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Si trabajas en el área de la educación necesitas una formación constante, que vaya acorde al ámbito de enseñanza al que te dedicas. Sin embargo en cada una de ellas es un punto clave entender cómo utilizar una rúbrica de evaluación, debido a que este instrumento es clave para la correcta ponderación de las actividades realizadas.
Dentro de este área de formación de la Educación, contamos con un gran abanico de posibilidades y de salidas laborales. De hecho, los programas didácticos de este ámbito son variados: existen cursos que te facilitan una visión más general del sector y que sirven para introducirte en este campo, como este Curso de ética del docente, y otros cursos más especializados para perfeccionar un tema en concreto. ¿Cuál es tu formación favorita?
Además, ya puedes dejar de preocuparte por la falta de tiempo. Y es que, nuestra formación sigue una modalidad a distancia y 100% online, lo cual significa que nos adaptamos a ti y a tu ritmo de vida teniendo en cuenta tu situación personal y profesional. Así que, puedes especializar tu profesión sin miedo. ¿Estás preparado? ¡Descubre la rúbrica de evaluación!
Al tocar este tema es natural que muchos se pregunten ¿qué es una rúbrica de evaluación?, o ¿para qué sirve una rúbrica de evaluación? Para quienes desconocen sobre ello, podemos decir de manera sencilla que son una serie de elementos que se consideran y se ponderan en un solo instrumento para tener un criterio base sobre el cual evaluar a un alumno o a un grupo de ellos. No existe una limitante sobre qué criterios utilizar, solo que se debe hacer uso de varios de ellos enfocados hacía diversas áreas y ponderarlos en diversos niveles para clasificar los resultados.
Recordemos que la enseñanza está en constante evolución y la metodología apunta a que también se tome en cuenta la voz del alumnado, para que a él o ella se les haga más sencillo digerir el contenido que se imparte en clases, bien sea de manera oral, escrita, o mediante textos de tareas, para así forjar criterios propios de lo enseñado. Por lo que un punto clave de la rúbrica de evaluación es que en su uso sea tomado en cuenta el interés o el desempeño del alumnado ante distintas actividades.
Esta es una interrogante común en esta área debido al desconocimiento de cómo se trabaja con este método de evaluación. Lo primero que hay que resaltar es que a raíz de las herramientas tradicionales como las típicas evaluaciones, surgen varias alternativas que buscan que el análisis de cada actividad o alumno sea realizado de la forma más objetiva posible.
Un elemento que llama la atención de la rúbrica de evaluación es que no se sostiene aquella idea tradicional de que los alumnos deben aprenderse de memoria los contenidos para una asignación o exposición, ya que permite evaluar de una forma más objetiva todo lo que conlleva un ejercicio o actividad. De forma que sea posible determinar el nivel de desempeño del alumno en distintas áreas.
Uno de los beneficios a destacar es que el estudiante es capaz de identificar con ayuda de su docente aquellos errores que le dificultan aprender el contenido que se da en clases. Del mismo modo es posible entender por ambos cuáles son los puntos fuertes del alumno.
Debido a que la rúbrica es un documento de presentación en el que se describe diferentes niveles de calidad separando en distintos criterios el desempeño en un proyecto o actividad académica, desde el principio de su lectura es capaz de permitir una retroalimentación entre los estudiantes, profesores y el contenido.
Al mismo tiempo permite descubrir en qué competencias es bueno el alumnado y evaluar si es capaz de destacar en cada uno de los aspectos positivos que lo distinguen.
Sin importar el ambiente en el que te desempeñes la rúbrica de evaluación puede permitirte evaluar óptimamente el desempeño humano. Además que su uso no es especialmente complejo, en cambio facilita el análisis del rendimiento, especialmente en casos donde no se aprecian resultados cuantificables.
Por ello, a continuación vamos a ver todos los pasos a seguir para el diseño de este instrumento de evaluación:
Las rúbricas pueden ser globales o analíticas, la primera se encarga de evaluar el desempeño general de un individuo frente a alguna actividad, mientras que la segunda se encarga de determinar el rendimiento en un área específica del proceso. Por ejemplo en la preparación de una receta una rúbrica global podría evaluar de manera general el rendimiento al cortar, lavar y elaborar la comida, mientras la analítica se encargaría de determinar el rendimiento en una sola de esas actividades.
Va sumamente relacionado con el punto anterior, pues en función del tipo de rubrica de evaluación que se desee realizar es necesario clarificar cuáles serán los puntos a ponderar. Si se trata de una evaluación global u holística, es importante establecer qué criterios son necesarios para culminar la actividad asignada y distribuirlos de forma de hacer una evaluación balanceada. Mientras que si se trata de una rúbrica analítica se debe determinar todas las capacidades necesarias para ese ejercicio.
Una vez establecido los criterios en la rúbrica de evaluación se deben señalar distintos niveles en la calificación. En aspectos generales debería haber aproximadamente 5 de ellos, donde el máximo sea un dominio excelente del punto a evaluar y el mínimo sea una carencia notoria de lo requerido en dicho criterio. Para hacer de la evaluación clara, cada escala debe incluir características del desempeño.
Puesto en un ejemplo, si en el criterio se evalúa la capacidad de recortar, el punto máximo de la evaluación debería establecer algo como “El estudiante domina plenamente el uso de las tijeras y puede desempeñarse con ellas cómodamente”. Mientras que la evaluación más baja podría decir algo como “El estudiante presenta notoria dificulta para el uso de tijeras y le resulta incómodo su uso”, de esta forma al momento de evaluar el instrumento agiliza el proceso y deja un resultado sumamente objetivo.
No se puede hablar de la rúbrica de evaluación y de sus beneficios si no se toma en cuenta la evaluación formativa y sumativa, dos aspectos interesantes que también hay que destacar. Mientras que la primera se enfoca en determinar cómo ha sido el desempeño durante el proceso de aprendizaje y evaluarlo, la segunda solo se centra en determinar la calidad de los resultados.
Los medios de evaluación tradicional solo se limitan a la evaluación formativa a lla par que ignoran la evaluación formativa, ignorando que esta segunda es la que permite determinar la calidad de lo impartido en clases e identificar qué es necesario corregir para mejorar el proceso formativo del alumnado. Con la rúbrica de evaluación al tener un instrumento detallado el análisis efectivo de la información se vuelve fácil y es posible obtener información precisa de cada caso para su análisis y corrección.
Vale destacar que este formato para calificar se puede aplicar en cualquier ámbito no solo por el personal docente, bien sea en niños de primaria o preescolar, adolescentes, jóvenes y adultos, por lo que su uso no se limita a la educación. Ejemplos de su uso se ven en un ambiente de trabajo, ya que estas técnicas pueden permitir determinar en un informe cuáles procesos no son eficientes o qué personal puede desempeñarse mejor en otras áreas en función de su actitud ante diferentes actividades.
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