Máster en Dirección Comercial y Ventas de Productos y Servicios Financieros en la Sucursal Bancaria + Titulación Universitaria
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A día de hoy, donde los consumidores están más informados que nunca y tienen al alcance de su mano una multitud de opciones, la comunicación comercial actúa para que un negocio destaque en el mercado por encima del resto, y se posicione entre el público.
En este artículo, vamos a conocer en detalle qué es la comunicación comercial, los elementos que la componen, sus niveles y herramientas. ¡Acompáñanos a descubrirlo!
La comunicación comercial se refiere al conjunto de estrategias y técnicas que utiliza una empresa para transmitir mensajes persuasivos con el objetivo de informar, atraer y retener a los clientes. Este tipo de comunicación puede adoptar diversas formas, como la publicidad, las relaciones públicas, el marketing directo, la promoción de ventas y el marketing digital.
El propósito principal de la comunicación comercial es generar una respuesta deseada en el receptor, ya sea en forma de compra de un producto, preferencia por una marca, o simplemente el reconocimiento de la empresa en el mercado. Para lograr esto, las empresas deben asegurarse de que su mensaje sea claro, atractivo y relevante para su público objetivo.
En la era digital actual, la comunicación comercial ha trascendido los medios tradicionales y se ha expandido a plataformas en línea, redes sociales y aplicaciones móviles, donde la interactividad y la inmediatez juegan un papel crucial en la construcción de relaciones con los consumidores.
Este ámbito requiere de profesionales que sepan captar la importancia de lo que quiere transmitir la empresa, por ello, el director comercial establece la estrategia y dirección, mientras que el ejecutivo comercial es el encargado de implementar estas tácticas en el terreno, asegurando que el mensaje de la marca se transmita efectivamente y se alinee con los objetivos empresariales.
La comunicación comercial efectiva se construye sobre varios elementos clave que trabajan en conjunto para captar la atención y persuadir al público. Estos elementos deben ser cuidadosamente considerados y coordinados para que la comunicación comercial logre sus objetivos y refuerce la imagen de la marca en la mente de los consumidores.
Así, algunos de los elementos más habituales en la comunicación comercial son:
Mensaje: El contenido central de la comunicación que se desea transmitir. Debe ser claro, conciso y relevante para el público objetivo.
Canal: Los medios a través de los cuales se transmite el mensaje, como televisión, radio, internet, redes sociales, o medios impresos.
Emisor: La entidad (generalmente una empresa o marca) que origina el mensaje y busca comunicarse con su audiencia.
Receptor: El público objetivo de la comunicación, cuya comprensión y respuesta son cruciales para el éxito de la estrategia.
Código: El conjunto de signos y reglas (lenguaje, imágenes, sonidos) utilizados para crear el mensaje y asegurar que sea interpretado correctamente.
Retroalimentación: La respuesta del receptor que permite al emisor evaluar la efectividad del mensaje y ajustar futuras comunicaciones.
Contexto: Las circunstancias y el ambiente en el que se produce la comunicación, que pueden influir en cómo se recibe el mensaje.
Ruido: Cualquier factor que pueda distorsionar o interferir con la transmisión efectiva del mensaje.
La comunicación comercial opera en diferentes niveles, cada uno con sus propias características y objetivos específicos. Además, cada nivel requiere un enfoque y estrategias de comunicación distintas, pero todos deben estar alineados para asegurar un mensaje coherente y efectivo que fortalezca la imagen de la empresa en su conjunto.
Los niveles de comunicación comercial que existen son:
Se centra en la imagen de la empresa como un todo. Busca transmitir los valores, la misión y la visión corporativa a través de mensajes que reflejen su identidad y cultura organizacional.
Este nivel se enfoca en la promoción de una marca específica dentro de la empresa. El objetivo es crear una percepción positiva y diferenciada de la marca en la mente de los consumidores.
Aquí, la comunicación se dirige a destacar las características, beneficios y ventajas de un producto o servicio específico. Es clave para impulsar las ventas y fomentar la lealtad del cliente.
En este nivel, la comunicación busca establecer y mantener relaciones positivas con los stakeholders, incluyendo clientes, inversores, empleados y la comunidad en general.
La comunicación en situaciones de crisis es vital para gestionar la reputación de la empresa. Requiere transparencia, rapidez y mensajes claros para mitigar el impacto negativo de eventos adversos.
Las herramientas de la comunicación comercial son esenciales para que las empresas puedan transmitir su mensaje de manera efectiva y alcanzar sus objetivos de marketing. Estas herramientas varían en forma y función, pero todas comparten el propósito común de conectar con el público y promover la marca o producto.
Dichas herramientas deben ser utilizadas de manera estratégica y coherente para asegurar que el mensaje llegue al público deseado y genere el impacto buscado. La elección de las herramientas adecuadas dependerá de los objetivos específicos de la campaña, el presupuesto disponible y el perfil del público objetivo.
No obstante, entre las herramientas más destacadas se encuentran:
Publicidad: Utiliza diversos medios para difundir mensajes sobre productos o servicios. Incluye anuncios en televisión, radio, prensa, internet y vallas publicitarias.
Relaciones públicas: Busca gestionar la percepción pública de la empresa y construir una imagen positiva a través de eventos, comunicados de prensa y otras actividades de comunicación.
Marketing directo: Se comunica directamente con el consumidor a través de correo electrónico, mensajes de texto, correo postal y telemarketing, buscando una respuesta inmediata.
Promoción de ventas: Ofrece incentivos a corto plazo para estimular la compra o venta de un producto o servicio, como descuentos, cupones y demostraciones.
Marketing digital: Abarca todas las actividades de marketing realizadas a través de dispositivos digitales, incluyendo marketing en redes sociales, SEO, marketing de contenidos y publicidad en línea.
Branding: Desarrolla y mantiene la identidad de la marca y su posicionamiento en el mercado a través de la coherencia visual y de mensajes en todos los puntos de contacto con el cliente.
Sponsorship o patrocinio: Asocia la marca con eventos, equipos o individuos para aumentar la visibilidad y mejorar la imagen de la empresa.
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