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El concepto de accidente laboral es fundamental en el ámbito de la seguridad y salud ocupacional, ya que involucra la protección de los trabajadores y sus derechos en caso de sufrir una lesión o enfermedades derivada de sus actividades laborales. La legislación y normativas de cada país establecen las condiciones en las que un suceso puede ser considerado como accidente laboral y las acciones que las empresas deben tomar para prevenirlos y gestionarlos. En lo que sigue, se aborda este concepto, sus supuestos, los derechos de los trabajadores y las responsabilidades de los empleadores.
Un accidente laboral es cualquier suceso que provoque una lesión corporal o perturbación funcional inmediata y que ocurra como consecuencia del trabajo que el empleado ejecute, ya sea dentro de la jornada laboral o como resultado de actividades laborales específicas.
En el Diccionario panhispánico del español jurídico (DPEJ) se recoge la siguiente definición: “Lesión corporal o enfermedad que sufre el trabajar con ocasión o a consecuencia del trabajo que ejecuta por cuenta ajena”. De esto se desprende lo siguiente:
Las lesiones del trabajador pueden ser físicas, pero también se incluyen las enfermedades psicológicas. En cualquier caso, se consideran también las secuelas.
Se considera accidente laboral cuando hay una clara relación de causalidad entre la actividad realizada y la lesión derivada.
La legislación vigente en cada país recoge los supuestos en los que los accidentes son considerados como laborales o no, así como las acciones que deben ejecutar las empresas para proteger al empleado y propiciar, cuando corresponda, la salud de este. Asimismo, establecen las directrices sobre la prevención de riesgos laborales y las sanciones en caso de carecer de protocolos al respecto.
En la mayoría de los códigos laborales y de la seguridad social, se consideran accidentes laborales aquellos que se encuentran en los siguientes supuestos:
Accidente in itinere. Es el “accidente sufrido por el trabajador durante el desplazamiento hacia o desde el lugar de trabajo y que se reputa accidente laboral a efectos legales” (DPEJ).
Accidentes acaecidos durante el cumplimiento de las funciones en el lugar del trabajo.
Accidentes de misión o accidentes que experimentan los trabajadores que se han desplazado hacia otra locación para realizar su trabajo.
Accidentes que tienen lugar durante las funciones sindicales, incluso cuando los trabajadores se movilizan para cumplirlas.
Accidentes en actos de salvamento cuando estén involucrados con el trabajo.
Accidentes que acaecen cuando se realizan actividades distintas a las habituales, sobre todo, cuando son ajenas a la categoría profesional del empleado.
Enfermedades que el trabajador contrae debido a sus funciones, por lo que debe existir una relación de causa-efecto entre ambos elementos. No deben estar incluidas en la lista de enfermedades profesionales.
Enfermedades que se agraven a causa de las tareas realizadas, más aún cuando aquellas tengan origen en accidentes acaecidos anteriormente (véanse las enfermedades intercurrentes).
Enfermedades preexistentes que se agraven debido al cumplimiento de funciones laborales.
Accidentes provocados por imprudencias laborales.
Se presentan, a su vez, los supuestos en los que los accidentes se encuentran fuera de la categoría de accidente de trabajo:
Accidentes producidos por imprudencia temeraria del trabajador.
Accidentes acaecidos por el incumplimiento de las normas de seguridad.
Accidentes ocurridos durante actividades recreativas deportivas no organizadas por la empresa.
Accidentes ocurridos durante actividades distintas a las habituales de la empresa o que no estén vinculadas con su actividad principal.
Accidentes causados por terceras personas ajenas a la empresa.
Accidente provocado por el trabajador con mala fe.
Accidentes causados por fuerza mayor y por causas ajenas a la empresa, como fenómenos naturales.
El sujeto de protección en casos de accidentes laborales es el trabajador o empleado que ejecute tareas, como se dijo, por cuenta ajena y que sufra con ocasión o por consecuencia de dichas actividades una lesión orgánica. Este derecho se extiende tanto a empleados con relación contractual directa con la empresa como a aquellos vinculados mediante empresas de servicios temporales, siempre que las actividades realizadas durante la jornada laboral se realicen bajo las condiciones previstas por la normativa vigente y de seguridad social.
En caso de accidente laboral, el trabajador tiene derecho a los siguientes beneficios:
Atención médica. El socorro médico, la asistencia inmediata y las revisiones especializadas son proporcionadas por los servicios de seguridad social o por el seguro médico correspondiente (véase el caso de las mutuas).
Prestación. Las prestaciones son subsidios que permiten a los empleados afrontar la baja laboral temporal y los tratamientos para restablecer su salud. Asimismo, según el caso, las prestaciones pueden cubrir la incapacidad permanente, incluso la incapacidad permanente total o absoluta.
El trabajador o sus beneficiarios pueden acceder a diferentes tipos de indemnizaciones según la gravedad del suceso:
Por muerte. En caso de fallecimiento del trabajador, sus beneficiarios tienen derecho a recibir una compensación económica.
Por incapacidad permanente. Si el trabajador sufre una lesión orgánica o perturbación funcional que le impida seguir desarrollando su actividad profesional, se le concede una indemnización por incapacidad permanente.
Por lesión física definitiva. Si el accidente laboral ocasiona una lesión física definitiva pero no incapacita totalmente al trabajador, también se prevén compensaciones económicas.
Por convenio colectivo. En algunos casos, los convenios colectivos establecen indemnizaciones adicionales para accidentes laborales que superen las previstas por la ley.
Por irresponsabilidad del empleador. Si se demuestra que el empleador incumplió las normativas de seguridad y salud laboral, y esto fue la causa del accidente, las indemnizaciones pueden incrementarse significativamente.
Las empresas son responsables de notificar los accidentes laborales a las autoridades competentes. En este sentido, la notificación debe realizarse según los modelos y plazos establecidos por ley con el fin de activar protocolos de asistencia y protección del trabajador. Esto permite la investigación de las condiciones en las que ocurrieron el accidente y, tras esclarecerlas, aplicar exenciones o infracciones según sea el caso.
Las empresas, sea cual fuere el sector, están obligadas a implementar protocolos de prevención de riesgos laborales que garanticen la seguridad y salud de sus empleados. Estos protocolos deben identificar los riesgos comunes del lugar de trabajo, la implementación de medidas preventivas, la adecuación de espacios, maquinarias e instrumentos para su uso seguro y la capacitación constante de los trabajadores en materia de seguridad laboral. El objetivo de los protocolos es reducir al mínimo la incidencia de accidentes laborales. La prevención de riesgos laborales es un derecho de los trabajadores y una obligación de los empleadores, quienes deben velar por su cumplimiento en todo momento.
Código Laboral y de la Seguridad Social. Boletín Oficial del Estado. https://www.boe.es/biblioteca_juridica/codigos/codigo.php?id=93&modo=2¬a=0&tab=2
Real Academia Española. Diccionario panhispánico del español jurídico (DPEJ). https://dpej.rae.es/
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