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Las alteraciones de las uñas son afecciones que afectan su estructura, apariencia o función, y pueden estar relacionadas tanto con problemas locales como con enfermedades sistémicas. Las uñas, además de cumplir un papel estético, son indicadores importantes del estado general de salud, lo que hace fundamental prestar atención a cualquier cambio en su color, grosor o forma. Según La Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria, estas alteraciones pueden variar desde condiciones benignas y temporales hasta enfermedades más serias que requieren un manejo médico adecuado.
Un ejemplo común de alteración es la onicomicosis, una infección fúngica que afecta principalmente a las uñas de los pies. Esta condición provoca que las uñas se tornen gruesas, decoloradas y frágiles. El tratamiento incluye antifúngicos tópicos y, en casos graves, orales. Además, en ocasiones es necesario remover parte de la uña para asegurar una recuperación más eficaz. La prevención de la onicomicosis se basa en mantener los pies secos, usar calzado adecuado y evitar compartir herramientas de manicura y pedicura.
Otra alteración frecuente es la onicocriptosis, o uñas encarnadas, que se producen cuando los bordes de la uña crecen hacia el tejido circundante, causando dolor e inflamación. Este problema es más común en el dedo gordo del pie y suele estar relacionado con un corte inadecuado de las uñas o el uso de zapatos demasiado ajustados. El tratamiento conservador incluye remojos en agua tibia y corrección de la uña, mientras que en casos avanzados puede requerirse cirugía para extraer parte de la uña. Para prevenir las uñas encarnadas, se recomienda cortar las uñas en línea recta y no demasiado cortas, además de utilizar calzado cómodo.
Entre las alteraciones que afectan la apariencia de las uñas, se encuentran las manchas blancas o leuconiquia, que generalmente son inofensivas y causadas por pequeños traumatismos. Aunque no requieren tratamiento, si las manchas son persistentes, es importante evaluar posibles deficiencias nutricionales, como la falta de zinc. La prevención de la leuconiquia incluye evitar traumatismos repetidos y mantener una dieta equilibrada.
Las uñas frágiles, que se rompen o astillan fácilmente, son otro problema común, especialmente en personas con exposición frecuente al agua o productos químicos. Esta alteración también puede estar relacionada con condiciones médicas como el hipotiroidismo o la deficiencia de biotina. El tratamiento implica el uso de cremas hidratantes y productos fortalecedores, además de evitar el contacto prolongado con agua y productos agresivos. La prevención de la fragilidad ungueal incluye el uso de guantes protectores durante las tareas domésticas y mantener las uñas hidratadas con cremas que contengan urea o aceites naturales.
Una condición más seria es la psoriasis ungueal, que puede causar deformidades en las uñas, hoyuelos o un engrosamiento de la lámina ungueal. Esta alteración es parte de la manifestación cutánea de la psoriasis y puede requerir tratamientos con corticoides tópicos o, en casos graves, terapias sistémicas como metotrexato o biológicos. Aunque no existe una forma clara de prevenir la psoriasis ungueal, un buen manejo de la psoriasis general puede ayudar a reducir los brotes.
Finalmente, algunas alteraciones como las líneas de Beau, depresiones transversales en las uñas, pueden estar relacionadas con eventos estresantes o enfermedades sistémicas graves. Estas líneas aparecen cuando el crecimiento de la uña se interrumpe temporalmente y su tratamiento se basa en resolver la causa subyacente. Mantener una buena salud general es clave para prevenir la aparición de este tipo de alteraciones.
La manicura es un tratamiento estético que se centra en el cuidado y embellecimiento de las manos y las uñas. Este proceso no solo mejora la apariencia de las uñas, sino que también puede contribuir a la salud general de las manos.
Una manicura adecuada implica la limpieza, el limado, la hidratación y, en muchos casos, la aplicación de esmalte. Sin embargo, es fundamental tener en cuenta que las uñas pueden presentar diversas alteraciones que no solo afectan su apariencia, sino que también pueden ser indicadores de problemas de salud subyacentes.
Si bien la manicura puede ofrecer beneficios estéticos y de cuidado, también puede estar relacionada con ciertos problemas, especialmente cuando no se llevan a cabo las prácticas adecuadas o se utilizan productos de baja calidad. Según la Academia Española de Dermatología y Venereología, uno de los problemas más comunes son las infecciones, que pueden surgir debido a la manipulación de las cutículas y el uso de herramientas no esterilizadas. Las uñas pueden volverse rojas, inflamadas y dolorosas, lo que indica la necesidad de atención médica. Además, el uso excesivo de productos químicos, como esmaltes y quitaesmaltes, puede debilitar las uñas, haciéndolas más propensas a quebrarse o astillarse, lo que se traduce en uñas quebradizas.
Asimismo, algunas personas pueden desarrollar alergias a los componentes de los productos utilizados durante la manicura, lo que puede manifestarse como enrojecimiento, picazón o inflamación en la piel alrededor de las uñas. Otra afección común es la onicomicosis, o infección por hongos en las uñas, que puede aparecer cuando hay humedad acumulada bajo las uñas post-manicura. Las uñas afectadas pueden volverse amarillentas, engrosarse y presentar un aspecto irregular, lo que requiere atención médica.
La onicofagia, o hábito de morderse las uñas, es otro problema que puede surgir y que tiene implicaciones tanto estéticas como psicológicas. Este comportamiento está a menudo asociado con el estrés, la ansiedad o la tensión emocional. Por lo tanto, abordar esta condición puede requerir un enfoque que combine la intervención estética con el apoyo psicológico. Además, el uso frecuente de productos químicos y técnicas agresivas de manicura puede dar lugar al síndrome de las uñas manicuradas, que se refiere a la aparición de problemas en las uñas, como líneas, surcos y decoloración, impactando su salud y apariencia.
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Maria Belen Del Rio Sanchez
DOCENTE DE LA FACULTAD DE MEDICINA
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