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El clima laboral en una empresa es un componente crucial que influye directamente en el bienestar de los empleados y, por ende, en la eficiencia y productividad de la organización. Preservar un buen clima laboral no es solo una cuestión ética, sino también una estrategia inteligente para asegurar el éxito a largo plazo de la empresa.
En este artículo te contamos por qué mantener un clima laboral positivo y saludable es un objetivo primordial del departamento de recursos humanos de cualquier empresa. Te explicamos por qué es un engranaje indispensable tanto en su faceta productiva, moral y reputacional. Después, te damos algunas pautas para que sepas cómo mejorar el clima laboral en un lugar de trabajo.
En primer lugar, la importancia de mantener un clima laboral positivo radica en el impacto directo que tiene sobre la salud y el bienestar emocional de los trabajadores. Un ambiente laboral saludable promueve la satisfacción personal, la motivación y la cohesión entre los miembros del equipo. Por el contrario, un mal clima laboral siempre genera estrés, desmotivación y conflictos internos, afectando negativamente la calidad de vida de los empleados.
Las consecuencias de un clima laboral adverso no se limitan al ámbito personal, sino que también repercuten directamente en la productividad de la empresa. Un equipo desmotivado o dividido difícilmente podrá alcanzar su máximo potencial. Además, la falta de colaboración y comunicación puede dar lugar a un rendimiento deficiente y a la disminución de la eficiencia operativa. En este sentido, el clima laboral se convierte en un factor determinante para el éxito empresarial.
El rendimiento económico de una empresa está intrínsecamente ligado al clima laboral que promueva. Los trabajadores satisfechos y comprometidos son más productivos y contribuyen de manera significativa al logro de los objetivos organizacionales. Por lo tanto, preservar un buen clima laboral es más que una inversión en el bienestar de los trabajadores; también lo es en la salud financiera de la empresa.
Asimismo, el clima laboral juega un papel crucial en la reputación de la empresa y en su capacidad para atraer y retener talento. Nos encontramos un mundo laboral cada vez más competitivo para los trabajadores y las propias empresas empleadoras. Por tanto, las organizaciones que ofrecen un ambiente positivo destacan de forma positiva ante el talento.
Las percepciones externas sobre la cultura interna de una empresa pueden afectar su imagen y su capacidad para atraer a profesionales talentosos. Un buen clima laboral se convierte, entonces, en un activo estratégico para la captación de talento, elemento esencial para la innovación y el crecimiento continuo.
Y, por supuesto, un clima laboral es un factor esencial para fidelizar al talento dentro de una empresa. La rotación de personal, consecuencia frecuente de un mal clima laboral, resulta muy costosa tanto en términos financieros como en la pérdida de conocimientos y experiencia acumulada de trabajadores muy productivos que comprendían toda la estructura y proceder de la empresa.
Estos son aspectos y medidas que un departamento de recursos humanos ha de tener en cuenta para mejorar el clima laboral en cualquier empresa:
Si bien muchos trabajadores valoran más la estabilidad que la posibilidad de asumir nuevos retos, para muchos otros trabajadores muy talentosos es necesario cierta estimulación o novedad. Además, esta progresión laboral es sinónima de progresión salarial. Aunque intenten maquillarlo, el salario es el factor principal por el que un trabajador se mueve. A su vez, los empleados valoran el reconocimiento a su dedicación y esfuerzo a través de oportunidades de crecimiento profesional y remuneración acorde a su desempeño.
Al ofrecer unas perspectivas reales de crecimiento, los trabajadores se comprometen más férreamente a largo plazo, generando un ambiente donde se sienten valorados y ven un futuro prometedor en su trayectoria profesional. También es una forma de retener el talento experimentado en la empresa.
Factores como la temperatura adecuada, equipos de trabajo ergonómicos y una iluminación adecuada impactan directamente en el bienestar físico y emocional de los empleados y, por tanto, en el clima laboral. Un entorno laboral cómodo y agradable mejora la salud del personal y su bienestar, evitando una mayor tasa de enfermedades profesionales, y también tiene efectos positivos en la productividad. De cara a los trabajadores, hacer un ambiente de trabajo más ergonómico significa mostrar preocupación por ellos como personas humanas que son.
