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Un equipo de trabajo puede generar buenas expectativas y tener la disposición de resolver todo lo que se proponga diariamente si sus miembros trabajan en conjunto. Los mismos deben poseer capacidades que los conviertan en un grupo cohesionado y que se complemente a través de la solidaridad, cooperación y un buen liderazgo. Así, el desarrollar las habilidades laborales de una persona con el propósito de encontrar la efectividad en las actividades e impulso de la empresa es algo realmente importante en el mundo moderno.
Son las competencias, actitudes y aptitudes que desarrollan los individuos a través de las experiencias profesionales, así como desde la formación mediante cursos, seminarios y especializaciones. Estas a su vez, representan un factor determinante para el fomento del trabajo en equipo y, en consecuencia, de la competitividad empresarial u organizacional.
Cabe destacar que las habilidades laborales de una persona no tienen relación alguna con sus conocimientos técnicos. Es decir, una persona puede estar muy bien documentada o haber efectuado estudios superiores y avanzados en determinada carrera, pero si no posee competencias asociadas al crecimiento personal y, por ende, al profesional, no tendrá las cualidades que exigen muchas empresas.
Con el propósito de conocer detalladamente las habilidades laborales de una persona, es vital entender acerca del conjunto de destrezas que se pueden poseer que aporten en el progreso de la empresa. Por eso, las referidas habilidades se categorizan de la siguiente manera:
Son el tipo de actitudes que conciernen al aspecto de las relaciones interpersonales que puede mantener un individuo en cualquier entorno. Por ejemplo, en un escenario laboral, es conveniente que las personas sean comunicativas y que tengan la capacidad de interactuar con sus compañeros de trabajo, ya que de esa forma se facilita la acción como la respuesta rápida y necesaria a las actividades, siendo que dichas capacidades son útiles en cualquier campo de labor y no en unos específicos. Se observa la relevancia de las habilidades laborales de una persona, incluyendo este tipo.
Algunas de estas habilidades, también llamadas soft skills las mencionamos a continuación:
Son las destrezas del tipo técnico que requiere el profesional para poder desempeñar sus diversas funciones en un ámbito de trabajo específico y que permitan generar espacios para la gestión, organización y la planificación de las actividades laborales en equipo.
Algunos ejemplos de competencias profesionales son:
En atención a las habilidades laborales de una persona, es pertinente señalar que todas las organizaciones deberán ser garantes de los procesos de inclusión ya que están llamadas a aceptar y desarrollar las capacidades en todas las personas, especialmente en aquellas en condición de discapacidad.
Por eso destacamos tener en consideración las destrezas de personas con situaciones especiales, y es la unidad de talento humano de la empresa quienes deberán tramitar con los organismos del Ministerio del Trabajo el respectivo ingreso a la organización, teniendo en cuenta las habilidades técnicas que usualmente son certificadas y que indudablemente están asociadas a las habilidades laborales de una persona.
Estas habilidades o competencias tienen como principal característica que no están relacionadas a una ocupación en específico ni a ningún cargo o tipo de actividad productiva o sector económico, pero si habilitan a los individuos con discapacidad para ingresar al trabajo, mantenerse en él y aprender. Son ejemplos de habilidades personales de lo que han obtenido en sus vivencias familiares y en su educación con especialistas; veamos entonces algunos ejemplos que tienen que ver con los rasgos, características y competencias personales:
Están supeditado al tipo de discapacidad:
Es común que las personas con algún tipo de condición especial tengan alto grado de actitudes positivas porque han aprendido de la necesidad de ser tomados en cuenta y de aportar lo mejor en cada función que la empresa requiera cumplir.
Fundamentalmente en actividades repetitivas porque muchos han desarrollado el análisis de cada fase y elemento asociado al trabajo.
Existen casos de experiencias favorables en el manejo asertivo de los sentimientos debido a que provienen de entornos donde el respeto y orientación de sus expresiones emocionales es clave, pudiendo aplicarlo con sus compañeros de trabajo y con los clientes.
Teniendo en cuenta las habilidades laborales de una persona, resulta necesario conocer aquellas que son consideradas específicas, las cuales se sustentan en principio en las competencias básicas y que les permiten a la persona con alguna discapacidad tener un buen desempeño laboral.
Y con todo esto hemos conocido las habilidades laborales de una persona y comprendemos su importancia debido a que se relacionan con los resultados exitosos de una organización.
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