Descifrando la valoración de existencias: métodos y depreciación en el inventario

La valoración de existencias es una parte esencial de la contabilidad empresarial, donde se asigna un valor monetario al inventario de una empresa. Esto permite tener un control más preciso de los activos y ayuda en la toma de decisiones financieras. Una valoración precisa de existencias es crucial para reflejar la verdadera salud financiera de una organización.

En este blog, conoceremos de lleno la valoración de existencias, qué métodos existen y cómo se aplican en este ámbito. ¡Vamos allá!

¿Qué es exactamente la valoración de existencias y por qué es importante?

Las existencias son los bienes que una empresa tiene disponibles para vender o usar en su proceso productivo. La valoración de existencias consiste en asignar un valor monetario a estos bienes, teniendo en cuenta el precio de adquisición, el coste de producción y el coste de almacenamiento. La valoración de existencias es importante por varias razones:

• Afecta al resultado de la empresa, ya que determina el valor de las ventas, el coste de los productos vendidos y el beneficio bruto.
• Afecta al balance de la empresa, ya que determina el valor del activo corriente y el patrimonio neto.
• Afecta a la fiscalidad de la empresa ya que determina la base imponible y el impuesto de sociedades a pagar.
• Afecta a la gestión de la empresa, ya que determina el nivel óptimo de existencias, el control de inventarios y la rotación de existencias.

Por todo ello, es fundamental que la valoración de existencias se haga de forma correcta, siguiendo los criterios establecidos por el plan general de contabilidad y las normas internacionales de contabilidad. 

¿Qué métodos de valoración de existencias encontramos y cómo se aplican?

Existen varios métodos de valoración de existencias, que se pueden clasificar en dos grupos: los métodos basados en el precio que se pagó por ella al proveedor, sin tener en cuenta el coste de producción o de almacenamiento. Dentro de estos métodos, los más utilizados son el método FIFO (first in first out), el método LIFO (last in first out) y el método PMP (precio medio ponderado).

Método FIFO (first in first out)

Este método consiste en valorar las existencias al precio de las primeras unidades que entraron en el almacén, es decir, las más antiguas. De esta forma, se supone que las primeras unidades que se venden o se consumen son las primeras que se compraron. Este método tiene las siguientes ventajas e inconvenientes:

Ventajas

• Refleja mejor el valor real de las existencias, ya que se ajusta a la evolución de los precios del mercado. 
• Refleja mejor el beneficio real de la empresa, ya que el coste de los productos vendidos se corresponde con el precio que se pagó por ellos.
• Favorece la rotación de existencias, ya que evita que se acumulen productos obsoletos o deteriorados en el almacén.

Inconvenientes

• Aumenta la carga fiscal de la empresa, ya que al valorar las existencias al precio más alto, se reduce el beneficio y se incrementa el impuesto de sociedades a pagar.
• Dificulta la comparación entre empresas, ya que el resultado depende del momento en que se realizaron las compras y las ventas. 

Método LIFO (last in first out)

Este método radica en valorar las existencias al precio de las últimas unidades que entraron en el almacén, es decir, las más recientes. De esta forma, se supone que las primeras unidades que se venden o se consumen son las últimas que se compraron. Este método tiene las siguientes ventajas e inconvenientes:

Ventajas

• Reduce la carga fiscal de la empresa, ya que al valorar las existencias al precio más bajo, se aumenta el beneficio y se disminuye el impuesto de sociedades a pagar.
• Facilita la comparación entre empresas, ya que el resultado depende menos del momento en que se realizaron las compras y las ventas.

Inconvenientes

• Distorsiona el valor real de las existencias, ya que no se ajusta a la evolución de los precios del mercado.
• Distorsiona el beneficio real de la empresa, ya que el coste de los productos vendidos no se corresponde con el precio que se pagó por ellos.
• Perjudica la rotación de existencias, ya que favorece que se acumulen productos obsoletos o deteriorados en el almacén.

Método PMP (precio medio ponderado)

Este método consiste en valorar las existencias al precio medio de todas las unidades que hay en el almacén, ponderado por el número de unidades de cada lote. De esta forma, se supone que las unidades que se venden o se consumen tienen el mismo precio, independientemente de cuándo se compraron o se produjeron. Este sistema tiene las siguientes ventajas e inconvenientes:

Ventajas

• Simplifica el cálculo de la valoración de existencias, ya que sólo se necesita conocer el número de unidades y el precio medio.
• Evita las fluctuaciones de los precios de mercado, ya que se basa en el coste de producción o de adquisición.
• Minimiza el efecto de la inflación o la deflación, ya que se ajusta el nivel general de precios.

Inconvenientes

• No refleja el valor real de las existencias, ya que no distingue entre las unidades más antiguas y las más recientes.
• No refleja el beneficio real de la empresa, ya que el coste de los productos vendidos no corresponde con el precio que se pagó por ellos.
• No favorece la rotación de existencias, ya que no incentiva la venta o el consumo de las unidades más antiguas.

¿Qué es la depreciación del inventario?

La depreciación del inventario es la pérdida del valor que sufren las existencias por el paso del tiempo, el uso, el deterioro o la obsolescencia. La depreciación del inventario supone una disminución del valor del activo corriente y un aumento del gasto de la empresa, lo que afecta al resultado y al balance. Este puede afectar a todas las existencias o solo a algunas de ellas, dependiendo de las características de los productos y de las circunstancias del mercado. Algunos factores que pueden provocar la depreciación del inventario incluyen las fechas de caducidad, que limitan el tiempo de vida útil de los productos perecederos o con fecha de consumo preferente. 

Los cambios tecnológicos, las fluctuaciones en la moda y las preferencias del consumidor, así como daños o defectos en productos, pueden hacer que estos pierdan atractivo o calidad, afectando el valor del inventario. Esto destaca la necesidad de una gestión cuidadosa y evaluación continua para mantener un inventario financiero y saludable.

En este ámbito, el distribuidor de mercancía desempeña un papel crucial en la valoración de existencias al operar entre fabricantes y minoristas. Enfrentando desafíos logísticos y gestionando la depreciación del inventario, los distribuidores deben abordar fechas de caducidad y cambios en las preferencias del consumidor. La elección de métodos de valoración, como FIFO o LIFO, y una gestión eficiente son clave para optimizar la cadena de suministro y garantizar fluidez financiera, así cómo mantener el equilibro financiero en la cuenta de resultados. La colaboración estrecha con proveedores asegura un inventario actualizado y ajustado a las demandas del mercado, facilitando un flujo constante de productos de calidad.

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