Explorando las medidas de rentabilidad en el mundo empresarial

Ser rentable o no, es una de las incógnitas más extendidas en el mundo de los negocios. Se trata de una métrica esencial que evalúa el rendimiento financiero de una empresa y su capacidad que tiene para generar beneficios. Al profundizar en las medidas de rentabilidad, comprobamos que permiten calcular el retorno obtenido sobre una inversión o el rendimiento generado por los recursos utilizados en alguna actividad empresarial. 

A lo largo de este post, abordaremos las diferentes medidas de rentabilidad que existen, cada una diseñada para analizar un aspecto en concreto del rendimiento financiero de una empresa. El ROI, el ROE y el margen de beneficio neto, son entre otras medidas de rentabilidad importantes tanto para los directivos de una empresa como para los inversores, analistas financieros y demás intermediarios. ¡Sigue leyendo!

Medidas de rentabilidad

Toda empresa formal y encaminada a cumplir sus objetivos de tener una salud financiera, debe tener en cuenta las principales medidas de rentabilidad para poder tomar decisiones lo más acertadas y positivas en el proyecto empresarial. Estas medidas de rentabilidad, que veremos a continuación, nos permiten obtener una visión más amplia de la empresa ya que sin rentabilidad no hay liquidez, el endeudamiento aumenta y la solvencia se hunde. Veamos cuáles son estas medidas de rentabilidad:

Rentabilidad de los activos

Sale del beneficio de antes o después de los impuestos (ingresos netos) entre el total activo de la empresa. Sirve para calcular la rentabilidad y saber el nivel de inversiones rentabilizadas por la empresa. Se llama también ROA (Return on Assets) o Rentabilidad de los activos. Esta parte de las medidas de rentabilidad ayudan a determinar el nivel de uso de activos que experimenta la empresa.

Rentabilidad de los activos= Beneficio neto/ total de activos de la empresa

Rentabilidad financiera

También llamado ROE (Return on Equity) o rentabilidad sobre recursos propios, calcula el retorno de las inversiones de accionistas (y del uso de los recursos propios), es decir, que genera valor a partir de los mismos. Se trata de una medida determinante para los inversionistas y es bastante clave para decidir cómo es seguir invirtiendo en la empresa o comenzar a invertir.

Rentabilidad financiera= Utilidad neta/ Recursos propios

Rentabilidad económica

La rentabilidad económica es la llamada ROI o retorno de la inversión, y trata de cuantificar la capacidad de activos de una empresa para generar utilidades. Presenta el beneficio resultante de la inversión sin considerar intereses de financiación ni impuestos. Por tanto, evidencia la eficiencia de la gestión y para que eso ocurra, se ocupa el BAIT o Beneficio antes de descontar intereses e impuestos.

Rentabilidad económica= BAIT/ Total de activos

Margen de utilidad neto

Mide el porcentaje de beneficio que se obtiene, tras considerar el saldo final se ocupa cada gasto y coste que realiza un negocio, es decir, la utilidad neta. Un margen neto alto significa una capacidad satisfactoria para poder llevar a cabo cada operación y así generar ingresos.

Margen de utilidad neta= Utilidad neta/ ingresos totales de ventas

Margen de utilidad operativa

Calcula el porcentaje del beneficio sin considerar los impuestos y cualquier gasto de administración para que sea viable mantener la actividad económica de una empresa. Además, es una de las medidas de rentabilidad clave para valorar el rendimiento de la inversión.

Margen de utilidad operativa= ingresos operaciones/ ingresos totales de venta

Margen de utilidad bruta

El margen bruto es la medida de rentabilidad que más se usa. A través de un porcentaje, se cuantifica las ganancias en el total de las ventas obtenidas y los gastos efectuados. Así se refleja la eficiencia operativa positiva. 

Margen de utilidad bruta= (Ingresos totales-coste de producción vendidos)/ Ingresos totales de ventas

Comparación de medidas de rentabilidad: ROI, ROE y ROA

Tener una visión integral de estas medidas de rentabilidad va a proporcionar un mejor desempeño de la empresa desde diferentes perspectivas. Cada una de estas métricas aborda aspectos específicos diferentes de la rentabilidad. Veamos su comparación:

1. ROI (Return on investment): evalúa la eficiencia que tiene una inversión al comparar los beneficios que se han obtenido con los costos incurridos. Se trata de una medida útil para saber la rentabilidad en proyectos o iniciativas de inversión. Si el ROI es alto, significa una inversión rentable.
2. ROE (Return on equity): mide la rentabilidad que ha sido generada para los accionistas en relación con el capital invertido. Indica la capacidad de la empresa de generar ganancias utilizando el capital de sus accionistas.
3. ROA (Return on Assets): determina la capacidad de una empresa para generar beneficios por medio de sus activos totales. Muestra cómo la empresa utiliza sus recursos para generar ganancias. 

Por tanto, el ROI se relaciona con las inversiones, el ROE con la rentabilidad para los accionistas y el ROA con la eficacia en el uso de los activos de la empresa.

Cuándo es más útil cada medida de rentabilidad

En general, se considera una estrategia más efectiva seguir más de una de las medidas de rentabilidad ya que hay que tener una visión más amplia para poder contrarrestar los puntos débiles por separado. Si una empresa antigua y con reservas elevadas, tendrá un ROE bajo. Sin embargo, tendrá un ROA elevado al no realizar inversiones desde hace tiempo. Y sus activos estarán amortizados.

Cómo interpretar y utilizar diferentes tipos de medidas de rentabilidad

Es imprescindible entender cómo funcionan las medidas de rentabilidad de una empresa para alcanzar el éxito o lograr los objetivos a largo plazo de la compañía. Te damos una serie de acciones para mejorar las medidas de rentabilidad y saber utilizar los tipos que existen:

• Eliminar productos y servicios que tengan retorno deficiente
• Incrementar los precios con ofertas estratégicas
• Potenciar el clima laboral y aumentar la productividad
• Reducir el inventario
• Generar una estrategia para la reducción de costos

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