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La consciencia ambiental derivada de los cambios climáticos y demás consecuencias del calentamiento global, ha hecho que las personas estén más pendientes del nivel de consumo energético de los inmuebles, e incluso electrodomésticos, que adquieren o venden. Asimismo, nos encontramos en un mundo de avance tecnológico y de búsqueda de nuevas de fuentes de energía, diferentes al petróleo y gas, que sean renovables y que aporten ahorro energético.
¿Sabías que unos ejemplos a seguir, en cuanto a energía renovable y de consciencia del consumo energético, es Noruega? Es el primer país que comenzó, en el año 2020, a desplazar el gas como fuente de calefacción, una decisión que evita la emisión de 340.000 toneladas anuales de gases de efecto invernadero. Es un país donde los certificados energéticos de edificios y demás inmuebles cobran gran importancia.
Ahora bien ¿para qué sirve la certificación de eficiencia energética de edificios? ¿Cómo se realiza esta certificación? ¿Cuáles son los beneficios para un país?
Sirve para indicarle al propietario o potencial comprador, el grado de amigabilidad ambiental del edificio, vivienda, local u oficina. Es decir, el consumo energético a nivel de calefacción, producción de agua caliente, iluminación, refrigeración y ventilación. Así poder comparar, en el caso de un comprador, cuál inmueble le saldría mejor adquirir en cuánto a coste energético.
Por otro lado, al propietario del edificio existente, vivienda, oficina o local le sirve para mejorar y/o cambiar aquellas áreas de mayor consumo energético.
En este punto, es importante aclarar tres conceptos:
Las Etiquetas energéticas contienen las medidas que resultan del proceso de clasificación energética.
La etiqueta refleja una escala de siete letras (A, B, C, D, E, F, G) y la letra con el cuál ha sido asignada el edificio que demuestra el grado de eficiencia energética.
La clasificación energética es una escala que permite conocer el nivel de eficiencia energética de un inmueble.
Además, se tiene la obligación de exhibir esta etiqueta según las disposiciones del Decreto 235, aprobado por el Parlamento Europeo, en el Artículo 13, apartado 1.
Como se mencionó anteriormente, la Certificación de eficiencia energética se hace importante y necesaria a medida en que nuestra consciencia ambiental aumenta y los problemas ambientales se agudizan.
Por lo tanto, es un proceso vital para cerciorar al propietario o potencial comprador que el edificio o vivienda es, en todos sus niveles de consumo energético, eficiente energéticamente, por ende, amigable al ambiente.
Según lo establecido en el Decreto 235 emitido el 5 de abril de 2013 por el Parlamento Europeo, es obligatorio “…poner a disposición de los compradores o usuarios de los edificios un certificado de eficiencia energética que deberá incluir información objetiva sobre la eficiencia energética de un edificio…”[1] con el fin de que los propietarios o potenciales arrendatarios del edificio o de una parte de éste tengan la posibilidad de comparar y evaluar su eficiencia energética.
Los Certificados Energéticos de Edificios, deben reflejar por lo menos estos 4 puntos:
2.1 Descripción de las características energéticas del edificio (nivel de calefacción, producción de agua caliente, iluminación, refrigeración y ventilación)
2.2 Identificación de la normativa sobre el ahorro y eficiencia energética vigente en el momento de construcción.
2.3 Descripción de las comprobaciones, pruebas e inspecciones realizadas por el técnico certificador.
Para obtener el certificado de eficiencia energética, es necesario cumplir con ciertos requisitos. A continuación, detallamos los pasos esenciales:
El propietario del inmueble debe contratar a un técnico certificador acreditado, quien se encargará de realizar la evaluación energética. Este proceso puede incluir visitas al inmueble, recopilación de datos y análisis detallados de los sistemas energéticos del edificio.
El técnico requerirá diversos documentos del propietario, como planos del edificio, información sobre los materiales de construcción y detalles de los sistemas de calefacción y refrigeración. Toda esta información es crucial para realizar una evaluación precisa.
Una vez completada la evaluación, el técnico emitirá el certificado de eficiencia energética. Este documento tiene una validez de diez años, tras los cuales es necesario renovarlo para garantizar que la clasificación energética del inmueble sigue siendo precisa.
Obtener un certificado de eficiencia energética no solo es un requisito legal, sino que también ofrece múltiples beneficios tanto para los propietarios como para los inquilinos.
La certificación energética de edificios, plantea los siguientes beneficios:
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El certificado de eficiencia energética también incluye una serie de mejoras sugeridas en eficiencia que pueden implementarse para optimizar el consumo energético del inmueble.
Una de las recomendaciones más comunes es mejorar el aislamiento térmico de la vivienda. Esto puede incluir la instalación de ventanas de doble acristalamiento, el uso de materiales aislantes en las paredes y techos, y la revisión de posibles filtraciones de aire.
Actualizar o reemplazar los sistemas de calefacción y refrigeración por equipos más eficientes y modernos es otra mejora significativa. Sistemas como las bombas de calor y las calderas de condensación pueden ofrecer un rendimiento superior y un menor consumo energético.
Sustituir las bombillas incandescentes por LED y optar por electrodomésticos con alta clasificación energética (A+++) puede contribuir a un considerable ahorro energético. Estos pequeños cambios, aunque sencillos, tienen un impacto notable en la eficiencia global del inmueble.
El certificado de eficiencia energética es una herramienta esencial para evaluar y mejorar el rendimiento energético de una propiedad. No solo garantiza el cumplimiento normativo, sino que también añade valor al inmueble y contribuye a un ahorro energético significativo. Implementar las mejoras sugeridas en eficiencia es una inversión que puede ofrecer grandes beneficios a largo plazo.
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[1] https://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-2013-3904
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