Permitir que los empleados tengan un grado de control sobre su trabajo les brinda un sentido de responsabilidad y empoderamiento. De esta forma, fortalecemos la confianza entre la empresa y sus trabajadores, a la par que fomentamos la creatividad e innovación que cada uno de los trabajadores puede aportar por sí mismo.
Los empleados se sienten más comprometidos y relajados cuando se les otorga la libertad de tomar decisiones relacionadas con sus tareas. Por el contrario, es muy agobiante la clásica situación en la que los trabajadores tienen que lidiar con una dirección acaparadora, excesivamente vigilante y desconfiada.
Es necesario reconocer el esfuerzo de los trabajadores mediante palabras e incentivos para que los trabajadores sepan que están haciendo bien su trabajo, que se sientan valorados y que sigan promoviendo el esfuerzo entre ellos mismos. Reconocer de forma pública y personal, ya sea a través de palabras de agradecimiento, premios e incentivos financieros, crea un clima laboral en el que los trabajadores sienten que están siendo útiles y que todo su trabajo tiene un impacto positivo en los logros de la empresa.
Estas formas variadas de reconocimiento refuerzan la autoestima de los empleados y fomentan una cultura de colaboración y trabajo en equipo, elementos esenciales para un clima laboral positivo.
Deshacerse de trabajadores tóxicos puede parecer una medida drástica, pero, irremediablemente, es necesaria para preservar un ambiente laboral saludable. Estos trabajadores traen sus problemas personales al lugar de trabajo, tienen un carácter agrio que insisten en contagiar a los demás y se sienten muy insatisfechos.
La presencia de empleados negativos o conflictivos contamina el clima laboral más temprano que tarde, minando la moral y el rendimiento de todo el equipo. Tomar estas medidas envía un mensaje claro de que la empresa valora la armonía y el respeto en el lugar de trabajo, creando un entorno propicio para el crecimiento y la colaboración.
Hacer sesiones de teambuilding de manera esporádica es otra estrategia efectiva para fortalecer el clima laboral. Estas se componen de actividades que fomenten la interacción entre los miembros del equipo fuera del entorno laboral con el fin de construir relaciones más sólidas y mejorar la comunicación entres sus integrantes.
Sean eventos sociales, retiros o ejercicios de construcción de equipos, fomentan la camaradería y crean un sentido de pertenencia. Al compartir experiencias fuera del ámbito laboral, los empleados se conocen en un nivel más personal y generan cierta conexión afectiva.
Un fallo muy común a la hora de hacer actividades de teambuilding es abusar de ellas. Los trabajadores suelen apreciar su tiempo libre para dedicarse a sus responsabilidades y aficiones, no parar malgastarlo con sus compañeros de trabajo. Por eso, es conveniente saber qué actividades resultan útiles para este fin y espaciarlas en el tiempo, para que los trabajadores no lo interpreten como un compromiso social y laboral indeseable de obligado cumplimiento.
Preguntar por feedback a los trabajadores es una práctica que promueve la transparencia y la participación activa de los empleados en el presente y futuro de la empresa. Al solicitar la opinión de los trabajadores sobre diversos aspectos de su trabajo, desde el ambiente hasta los procesos internos, se demuestra un compromiso real con su bienestar y desarrollo. Esta retroalimentación, por su parte, le sirve a RR. HH. para poder implementar reformas para mejorar el clima laboral.
Es importante que la toma de feedback sea anónima, si se hace desde RR. HH., y que los trabajadores no lo sientan como una amenaza o trampa. En muchas ocasiones, los trabajadores no se atreven a pronunciar su opinión por miedo a represalias y a ser tachados de tóxicos. Es mejor si el jefe directo de estos empleados, una persona que conocen y tratan diariamente, mantiene una conversación personal con cada uno de los trabajadores para poder extraer un feedback fiel a la realidad.
No todas las empresas se lo pueden permitir, pero ofrecer beneficios adicionales, como formación en el trabajo, servicios de restaurante, acceso a un gimnasio o seguro médico privado, es una forma de mostrar a los empleados que la empresa se preocupa por su desarrollo integral.
Estos beneficios van más allá de la compensación económica y contribuyen al equilibrio entre la vida laboral y personal de los empleados. Estas pequeñas ventajas mejoran la satisfacción de los trabajadores, los fideliza y hace que la empresa se diferencie ante otras empresas a la hora de captar talento.
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Pablo Rafael Blanco
COPYWRITER
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