Técnico Profesional en Dirección y Gestión de PYMES (Titulación Universitaria + 8 Créditos ECTS)
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¿Estás pensando en emprender tu propio negocio? ¿O trabajas para una empresa de pequeño o mediano tamaño? Sea como sea, es fundamental que conozcas la importancia de la innovación en las PYMES. Si te interesa el sector de la gestión y administración de empresas, ¡esto te interesa! A continuación, te hablaremos de la importancia de conocer, en detalle, las ventajas de innovar en una pyme, pero también te informaremos sobre nuestro curso en dirección y gestión de PYMES y otros, perfectos para tu futuro profesional. ¡Vamos!
La innovación tiene un papel fundamental en el progreso económico de un país. Tradicionalmente, el crecimiento económico se sustentaba en las inversiones que hacían las empresas en los factores de producción: tierra, capital, trabajo y tecnología. Hoy por hoy, la transformación digital de la industria ha hecho que sea imposible entender el crecimiento económico o la productividad empresarial sin la innovación.
La cultura innovadora imperante exige que las empresas adopten un modelo de negocio en el que la innovación ocupe un lugar central. Tanto es así que la forma más segura de garantizar la competitividad y continuidad de una empresa en el mercado es dedicando parte del presupuesto a innovar.
Sabiendo que en España el 99,9% del tejido empresarial está formado por PYMES, entendemos la relevancia que tiene para el futuro de la economía española, que este tipo de empresas invierta en innovación. En este artículo analizaremos el reto que supone la innovación en las PYMES, observaremos las características de las PYMES españolas, así como los problemas fundamentales a los que se enfrentan a la hora de innovar.
En el Manual de Oslo redactado por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), se define la innovación como “la introducción de un producto o servicio; o de un proceso, nuevo o significativamente mejorado, o la introducción de un método de comercialización o de organización nuevo aplicado a las prácticas de negocio, a la organización del trabajo o a las relaciones externas.”
Son numerosos los beneficios que se derivan de la innovación. El más evidente y perseguido por las empresas es el de mejorar de la competitividad y productividad, ya sea optimizando recursos o disminuyendo costes laborales. No obstante, no debemos perder de vista otros efectos positivos que se derivan de la innovación, como la captación de clientes; el desarrollo y crecimiento del negocio; la apertura de este a nuevos mercados; o incluso mejorar y aumentar la capacidad de adaptarse a las necesidades del cliente.
Si quieres profundizar más en los diferentes tipos de innovación que una empresa puede implementar, no te pierdas nuestro artículo sobre Las doce dimensiones de la innovación empresarial.
La innovación se sitúa como el principal causante del crecimiento de las economías desarrolladas. No obstante, la inversión e investigación e innovación en España siempre ha ocupado un lugar rezagado en comparación con el resto de países de Europa. La situación es aún más crítica si hablamos de la inversión en innovación en las PYMES españolas.
Del total de PYMES que forman el tejido empresarial español, menos del 0,2% cuentan con el sello de “Pyme innovadora”. Este reconocimiento, que sólo se obtiene si se cumplen una serie de requisitos, no solo permite a las PYMES beneficiarse de una serie de reducciones fiscales, sino que, además, influye positivamente en su reputación de marca. El bajo porcentaje de PYMES innovadoras nos alerta de la escasísima innovación que encontramos en España.
También resulta alarmante el reducido número de empresas que conscientemente se declaran como “empresas innovadoras”. Por el contrario, lo más habitual es encontrarnos con empresas que practican la llamada innovación oculta. Esto quiere decir, que son muy pocas las PYMES que gestionan y controlan de manera consciente sus procesos de innovación. Sabiendo que la clave del éxito para el crecimiento y prosperidad de las PYMES se encuentra en la innovación, estas cifras resultan aún más sorprendentes.
Vista la presencia casi exclusiva de las PYMES en el tejido empresarial España (recordemos que representan el 99,9%), resulta fundamental adentrarnos un poco más en sus características principales. Empecemos por lo obvio, PYMES es el acrónimo de Pequeña y Mediana Empresa. Para ser considerada PYMES, una empresa debe: (i) tener menos de 250 empleados y (ii) generar menos de 50 millones de euros anuales, con un balance general que no supere los 43 millones de euros.
En España distinguimos varios tipos de PYMES.
En primer lugar, existen PYMES sin asalariados y PYMES con asalariados. Dentro de esta última categoría, y según el número de empleados, diferenciamos entre microempresas, pequeñas empresas y medianas empresas. En la siguiente tabla podemos observar como la PYME más predominante es la persona física sin asalariados a su cargo. Muy de cerca le siguen las microempresas. Por último, vemos que la presencia de medianas empresas es prácticamente residual, representando a penas un 0,6% del tejido empresarial español.
Fuente: Ministerio de Industria y comercio (2023). Retrato de la PYME. DIRCE a 1 de enero de 2022.
Uno de los principales problemas a los que se enfrentan las PYMES españolas es su reducido tamaño. Si comparamos el tejido empresarial español con el alemán, observamos que, al contrario que en España, en Alemania predominan las empresas medianas.
Por lo general, las medianas empresas tienen una visión empresarial largoplacista y más sólida, razón principal por la que su inversión en innovación suele ser mayor que en resto de PYMES. Su apuesta por la especialización es más pronunciada, lo que les permite desarrollar economías de escala y aprovecharse de unos niveles de productividad más elevados. En última instancia, las medianas empresas son las que compiten con más fuerza en el mercado internacional y, en consecuencia, son los principales agentes de crecimiento económico.
Las PYMES sin asalariados y las microempresas, tienen mayores dificultades para competir y, en definitiva, para sobrevivir en el mercado, tanto nacional como internacional. Su acceso recursos financieros suele ser más limitado y mucho más complejo. Esta falta de recursos se traduce en una inversión prácticamente nula en digitalización e innovación.
De todo lo anterior, se infiere que para que en España aumente la innovación en las PYMES, primero debería aumentar el tamaño de estas. Deberíamos adoptar el modelo alemán, poniendo el peso en las medianas empresas.
La Confederación Españolas de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME) viene demandando al Gobierno medidas urgentes y concretas que favorezcan la creación de nuevas empresas y faciliten el acceso a financiación. En respuesta a estas peticiones encontramos las siguientes iniciativas:
Estas medidas del Gobierno parecen apuntar en la dirección correcta: la apuesta clara por facilitar la innovación en las PYMES. Si te ha parecido interesante este artículo, no te pierdas nuestro Curso de Gestión en PYMES.
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