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Las empresas aplican diversas estrategias para incrementar su capacidad productiva, mejorar su posición frente a la competencia o ingresar a nuevos mercados. Para que todo esto ocurra, deben conocer con un alto nivel de detalle su situación tanto interna como externa. Pero ¿cómo se logra esto? Una de las principales herramientas para este cometido es el análisis DAFO, el cual es aplicado sobre todo en la gestión de proyectos. En este texto, abordamos los aspectos más importantes de este intrumento analítico.
Este tipo de análisis recibe su nombre por las iniciales de los términos que lo componen. Precisamente, el acrónimo proviene de las siguientes palabras: debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades. Se trata de una herramienta analítica muy utilizada en las empresas para realizar una evaluación completa y exhaustiva de su situación partiendo de aspectos tan importantes como las áreas de fortaleza y debilidad.
Por lo tanto, en tanto proceso, plantea la identificación de zonas en las que podrían, por un lado, implementarse mejoras para no perjudicar las operaciones y, por otro lado, aprovechar la solidez de la marca. Todo esto es importante para la toma de decisiones, la planificación de acciones estratégicas (a corto, medio y largo plazo) y el fortalecimiento de la competitividad en el mercado.
El análisis DAFO o FODA, como también se le conoce en el ámbito empresarial, consta de cuatro elementos clave que a continuación se explican en detalle.
Las debilidades aluden a las áreas en las que la empresa requiere cambios, mejoras y demás modificaciones para mejorar su productividad y, desde luego, enfrentar eficazmente a la competencia. ¿Qué incluyen? Con base en la evaluación de los procesos internos y externos, se establecen carencias como la limitada capacidad de producción, dificultades en la gestión de recursos (humanos y económicos, por ejemplo), poca cuota de mercado, entre otros. Identificarlas es el primer paso para la implementación de medidas correctivas.
Preguntas para identificar las debilidades:
¿Cuáles son las áreas en las que fallamos?
¿Qué aspectos del trabajo podríamos mejorar?
¿Qué hace que nuestros clientes, proveedores y colaboradores se sientan inconformes con nuestros servicios o productos?
¿Cuáles son los campos en los que hace falta implementar más recursos o estrategias de mejora?
Ese elemento se encuentra dentro de la categoría de amenazas ajenas a los procesos internos; es decir, se trata de un conjunto de peligros que podrían entorpecer el éxito, estabilidad y competitividad de la empresa. ¿Qué se considera como amenaza? Puede incluirse las reformas fiscales, la aparición de empresas emergentes con ofertas similares, problemas en el abastecimiento de materias primas, manufacturas o especializadas, entre otros. En cualquier caso, son siempre externas, por lo que no pueden controlarse. Lo que sí se puede hacer es contar con planes de contingencia u estrategias de afrontamiento de crisis.
Preguntas para identificar las amenazas:
¿En qué aspectos nos supera la competencia?
¿Podríamos afrontar algún tipo de crisis con solvencia?
¿Estamos listos para adaptarnos a las tendencias del mercado?
Una buena manera de comprender este elemento del análisis DAFO es responde a la siguiente pregunta: ¿qué es lo que la empresa hace bien? Estas pueden ir desde las ventajas competitivas (posicionamiento de mercado) hasta la retención de clientes (programas de fidelización y beneficios). El manejo de recursos, la captación de talento, productos de alta calidad, entre otros, son aspectos que se incluyen dentro de las fortalezas. Con todo, se trata de aquello que representa el crecimiento, alcance y mantenimiento de la empresa, por lo que puede utilizarse para sostener propuestas de mejora y estrategias transversales.
Preguntas para identificar las fortalezas:
¿Cuáles son las actividades que mejor realizamos?
¿Qué nos caracteriza positivamente en el mercado?
¿Qué nos posiciona por encima de ciertos competidores?
¿Cuáles son nuestras mejores áreas de desempeño?
¿Cuáles son los activos que caracterizan a empresa?
Las fortalezas marcan el camino hacia las oportunidades. Tras conocer los aspectos externos en los que se puede tener un cierto nivel de maniobra, las empresas proponen estrategias para alcanzar ventajas competitivas. ¿Cómo se plantean estas oportunidades? Se realizan análisis profundos de tendencias o, incluso, el creciente éxito de un producto, servicio y su paulatino posicionamiento. Esto podría permitir ampliar los catálogos o segmentar incluso más la oferta (gamas baja, media y alta, por ejemplo). Los equipos de estrategia, branding y análisis de producto abocan sus esfuerzos a este trabajo, que podría derivar en el ingreso a nuevos mercados o apertura de sedes.
