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Un reciente estudio publicado en la revista médica The Lancet Child & Adolescent Health ha revelado datos alarmantes sobre la violencia de pareja que enfrentan las adolescentes a nivel mundial. Según la investigación, casi una cuarta parte de las adolescentes (24%) que han tenido una relación ha experimentado violencia física o sexual por parte de su pareja antes de cumplir los 20 años.
Este estudio, que abarca 161 países, ha sido liderado y utilizado datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las cifras son alarmantes, pues señalan que 19 millones de mujeres han sufrido violencia sexual o física por parte de sus parejas sentimentales.
El estudio también ha revelado grandes disparidades entre países y regiones. Mientras que en algunos países la prevalencia es relativamente baja, en otros alcanza cifras extremadamente preocupantes. Por ejemplo, Papúa Nueva Guinea registra una tasa de violencia de pareja en adolescentes de hasta el 49%.
La investigación ha identificado varios factores que aumentan el riesgo de que una adolescente sufra violencia por parte de su pareja:
Pobreza: Los países con bajos ingresos presentan tasas más altas de violencia de pareja en adolescentes.
Desigualdad de género: Los países con menor igualdad de género tienen tasas más elevadas de violencia.
Matrimonio infantil: Países con altas tasas de matrimonio infantil muestran mayores tasas de violencia.
Baja escolaridad: Adolescentes con menor nivel educativo son más vulnerables a sufrir violencia.
Según las estimaciones de la OMS, las regiones más afectadas son Oceanía (47%) y África subsahariana central (40%). En contraste, las tasas más bajas se dan en Europa central (10%) y Asia central (11%).
La violencia de pareja puede provocar lesiones físicas, embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual y trastornos mentales como depresión y ansiedad. También limita las oportunidades de las jóvenes, fomenta el abandono escolar y perpetúa los ciclos de violencia.
Los autores del estudio llaman a gobiernos, organizaciones internacionales y comunidades a tomar medidas urgentes para prevenir y combatir la violencia de pareja en adolescentes. Algunas medidas incluyen:
Educación: Promover la educación sobre relaciones saludables y el consentimiento.
Leyes: Fortalecer las leyes que protegen a mujeres y niñas.
Servicios: Aumentar el acceso a servicios de salud, psicológicos y legales para las víctimas.
Empoderamiento: Empoderar a las adolescentes para que conozcan sus derechos y sepan cómo pedir ayuda.
La violencia de pareja en adolescentes es un problema grave y complejo que requiere una respuesta global y coordinada. Este estudio de The Lancet proporciona datos fundamentales para comprender la gravedad del problema y diseñar intervenciones efectivas.
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