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En las comunidades de propietarios convergen muchas personas de muy diferente comportamiento y carácter, erradicándose ahí la importancia de la propiedad horizontal. En este contexto, es fundamental que se mantenga entre los vecinos un ambiente agradable y respetuoso bajo el paraguas legal de una normativa que lo garantice. A continuación aprenderás en qué consiste la propiedad horizontal, sus características y la diferencia que existe con respecto a la propiedad vertical. ¿Quieres saber mas?
Seguramente tu respuesta es afirmativa, por lo que, vamos a proceder a conocer en profundidad la importancia de la propiedad horizontal. No obstante, si estás interesado en hacer del sector inmobiliario tu entorno laboral, te recomendamos que te formes como es debido para así cualificar tu perfil profesional. Más concretamente, mediante el Curso de Derecho Inmobiliario aprenderás desde cero todo lo que necesitas saber sobre la normativa que rigen los movimientos del mercado inmobiliario, la diferente tipología contractual existente y la operativa de una institución tan destacada en el sector como el registro de la propiedad.
Los pisos, locales o espacios privativos están sujetos a la Ley 49/1960 conocida como Ley de Propiedad Horizontal. En base a esta normativa, cada uno de ellos tiene asignada una cuota de participación en el inmueble y que representa el porcentaje que tiene cada propietario en relación con los elementos de uso común que hay en los edificios. Los criterios para fijar esta cuota serán los metros útiles del piso, la ubicación y el uso que se prevea de los elementos y servicios comunes.
No obstante, además del uso de los elementos comunes, la cuota de participación supondrá también para el propietario una obligación de satisfacer los gastos comunes del edificio y además tendrán la responsabilidad de decidir junto en las Juntas de Propietarios con su voto ponderado al igual que el resto de propietarios.
En las Juntas de Propietarios, el Secretario será el administrador de fincas y tendrá como objetivo, velar por un uso correcto del edificio, servicios, instalaciones o la elaboración de los presupuestos, entre otras. Junto con esta labor, se encargará de realizar el balance de gastos e ingresos de la comunidad al finalizar el año, y otros aspectos relacionados con la contabilidad.
Atendiendo a lo recogido en el art. 396 del Código Civil pueden distinguirse dos tipos de derechos: un derecho de tipo exclusivo y singular sobre los elementos privativos propios; y un derecho conjunto e inseparable sobre los comunes cuyos fundamentos aparecen recogidos en la Ley 49/1960 de 21 de julio sobre Propiedad Horizontal.Para dar curso legal al régimen de propiedad horizontal, se debe de llevar a cabo su constitución a través de escritura pública que se presentará ante el notario. Este trámite puede realizarse por un único propietario, o por propietarios comuneros que tengan el dominio absoluto del inmueble. Una vez formalizado, se tendrá acceso al Registro de la Propiedad correspondiente y se dará entrega de los Estatutos que marcarán las normas respecto al ejercicio de los derechos de propiedad y otros aspectos. Y por último, será necesario crear y desarrollar un libro de actas que será un reflejo de los acuerdos logrados por las Juntas de Propietarios cuya celebración tendrá una periodicidad mínima anual.
Las reglas que marcan el uso o el destino del inmueble junto con otras relacionadas con las reparaciones, los gastos de la comunidad, los seguros o la gestión de la misma, entre otras más se recogen en los estatutos. Aun no siendo obligatorios, debe estar ajustados a la ley y al título constitutivo de la comunidad. Destaca la importancia de la propiedad horizontal en cuanto a que, se necesita de unanimidad para ser aprobados en junta para su inscripción posterior en el Registro de la Propiedad correspondiente a la situación de la finca.
Los puntos que deben de contener los estatutos de una comunidad son los siguientes:
La propiedad horizontal consiste en un derecho de pertenencia único y exclusivo sobre los bienes privativos propios y se dispone de una cuota de propiedad respecto a los elementos comunes. En cambio la propiedad vertical consiste en una propiedad singular de la que tienen pertenencia otras viviendas o locales que forman el inmueble.
En la propiedad vertical, lo habitual es que el propietario del inmueble, arrende con fines diferentes el edificio y, aunque no constituya una comunidad de propietarios, se encargue de conservar el inmueble y de atender a las obligaciones a nivel administrativo o fiscal que correspondan. A modo de ejemplo, serán considerados una propiedad horizontal aquellos edificios con viviendas particulares a modo de comunidad de vecinos; y la propiedad vertical a un hostal donde la propiedad del inmueble corresponde a una única persona.
La importancia de la propiedad horizontal como marco normativo que garantice una convivencia tolerante en las comunidades de propietarios está más que contrastada. Consecuentemente, muchos profesionales están adquiriendo competencias profesionales con las que hacer frente a las posibles situaciones de disputa o discordia entre ambos y para llevar al corriente a estas comunidades en cuanto al pago de los diferentes impuestos y el registro en las instituciones correspondientes. En Euroinnova somos conscientes de esta necesidad formativa, y hemos puesto a tu disposición un amplio catálogo de cursos de inmobiliaria.
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