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Así es, la Catalogación de archivos es una de las labores más importantes dentro de las ciencias de la Información y Documentación. Pues, sin ella no sería posible un orden, clasificación y organización de los recursos de información que todos usamos día a día. Libros, imágenes, archivos de sonido, documentos... Por ello, es importante conocer a fondo la Catalogación y Archivo, antes de especializarte en ella. ¡Vamos allá!
Las bibliotecas, una de las salidas laborales del catalogador de archivos, son lugares mágicos donde todo el mundo entra un poco menos sabio de lo que sale. ¡Y también es mágico trabajar ahí! Por eso, ser archivista, archivero o catalogador es una de las profesiones con la que sueñan muchos de los apasionados por los libros. ¿Es ese tu caso? ¡Fórmate con nosotros!
En Biblioteconomía y la Ciencia de la Información y la Documentación, la Catalogación es el proceso de creación de metadatos que representan los recursos de información, tales como libros, grabaciones de sonido, imágenes en movimiento, etc. De esta manera, proporciona información como los nombres de los autores, los títulos y las materias de los mismos, normalmente a través de la creación de registros bibliográficos.
Habitualmente, la Catalogación da como resultado la producción de catálogos de biblioteca, aunque también produce otros tipos de herramientas de identificación de documentos y demás colecciones.
En definitiva, la Catalogación y Archivo es el proceso por el que se reúnen, siguiendo unas determinadas reglas, los datos técnicos de un documento a un soporte documental. El objetivo es facilitar la identificación física de los documentos y su producto final, el catálogo. El cual, se convierte en un conjunto ordenado de asientos bibliográficos de los documentos de una colección.
Es la memoria de una biblioteca, por ejemplo. Así, se hace posible la recuperación de la información rápidamente.
La Catalogación y Archivo se centra en dos fases fundamentales:
Ahora bien, ¿qué es RDA? ¿Y MARC 21?
Por un lado, RDA (Resource Description and Access, en inglés) es la nueva norma de catalogación. Esta, se basa en el modelo conceptual de los requisitos funcionales FRBR (registros bibliográficos), FRAD (autoridades) y FRSAD (materias).
Eso sí, como todo hoy en día, está creada pensando en el trabajo en un entorno digital, por tanto, la RDA refleja la tecnología actual y se adapta a cualquier tipo de contenido y soporte.
Por otro lado, MARC 21 es el acrónimo de Machine Readable Cataloging o Catalogación legible por máquina, en español. Lo cual, significa que una máquina puede leer e interpretar los datos contenidos en un registro catalográfico en función de una serie de elementos que actúan como señaladores o marcadores de los datos.
En otras palabras, es un protocolo de identificación para el intercambio de información que permite estructurar e identificar los datos de tal forma que puedan ser reconocidos y manipulados por ordenador.
La profesión de Archivista de libros forma parte de los perfiles profesionales relacionados con la Catalogación y Archivo, y es aquella encargada de la organización y mantenimiento de archivos de todo tipo.
Es decir, este profesional se dedica a registrar, organizar y colocar los libros que lleguen nuevos o sean devueltos a una biblioteca. Para ello, existen diversos métodos de distribución y organización que el archivista deberá conocer para organizar la biblioteca en la que esté empleado de manera efectiva.
Para este empleo, se necesita previamente una formación que permita al Archivista poder conocer los distintos métodos de organización de los libros que ya hemos comentado, además de aprender todos los procesos administrativos a la hora de registrar y catalogar los libros que lleguen a la biblioteca.
Si deseas conocer más a fondo sobre el papel de estos últimos, no dudes en descubrir la importancia de los archivistas. ¡No esperes más y fórmate en esta profesión tan apasionada por los libros!
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