Casas sostenibles: tecnología e innovación para el cuidado del medioambiente

Una casa sostenible es una vivienda diseñada para minimizar el impacto medioambiental a lo largo de su ciclo de vida. Este tipo de vivienda incorpora los principios de arquitectura bioclimática y utiliza materiales de construcción ecológicos que promueven la eficiencia energética y el ahorro de recursos. Al optimizar el consumo de energía, fomentan el ahorro de agua, la integración del paisaje y la creación de un entorno respetuoso con el medioambiente. 

¿Qué caracteriza a una casa sostenible? 

Diseño ecológico 

La primera seña distintiva de las casas sostenibles es su diseño ecológico. Pero ¿a qué refiere este concepto? La estructura de la edificación debe cumplir con parámetros ecoamigables que van más allá de la utilización de materiales sostenibles; en otras palabras, se trata de integrar elementos estructurales que garanticen el aislamiento térmico, la integración de la casa en el espacio y el cuidado del ecosistema circundante (i.e. flora y fauna local). Esto es parte del trabajo de la arquitectura sostenible. 

Uso eficiente del agua 

El agua dulce es un bien cada vez más escaso, por lo que su cuidado y aprovechamiento es un imperativo en el diseño y construcción sostenibles. ¿Cómo se logra este cometido? Las empresas dedicadas a la producción de tuberías, plomería y sistemas de riego ofrecen productos que optimizan el uso del agua tanto en las actividades cotidianas (cocina, aseo, limpieza) como en la ornamentación (macetas, jardines, etc.). En zonas en las que las lluvias son recurrentes, estas se recolectan para ser aprovechadas en diferentes usos. 

Paisaje sostenible 

Una de las innovaciones más importantes de las casas sostenibles es su integración en el paisaje. La principal premisa de esta característica es aprovechar todos los elementos locales para reducir el impacto medioambiental del edificio, que incluye desde luego al paisaje. Entonces, se introducen plantas nativas para la ornamentación de la casa, así como se implementan sistemas de ahorro de agua. De hecho, al contemplar factores locales, se disminuye el ruido visual. 

Aislamiento térmico 

La arquitectura bioclimática incluye entre sus premisas la construcción de casas con formas avanzadas de aislamiento térmico. La importancia de esto no solo radica en asegurar la habitabilidad en zonas con climas extremos –frío o calor– sino también lograr un alto nivel de ahorro energético. En este sentido, mediante el uso de materiales específicos, se disminuye la dependencia y uso de sistemas de calefacción o refrigeración.  

Eficiencia energética 

La eficiencia energética implica reducir el uso de electricidad, gas u otras formas de energía. Para esto, se buscan electrodomésticos de bajo consumo (véase la etiqueta de eficiencia, donde A es más eficiente y G, menos eficiente), la instalación de iluminación LED y sistemas inteligentes de gestión energética (e.g. smart grids). Las casas sostenibles aprovechan al máximo las nuevas tecnologías, cada vez más eficientes. Además, este aspecto es imprescindible en las casas pasivas, que aprovechan la luz natural y se adaptan a las condiciones del entorno.

Energía renovable 

Las casas sostenibles incluyen asimismo fuentes de energía renovable como parte fundamental de su diseño y funcionalidad. El objetivo es reducir la dependencia de combustibles fósiles y aprovecha fuentes de energía limpia, sobre todo, para actividades del hogar. Los paneles solares (fotovoltaicos) son las opciones más valoradas en las casas sostenibles debido a su accesibilidad y fácil instalación. 

Principales materiales sostenibles 

Madera sostenible 

No cabe duda de que la madera es uno de los materiales de construcción más utilizados en la edificación de casas, así como en su acondicionamiento interno. Sin embargo, conforme se adquiere más consciencia sobre el impacto ambiental de la tala de árboles, la industria ha girado la mirada hacia la madera sostenible. Esta proviene de bosques gestionados de manera responsable; es decir, la tala se realiza de manera controlada para no afectar a los ecosistemas y asegurar la pronta regeneración del bosque. 

Tierra comprimida 

La tierra comprimida ha cobrado protagonismo en el campo de los materiales ecológicos. Con una función similar a la de los adobes, este material constructivo se elabora mediante la mezcla de tierra, arcilla y arena. En el momento de la construcción, esta se compacta, de modo que se generan estructuras rígidas que permiten erigir una casa segura. Se caracteriza por ser una opción más barata y por su adecuación a climas secos o desérticos. Además, cuenta con una huella hídrica mínima. 

Fibra de celulosa 

Si hay un material ecológico por excelencia, ese es sin lugar a duda la fibra de celulosa. Apenas valorado hace unos años, hoy se ha convertido en la mejor opción para lograr un aislamiento térmico efectivo en las casas sostenibles. Sus características le permiten evitar la proliferación de hongos, además de aislar la acústica tanto interna como externa. En efecto, es el mejor material para ciertos usos por sus beneficios incluso durante su producción, ya que en este proceso apenas hay emisión de dióxido de carbono. 

Vidrio Low-E 

El vidrio Low-E es otro material que no puede dejar de mencionarse. Se trata de un vidrio especial que limita la entrada de energía solar, bloquea la radiación, regula temperatura en interiores y, como beneficio adicional, posee un color neutro que aporta un valor estético a su utilización.