Preguntas para identificar las oportunidades:
¿Cuáles son las tendencias que podemos aprovechar oportunamente?
¿Qué nos distingue cuando ofrecemos servicios o productos a nuevos clientes?
¿Qué nos caracteriza en el momento de establecer alianzas con socios?
¿Es posible ampliar el alcance del negocio a otros mercados, ya sean nacionales o internacionales?
El análisis DAFO atiende, fundamentalmente, a dos tipos de acercamiento a la realidad de la empresa: la evaluación de la situación interna y externa. Permiten conocer qué es lo que influye en gran o menor medida en su estructura operativa y comercial, por lo que son imprescindibles en el proceso de mejora continua. Con el análisis FODA de por medio, se pueden conocer los puntos en los que se puede trabajar con mayor eficiencia.
El análisis interno busca identificar lo siguiente:
Análisis de procesos (procedimientos, indicadores de gestión, maquinarias, etc.)
Análisis de la comunicación (trabajadores nuevos, delegar tareas, cambios organizacionales, conflictos internos, fijación de objetivos, etc.)
Análisis de riesgos (financieros, organizacionales y de procesos)
Análisis de cambios (procesos, cultura organizacional, estructura organizacional, recursos humanos, infraestructura, etc.)
Análisis financieros (rentabilidad económica, rentabilidad financiera, activos, pasivos, activos, patrimonio, liquidez, etc.)
El análisis externo permite reconocer lo siguiente:
Situación política (estabilidad, conflictos, gobiernos)
Situación económica y social (PIB, desempleo, economía mundial)
Situación tecnológica (innovación, automatización)
Situación legal y regulaciones (ambientales, fiscales, distributivas)
Competencia y mercado (posición de la organización frente a otras)
Relación con clientes actuales y potenciales (intermediarios, facturación, satisfacción)
Relación con proveedores actuales y potenciales (dependencia, subcontrataciones, acuerdos)
La interpretación del análisis DAFO parte de la consideración de los siguientes momentos: análisis imparcial y análisis comparado. En el primero, se busca entender a la empresa desde una perspectiva objetiva, es decir, sin minimizar debilidades o maximizar fortalezas. La lectura debe ser, como se indica, lo más imparcial posible para proponer estrategias efectivas. En lo que respecta al análisis comparado, se propone comparar los resultados con la manera en la que otros competidores han enfrentado el mercado en el que se ubican, es decir, cómo consiguieron ventajas. Así, tras interpretar el cuadro de análisis DAFO, se puede determinar si la empresa asumir estrategias de supervivencia, defensa, posicionamiento o reorientación.
Ahora bien, esto acarrea grandes ventajas, a saber:
Se conoce la empresa en su situación real
Se aprovechan las fortalezas existentes
Se generan nuevas ideas para la innovación
Se corrigen los problemas internos
Se plantean estrategias para afrontar condiciones externas
Se toman decisiones estratégicas más eficientes
“Gutiérrez Shoes”, una empresa de calzado de alta gama, busca competir con marcas consolidadas en el mercado. Su propuesta incluye la venta de zapatillas en una amplia variedad de modelos y colores, con la particularidad de que los compradores podrán personalizar el diseño final mediante la elección de imágenes, texturas, mensajes y la altura de las plantillas, entre otros detalles. El objetivo de esta estrategia es diferenciarse ofreciendo precios más accesibles, pero manteniendo un nivel competitivo sin comprometer la calidad y el posicionamiento como marca de alta gama.
“Gutiérrez Shoes”, aunque es una empresa de alta gama, carece del reconocimiento de marca que tienen otras marcas ya posicionadas en el mercado, lo que puede dificultar su entrada en nuevos segmentos. Además, la personalización puede aumentar los costos de producción, lo que afectaría sus márgenes.
“Gutiérrez Shoes” enfrenta la competencia de grandes marcas consolidadas que ya ofrecen productos de alta gama (véanse las marcas internacionales más representativas). Además, la volatilidad económica puede afectar la demanda de productos personalizables y de lujo.
La propuesta de personalización de “Gutiérrez Shoes” es única, lo que permite a los clientes crear un producto exclusivo. Su enfoque en la calidad y la gama alta le otorga un nicho exclusivo en el mercado. Esto le permite crear un relato de marca sólido, atractivo y jovial.
La tendencia hacia la personalización en el mercado del calzado está en crecimiento. Además, la empresa puede aprovechar las plataformas digitales para expandir su presencia y atraer a un público global interesado en productos con este nivel de personalización, calidad y participación de los clientes en el diseño del producto.
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