Opción 2: Clara de huevo revuelta con queso blanco y una taza de leche.
Opción 3: Batido de leche con avena y una pizca de miel.
Opción 1: Pechuga de pollo a la plancha con arroz blanco y coliflor al vapor.
Opción 2: Filete de pescado al horno con papas hervidas y un toque de perejil.
Opción 3: Ensalada de lechuga y pepino con pechuga de pavo desmenuzada y un aderezo ligero de yogur.
Opción 1: Sopa de pollo con fideos blancos y vegetales claros (zanahorias peladas, papas).
Opción 2: Omelette de claras de huevo con espinacas y queso blanco.
Opción 3: Filete de pavo a la plancha con puré de papas y una ensalada de col.
Además de seguir una dieta blanca, es crucial adoptar una serie de cuidados adicionales para mantener los resultados del blanqueamiento dental:
Cepillado regular: Cepillarse los dientes al menos dos veces al día con una pasta dental para dientes sensibles.
Uso de hilo dental: Usar hilo dental diariamente para eliminar residuos de alimentos y prevenir la acumulación de placa y que desmineralizan el esmalte.
Enjuague bucal: Utilizar un enjuague bucal sin alcohol para evitar la proliferación de los organismos que causan irritación de las encías y mantener una boca fresca.
Evitar el tabaco: Fumar no solo mancha los dientes, sino que también afecta la salud general de la boca.
Reducir el consumo de alcohol: Las bebidas alcohólicas, especialmente las oscuras, pueden manchar los dientes.
Hidratación: Beber suficiente agua para mantener la boca hidratada y ayudar a eliminar residuos alimenticios.
Revisiones regulares: Visitar al dentista cada seis meses para una limpieza profesional y chequeo general.
Seguimiento del blanqueamiento: Realizar seguimientos recomendados por el dentista para mantener el brillo y la salud dental.
En resumen, la dieta blanca es fundamental para quienes desean mantener los resultados de un proceso de blanqueamiento dental.
En definitiva, la dieta blanca se presenta como una herramienta fundamental para mantener los resultados obtenidos tras un tratamiento de blanqueamiento dental. Al limitar el consumo de alimentos y bebidas que manchan el esmalte, esta dieta ayuda a conservar la estética dental durante un periodo más prolongado.
Es importante recalcar la importancia de seguir las recomendaciones de la dieta blanca durante al menos las 48 horas posteriores al tratamiento. Sin embargo, para mantener una sonrisa radiante a largo plazo, se aconseja adoptar algunos de estos hábitos de forma permanente.
Recuerda que una buena higiene bucal, que incluya el cepillado dental dos veces al día y el uso de hilo dental, también es esencial para proteger la superficie del esmalte y prevenir la aparición de manchas.
¡Con una dieta blanca adecuada y hábitos de higiene bucal saludables, podrás disfrutar de una sonrisa blanca y brillante durante mucho tiempo!
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